¡hola!
Gracias por sus comentarios ^^ Aquí está la segunda parte del cuarto capítulo.
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Canciones:
Karin (En violín) – Cuatro estaciones de Vivaldi.
Matsuri – This Is Me (versión en español) de Demi Lobato.
Naruto y Hinata – Eres La Música En Mí (versión en español de you are the music in me de High School Musical) por Paulina Holguín y Roger.
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Aquel día las horas habían pasado muy rápido y cuando menos se dieron cuenta, los clubes ya comenzaban. Los chicos del club de música se encontraban entrando a su salón.
—Por cierto ¿Cuándo fue que volviste Karin, y por qué no nos habías dicho nada? – Interrogaba Ino, quien miraba de reojo como su novio parecía embobado con la chica Hyûga, lo que ciertamente no le agradó en lo más mínimo.
—Bueno, hace como una semana pero tuve problemas con la inscripción en la escuela y eso, y bueno no les dije porque era sorpresa – Respondió la chica pelirroja, cruzándose de brazos y volteado a ver a cierto chico en específico, el cual también la miró y esbozó una pequeña sonrisa —. Y díganme algo… ¿Sasuke tiene novia?
—No – Fue Sakura quien le contestó, pero con el ceño fruncido. Ahora que lo recordaba Karin siempre había estado enamorada de Sasuke, así como ella, de hecho ellas tres se hicieron amigas por haber sido "fans" de Sasuke.
Karin notó el tono áspero que usó Sakura para responderle, verdaderamente se notaba que no le caía nada bien que a ella le gustara Sasuke, pero no le veía nada de malo al tema, porque Sasuke era soltero y sin compromisos, además si no se fijaba en su amiga y en ella sí Sakura no tenía por qué reclamarle.
—Bueno, cambiando de tema – La chica de lentes miró a sus amigas, pero más atrás divisó a un sujeto que no había visto nunca. Sonreía como un idiota y no para de mirarla ¿Acaso era algún bicho raro o algo por el estilo? —. Chicas… ¿Quién es el idiota de allá?
Las dos se dieron la vuelta y le reconocieron enseguida.
—Oh, él es Suigetsu Hozuki, llegó hace no mucho, pero es un buen chico – Dijo Ino, sin embargo su descripción del chico no convenció del todo a Karin, quien lo veía con muy malos ojos pues le ponía nerviosa que la mirara tan fijamente.
Matsuri estaba sentada muy derecha y muy nerviosa, sabía que hoy sí o sí debía tocar el piano y cantar frente a sus compañeros, pero no tenía idea de lo que iba a hacer, no sabía si sería capaz. Miró hacia donde estaba su amiga Hinata, quien discutía por teléfono con alguien.
—Dios… ¿Qué haré? – Se preguntó bajando la mirada.
—¿Te refieres a tu presentación de hoy? – Escuchó una voz a su costado, una voz grave y masculina que la hizo temblar por completo, pues sabía perfectamente a quien pertenecía. Se volteó mecánicamente y notó como ese chico pelirrojo ocupaba el asiento vacío junto al suyo.
La miraba fijamente, como si quisiera descubrir algo en ella que nadie hubiera visto, pero al cabo de unos segundos, una pequeña sonrisa se delineó en sus labios.
—¿Por qué me ves así? No muerdo ¿Sabes?
—P-perdón… - Matsuri bajó la mirada totalmente avergonzada. Estaba sonrojada y su corazón otra vez estaba agitado, pero se suponía que debía disimular aunque sea un poco o él se daría cuenta de lo que sentía cada vez que lo tenía cerca —. G-Gaara-sam… -san… ¿Qué haces aquí?
—Sólo llámame Gaara, y la respuesta a tu pregunta es que… sólo quería agradecerte por lo de hace rato – Dijo desviando la mirada hacia otro lado para ya no mirarla. No entendía por qué, pero se le hacía muy fácil hablar con ella y a la vez era muy complicado, porque la frágil presencia de ella lo hacía sentir nervioso.
