CAPÍTULO 2
QUÍMICA PURA Llegando a casa, Ayame encontró a Inuyasha y a Sesshoumaru tomando el sol luego de un par de chapuzones y fumando hierba. Los 3 fumaban y sus padres sabían, pero ellos guardaban sus propias plantas a salvo y en secreto en otro lugar. Aún así, no fumaban siempre.
-Hola, guapos- les dijo ella, cariñosamente.
-Ayame, ven aquí- le pidió Inuyasha, incorporándose en la reposera.
-Dime.
-Con Sesshoumaru pensamos...
-No, yo no pensé nada- lo interrumpió Sesshoumaru, quien dió la última fumada y le ofreció a Ayame. Ella lo recibió sin decir nada.
-...que sería buena idea que saliéramos mañana después de clases por unas cervezas, tus amigas y nuestros amigos- continuó explicando Inuyasha. Ayame rió.
-Pero, ¿cómo saber que tus amigos son interesantes también?- inquirió la pelirroja, fumando.
-Para eso está Facebook, sígueme- propuso Inuyasha, llevándola a la mesa de la terraza donde estaba su laptop plateada encendida.
Mientras Ayame continuaba fumando, Inuyasha buscó en su Facebook el perfil de Miroku Arishima.
-Él es uno de mis amigos- le explicó Inuyasha, mostrándole las fotos del cautivador chico de ojos de zafiro y cabello negro amarrado en una coleta.
-Ya veo, es lindo- comentó Ayame, en verdad no le entusiasmaba y volvió a fumar.
-No me agrada mucho para tí, es algo casanova para sus cosas- le comentó Inuyasha, tranquilamente.
-Bueno, a Sango puede que le guste.
Inuyasha puso entonces en pantalla el perfil de Koga Ryusaki. Sus ojos celestes y su largo cabello negro amarrado en una alta coleta le encantó de inmediato. Era en verdad muy atractivo y sugerente, se veía simpático y vestía muy bien.
-Me gusta- sonrió Ayame, entregándole el cigarro de marihuana a Inuyasha.
-Entonces, ¿qué dices?- preguntó Inuyasha, sonriéndole también.
-Mañana- le guiñó un ojo ella, volteando y dirigiéndose a su mansión.
-No puede faltar nadie, ¿eh?- le aclaró él, y ella le mostró su pulgar en señal de aprobación.
Hacia el anochecer, Ayame se reunió con las chicas en MSN para contarles la noticia.
MSN:
Ayame: chicas, mañana despues de clases iremos por unas cervezas con mis hermanastros y sus amigos. PROHIBIDO DECIR QUE NO!
Sango: :O
Rin: estoy dentro! :D
Kagome: wow, geniaaal! gracias, ayame! jajaja
Sango: excelente, yo tambien voy! ;D
Ayame: asi me gusta, chicas ;) sango, creo que miroku esta para ti jejeje tiene los ojos azules y el cabello negro corto, amarrado en una coleta
Sango: mmm suena muy bieeen!
Kagome: jajajajajajajajaja
Rin: jajajajaja y el chico que sobra, ayame?
Ayame: sera para miii (H) jajajajajaja es super atractivo (L) jajaja
Sango: genial, estamos todas listas :D
Rin: siii ;) jajajajaja
Kagome: estupendooo (L)
Ayame: chicas, LAS QUIERO CON LA MEJOR ROPA. y kagome: TE MAQUILLAREMOS! ;)
Sango: siii, de todas formas ;)
Kagome: jajaja
bueno, chicas
Rin: te veras aun mas linda (L)
Ayame: esperenme!
Inuyasha le estaba hablando en otra ventana de MSN.
MSN:
Inuyasha: linda, les dije a los chicos que te agregaran a Facebook. dame los Facebook de tus amigas, con Sesshoumaru las agregaremos :)
Ayame: ok :) Kagome Higurashi, Sango Baisotei y Rin Erizawa
Inuyasha: gracias! (K) acepta las solicitudes! (koga penso que eras hermosa)
Ayame: jajaja esplendido ;)
Entonces, volvió a la conversación con las chicas para avisarles y se entusiasmaron con la idea de salir con ellos aún más.