—N-no hay de qué… yo sólo dije lo que me pareció de tu canción… me gusta… me gusta mucho tu voz… - La castaña finalmente se atrevió a mirarlo, al mismo tiempo que él lo hacía con ella, por lo que ambos se vieron fijamente en ese instante.
—
Los ojos de Gaara… son tan hermosos… - Pensó Matsuri, sin darse cuenta que aún seguía viéndole fijamente, sin apartar la mirada a pesar de que jamás había sido capaz de algo así.
Hinata terminó su llamada y se acercó a su amiga, la cual parecía en un trance junto con ese chico del grupo de Naruto. Al principio se sorprendió un poco, pero al darse cuenta de la mirada de Matsuri lo notó enseguida; ella estaba enamorada de ese chico.
—Disculpen, Matsuri-chan… ¿Gaara-san cierto? Ya va a empezar la clase – Les avisó algo apenada por tener que interrumpir ese momento.
Matsuri se dio cuenta de lo que había pasado y enseguida se volteó aún más roja que antes, mientras que Gaara se paró también algo apenado y le dio la espala a las dos chicas, dispuesto a marcharse, pero antes decidió decir unas últimas palabras.
—Oye, no tengas miedo de estar en un escenario, eres muy talentosa – Y sin más se alejó unos cuantos pasos, hacia donde estaban Naruto y Sasuke esperándole, hablando muy animados con Suigetsu Hozuki.
Matsuri estaba sorprendida ¿De verdad Gaara acababa de decirle que era talentosa? Alguien tan perfecto como él…
—Matsuri-chan, perdón por interrumpir tu momento especial pero ya viene Kakashi-sensei – Se disculpó Hinata, sentándose en el lugar que segundos atrás ocupaba Gaara. Matsuri la quedó mirando y, volvió a sonrojarse al darse cuenta de lo que acababa de decir Hinata.
—N-no era ningún momento especial, sólo estábamos hablando…
—Sí, lo que digas – Dijo la ojiperla, sin dejar de sonreír. Era obvio que no le había creído una sola palabra a Matsuri, bastaba con mirarla para darse cuenta de que se derretía sólo con ver a Gaara, y con justa razón, el chico estaba como para comérselo, aunque ella ya había conocido a un montón de jóvenes así de guapos en sus giras.
—¿Y que hacías tan juntito con Matsuri-chan, eh Gaara? – Interrogó Naruto apenas el pelirrojo llegó junto a ellos, pero éste le ignoró olímpicamente desviando la mirada.
—No te importa.
—Oye, no me vas a decir que te nos has enamorado ¿O sí? – Bromeó ésta vez Sasuke, podía ser un amargado y todo, pero pagaría por ver a Gaara cabreado.
—Ya les dije que no es de su incumbencia – Respondió cortante el chico, aunque en ningún momento negó la afirmación hecha por Sasuke.
—Bueno, dejen a ese amargado en paz y mejor hablemos sobre lo del grupo – Les interrumpió Suigetsu, captando la atención de los tres muchachos —. ¿Ya decidieron a quien van a poner de baterista? Yo lo sería encantado, pero ya saben que tengo mi banda.
—Ahora que lo dices es cierto… - Naruto se llevó una mano a su mentón en pose pensativa, hasta que recordó lo de ayer, como habían sonado perfectamente bien con ese chico nuevo, el cual ahora estaba sentado unas sillas más atrás —. ¿Y si le preguntamos a Sai?
Gaara y Sasuke sólo miraron a Sai, la verdad no era una mala idea preguntarle si quería ser parte del grupo, después de todo no creían encontrar a alguien tan bueno y menos faltando tan poco para el domingo.