Ayame aceptó las solicitudes, y de inmediato se percató de que Koga estaba conectado. Lo dejó así, sólo se dedicó a mirar sus fotos y las cosas de su muro. Continuó hablando con las chicas, cuando él tomó la iniciativa.
Chat de Facebook:
Koga: hola, ayame :)
Ayame: hola :)
Koga: espero no te moleste que te tenga en Facebook sin conocerte aun...
Ayame: jajaja tranquilo, no hay problema ;)
Koga: jajaja genial :)
Así continuaron su primera conversación, cargada de química y magia. Ambos se sintieron muy a gusto conversando aunque fuera por Chat, y depronto ansiaban que llegara el día siguiente para verse en persona.
Al día siguiente, acordaron juntarse a eso de las 5 en los estacionamientos. Las chicas se reunieron una media hora antes de la hora acordada, y fueron a los baños a prepararse. Sango maquilló a Kagome, siendo aconsejada por Ayame y Rin. Kagome sólo usaba maquillaje para ocasiones especiales, pues pensaba que se veía mejor al natural y éso era verdad, pero las muchachas pensaban que se vería mejor con algo de maquillaje. Todas estaban guapísimas, en verdad iban a pasarla genialísimo.
Ayame traía puesto un enterito ligeramente ajustado, strapless con short, en negro con flores blancas y con gris. La parte de arriba tenía un bolado y el short llevaba una delgada pretina para afirmarlo. En su hombro izquiero, siguiendo su clavícula, lucía el tatuaje de un colibrí en pleno vuelo, en tonos azul, verde esmeralda y celeste. En los pies, llevaba unas sandalias bajas abotinadas en gris y un bolso cruzado negro. Su cabello iba peinado en una trenza que nacía por sobre su oreja izquierda y caía sobre su hombro derecho, dejando sus flequillos libres. Sus ojos iban cargados al rímel y sus labios, de un intenso rojo.
Terminaron de maquillar a Kagome, y en realidad estaba bellísima. Las demás retocaron sus maquillajes y esas cosas, y luego partieron a los estacionamientos. De lejos se escuchaba a los chicos hablando y riendo. Ellas venían cuchicheando y riendo nerviosas en silencio, y ellos pudieron notarlo de inmediato. Koga mantuvo su mirada en Ayame y ella no la despegó de él, hasta que se saludaron.
Él era... demasiado guapo. Lo que lo hacía así era su piel morena, su 1,83 de altura, sus ojos celestes y su hermosa sonrisa. Vestía una musculosa blanca, unos short sueltos de jeans y unas Adidas con caña blancas con negro. Su cuerpo era delgado y fibroso, y tenía tatuajes al igual que ella. En el costado izquierdo de su cuello, llevaba un tribal negro. En su brazo izquierdo, desde la muñeca al codo, llevaba una partitura de música y todo con notas, y flameando junto a pequeñas estrellas. En su brazo derecho bajo su hombro, un lobo ahullándole a la luna. Por último, en su pantorrilla derecha, un tigre bajando.
A su vez, él encontró en ella a una diosa en cuerpo de mujer. Muy encantadora, atractiva y sensual, se veía mejor en persona que por fotos. Además, olía delicioso, tenía una voz dulce y sensual y unos dientes muy blancos.
Luego de que todos se saludaran e intercambiaran algunas palabras, comenzaron a discutir sobre el lugar al que irían. Pronto decidieron asistir al J Rhythm, un bar-discoteca en uno de los barrios bohemios más concurridos de Tokyo, el que tocaba reggae, dancehall, rap y hip hop.
Camino en el auto de Ayame, a ésta última se le había olvidado preguntarle algo a las chicas, antes de meter la pata.
-Chicas, quisiera preguntarles algo- les dijo depronto, interrumpiendo sus risas. Todas la miraron tranquilas pero algo extrañadas.
-Dinos- le dijo Sango.