—¡Buenas a todos mis alumnos! – Saludó Kakashi muy animado, parecía que le acababan de renovar la pila. Se sentó en un puesto delante de todos, revisando la lista que traía en sus manos —. Bien, hoy pasarán adelante quienes me faltaron ayer… - El peli plata notó un nuevo nombre en su lista, se trataba de una mujer —. ¿Karin?
La nombrada se puso de pie sonriente, llevando consigo un instrumento que nadie más había tocado; se trataba de un violín.
—Oh, así que tocarás el violín… - Dijo Kakashi algo sorprendido, a lo que ella asintió con la cabeza, parándose en medio del escenario.
—Así es, tocaré "cuatro estaciones, invierno" de Vivaldi – Declaró la chica, comenzando a tocar inmediatamente después de sus palabras.
Cerró sus ojos, dejándose llevar por la música que estaba interpretando, sorprendiendo a todos con lo maravillosamente bien que tocaba ese instrumento.
—
Vaya, la pelirroja no es tan torpe como parece… - Pensó Suigetsu, sonriendo complacido al observar tal talento en esa chica.
Cuando Karin acabó todos aplaudieron admirados y Matsuri supo que era ahora o nunca, era su turno de pasar al frente y lograr brillar como no había podido ayer; hoy tenía que hacerlo.
—
No voy a decepcionarlo… no lo haré… - Pensó decidida. Se levantó apenas escuchó su nombre, con una mirada de determinación que antes no tenía.
—Suerte – Le susurró Hinata con una sonrisa. Ella estaba acostumbrada a estas cosas, pero sabía que al principio era difícil, para ella también lo había sido.
—Bien, Matsuri ¿Hoy con que nos deleitarás? – Preguntó Kakashi mirando a la castaña, tratando de transmitirle confianza para que no sucediera lo de ayer, no quería ver fracasar a su alumna nuevamente, él adoraba verlos a todos triunfar, haciendo lo que querían de verdad.
—Esta es una canción que yo… que yo compuse hace tiempo… - Dijo Matsuri algo nerviosa, sentándose frente al piano una vez más —.
Una vez oí que si sientes nervios de hacer algo frente a mucha gente, debes cerrar los ojos e imaginar que estás sola… - Pensó cerrando los ojos, por lo que soltó una pequeña sonrisa —.
Estoy sola… No… él está conmigo, a mi lado… Gaara…Por un momento miró al pelirrojo, fue sólo un segundo, pero él lo notó, y fue entonces que ella comenzó a tocar en el piano una suave melodía, agregando segundos después su dulce voz.[/color]
Desde muy niña siempre actué
Con timidez
Con el miedo de decir
Todo de una vez
Todos se habían quedado en silencio oyéndola, su voz era muy suave y no sonaba muy fuerte, pero eso cambió en un momento en que el volumen de su voz aumentó.
Tengo un sueño en mí
Que brillando está
Lo dejare salir
Por fin tú sabrás
.
Lo que soy, es real
Soy exactamente la que debo ser hoy
Deja que la luz, brille en mí
Ahora sí, sé quien soy
No hay manera de ocultar
Lo que siempre he querido ser
Lo que soy
Parecía una especie de revelación, como si con esto estuviera afirmando que abandonaba su timidez y que de ahora en adelante afrontaría todo lo que le esperaba, era por eso que se sentía tan bien, finalmente no tenía miedo, así que abrió sus ojos para mirar a sus compañeros, sonriéndoles cálidamente.
Sabes lo que es estar
En este oscuridad
Con un sueño de alcanzar
Ser estrella y brillar
.
Que parece estar
Tan lejos hoy de aquí
Tengo que creer
En mí
Solo así sabré
Nadie pensó que esa tímida jovencita tendría tal talento.