-¿Alguna de ustedes consume marihuana?- preguntó. Rin y Kagome se miraron entre ellas, mientras que Sango rió levemente.
-¿Por qué, trajiste algo?- le preguntó. Ayame rió junto a ella.
-Mis hermanastros y yo tenemos algunas plantas criadas de forma natural, y Sesshoumaru secó algo ayer.
-Genial, veremos como está. ¿Y ustedes, chicas?- les preguntó Sango a Kagome y a Rin.
-Yo nunca la he probado, pero no niego cierta curiosidad- reconoció Rin.
-Pues yo tampoco la he probado, y prefiero dejarlo así- dijo Kagome.
-Está bien, chicas. Nadie las obligará aquí. Y Rin, cuando quieras probarla, puedes quedarte a dormir en mi casa y cuidaré de tí por si te pasa algo. Tú sabes, todos reaccionamos distinto- explicó Ayame, y Rin le sonrió.
-Gracias, linda- le dijo, y luego continuaron hablando de otras cosas.
Llegando al bar, se estacionaron, se encontraron, escogieron una larga mesa adentro con unos largos sillones y tomaron asiento. Ayame y Kagome quedaron juntas, al lado de ésta última estaba Inuyasha, lo seguía Sesshoumaru, luego Rin, Sango, Miroku y finalmente Koga, volviendo al lado de Ayame. De inmediato pidieron jarras grandes de cerveza para todos, y entonces se pusieron a conversar entre ellos.
Koga y Ayame encendieron sus cigarros y comenzaron a conversar de inmediato. La química y la magia alrrededor de ellos se multiplicaba por mil ahora que estaban lado a lado. Se contaban cosas sobre ellos y sobre su vida, y se coqueteaban mutuamente.
Mientras tanto, los chicos pasaban por momentos parecidos, pero no iguales. Kagome estaba interesadísima en Inuyasha, y a él sólo le parecía linda y simpática, por lo que se mostraba más que nada jactancioso. Sango hacía lo posible por atraer a Miroku y lo estaba logrando, y él pensaba que ella era la más hermosa, pero también las demás estaban buenas. Rin y Sesshoumaru eran los más normales. Apesar de que ella se sentía muy atraída hacia él, ambos hablaban lo justo y necesario, y en verdad él no parecía muy entretenido que digamos.
Cuando llegaron las cervezas, todos comenzaron a soltarse y pronto a Ayame se le hizo agua la boca por fumar marihuana.
-Oye, ¿y tú fumas?- le preguntó a Koga. Él asintió -Mis hermanastros trajeron algo de nuestro cultivo personal- alardeó ella en tono de broma, y rió junto a Koga. Miró a Inuyasha, y le hizo un gesto disimulado. Él le devolvió la mirada, ella le hizo el gesto técnico de cuando se fuma marihuana y él entendió de inmediato. Buscó en el bolsillo de su jean y sacó un paquetito pequeño pero grueso y se lo entregó. Ella le guiñó el ojo y se lo pasó a Koga.
-Se me hace que es harto- comentó el chico, y lo olió, mientras ella buscaba algo en su bolso -Huele bien- dijo, y ella sacó un paquete de smokings.
-¿Lo haces tú o yo?- le preguntó ella, coqueta.
-Deja verte cómo lo haces- le contestó él, seductor. Ayame le guiñó el ojo, y entonces se puso a "fabricar".
A eso de las 9, no había ninguno que no estuviera medio borracho o volado, en el caso de Ayame, Koga, Inuyasha, Sesshoumaru, Sango y Miroku. Kagome debía irse o su madre iba a estar muy preocupada, por lo que le dijo a Ayame sobre ésto. Y bueno, en verdad todos tenían que irse, ya era suficiente como primera ocasión que se reunían.
-¿Podría irme contigo?- le preguntó Koga a Ayame, sonriéndole. Ella le devolvió la sonrisa y le guiñó un ojo. Habló con Inuyasha para que por favor se llevara a Kagome, y le pidió a Sesshoumaru que se llevara a Rin, Sango y Miroku.
Todos se despidieron, Ayame se subió al volante y Koga en el asiento del copiloto.
-Iría a algún lugar a comer algo, maldita marihuana que me da hambre- se quejó apenada Ayame, riendo levemente mientras partían.
-Detengámonos en algún lugar, yo invito. También tengo hambre- ofreció Koga, luego de reír junto a ella y volvieron a reír.
-Podríamos comer en Subway, a los dos nos gusta- recordó ella, era uno de los gustos que tenían en común en cuanto a comida.
-Será exquisito.
Ayame demostró su habilidad tras el volante apesar de estar drogada y algo borracha, y en unos momentos se vieron entrando a un Subway relativamente lleno. Ella pidió el sandwich de atún pues lo adoraba, y él, el de carne. Se sentaron en una mesa algo apartada, muy cerca el uno del otro. Cualquiera que los veía, hubiera pensado que eran novios. Por unos momentos, sólo cruzaban miradas y se reían avergonzados de lo hambrientos que estaban, sin cruzar una palabra. Cuando iban en la mitad, Koga notó que Ayame tenía la comisura de los labios manchada con mayonesa y en un suave gesto, la limpió con su servilleta. Ella se sonrojó y se le acercó para besarlo coqueta y suavemente en la comisura de sus labios. Koga se estremeció y se sonrojó mucho más que ella, y continuaron comiendo en silencio, pero ahora más calmos, y casi sin parar de mirarse.
Al terminar, Ayame suspiró de lo satisfecha que estaba y Koga rió, lo que hizo reír también a ella. Después, terminaron de tomarse sus bebidas.
-Wow, estaba sabroso- dijo Kouga, hechándose hacia atrás.
-Sí, muchas gracias- le dijo ella e iba a besarlo nuevamente, cuando Koga se adelantó y la besó en la boca. Quedaron mirándose de cerca por unos segundos, Ayame estaba sorprendida pues le derretía que le robaran besos. Se miraron las bocas, y Koga esperaba con ansias a que ella le devolviera el beso, a lo que ella apretó sus labios contra los suyos. Pronto, abrieron sus bocas en un acto reflejo y comenzaron a explorar sus bocas y a acariciarse las lenguas suave y profundamente. Los escalofríos recorrían sus cuerpos al tiempo en que se daban cuenta de lo bien que el otro besaba. Al final del beso, Ayame le mordió el labio fuerte y traviesamente.
-Ouch, eso duele. Pero me gusta- rió leve y seductoramente Koga, lo que hizo reír también a Ayame. Ambos permanecían sonrojados
-Esperaba que me besaras.
-¿En serio?
Ayame sólo asintió, y le acarició el rostro.
-Yo también lo esperaba, y ahora espero mucho más- dijo él, lo que impresionó a Ayame y la hizo sonrojarse aún más -Me sentí atraído a tí desde que ví tu foto en Facebook. Eres una delicia- reconoció.
-Y tú- reconoció ella también, el le acarició el rostro y volvieron a besarse.
Pasaron otros momentos más así, y decidieron irse. Koga enlazó su mano con la de ella sorpresivamente, como si fueran novios. Ayame se sintió aún más a gusto así, y volvieron al auto.
-¿Te dejo en tu casa?- le preguntó, luego de que se pusieran sus cinturones.
-No, no. Sólo déjame en el centro y tomaré un autobus- contestó él.
Y la chica lo hizo, pues en unos momentos encontró lugar para estacionarse en el centro de Tokyo. Koga se sacó su cinturón y se acercaron para besarse, de forma suave y profunda. Se estaban deseando y atrayendo tanto, que Koga se la hubiera llevado a otro lugar donde estuvieran solos. Pero de un momento a otro, ambos sentían que era mejor dejar que las cosas fluyeran su curso y de hecho, se sentían muy a gusto así.
-Te llamaré cuando llegue, nena. Ve con cuidado- le dijo él, disponiéndose a bajarse.
-Bueno, que llegues bien a casa- se despidió ella con un movimiento de su mano. Koga se bajó y al caminar, se daba vuelta riendo a mirarla a cada momento, y Ayame no lo perdió de vista desde su auto.