Lo que soy, es real
Soy exactamente la que debo ser hoy
Deja que la luz, brille en mí
Ahora sí, sé quien soy
No hay manera de ocultar
Lo que siempre he querido ser
Lo que soy
Los miró a todos de nuevo, pero en el fondo sólo lo estaba viendo a él, esperando que él entendiera sus palabras. Y Gaara sabía que ella le estaba hablando, que ella estaba diciéndole todo eso a él y nadie más. Era extraño lo que ella le producía; una sensación de calidez inexplicable, que le hacía querer estar muy cerca de su persona, verla sonreír como lo hacía ahora. Era simplemente irresistible el deseo de querer conocerla un poco más.
Eres esa voz que habita en mí
Por eso estoy cantando
Quiero encontrarte
Voy a encontrarte
.
Eres lo que falta en mí
Canción dentro de mí
Quiero encontrarte
Voy a encontrarte
.
Lo que soy, es real
Soy exactamente la que debo ser hoy
Deja que la luz, brille en mí
No hay manera de ocultar
Lo que siempre he querido ser
Lo que soy
Y finalmente terminó, recibiendo un fuerte aplauso por parte de todos, lo que la hizo volver a la realidad y darse cuenta de que por fin había dejado de tener miedo, había cantado y tocado el piano frente a todos sus compañeros y ellos no se burlaron, al contrario, la halagaban por eso, porque lo había hecho muy bien.
—
Muchas gracias Gaara… si no fuera por ti… si no fuera por las fuerzas que me has dado seguramente yo no hubiera sido capaz… por eso yo… te amo – Matsuri sonrió alegremente, regresando a su asiento con energías renovadas.
—Muy bien, así se hace Matsuri-chan – La felicitó Hinata sonriente, a lo que su amiga sólo asintió con la cabeza.
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El viernes en la noche había llegado casi sin que lo notaran y tal y como lo había anunciado Ino, hoy saldrían a divertirse un rato ya que las clases los tenían hartos a todos.
—¿Estás segura de que Sasuke-kun viene? – Preguntó Sakura por quinta vez, haciendo que Ino entornara los ojos ante su insistencia; en verdad ya la tenía cansada con el tema de Sasuke de allá para acá, parecía un disco rayado.
—Ya te dije que sí, Naruto me llamó y me dijo que venía con Sasuke y Gaara, y no sé quien más – Volvió a responder algo aburrida.
Las dos estaban sentadas en un parque de la ciudad. El cielo estaba oscuro y las luces eléctricas iluminaban el lugar, haciéndolo bastante agradable.
—Que bien… - Dijo Sakura soltando un suspiro. A veces se sentía como una de esas fans sicópatas de Sasuke ¿Pero que podía hacer? Estaba loca por él, quería que Sasuke la notara aunque sea un poco, por eso hoy se había arreglado de manera especial.
Su cabello largo lo había amarrado en una coleta baja, ya que siempre lo traía suelto ahora había decidido tomarlo. Sus ojos jades estaban levemente delineados de negro. Usaba una blusa color turquesa y una pollera corta de mezclilla.
Ino por su parte usaba un jeans blanco, bastante ajustado al cuerpo y una remera color negro que dejaba al descubierto sus hombros. Su cabello estaba amarrado como siempre, luciendo más su cuerpo.
—Buenas – Se acercó Kiba, tomando a Ino del mentón para darle un beso en los labios. La rubia le rodeó por el cuello y correspondió a su beso, sonriendo luego de separarse mientras Sakura les veía con cierto fastidio.
El castaño usaba un jeans azul oscuro y encima una remera musculosa de color negro con letras rojas estampadas en el pecho.
—Que bueno que has llegado amor, te tardaste un poco – Le regañó la rubia abrazándolo, parecía una verdadera tonta cuando estaba con él, porque quería demostrarle cuanto lo quería.
Kiba sólo la abrazaba en silencio, pero en su mente había otra persona, alguien a quien se moría por ver esta noche.
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Matsuri estaba asombrada observando aquella enorme e imponente mansión donde se encontraba ahora. Si sólo con el jardín se había quedado pasmada, ahora que estaba dentro estaba realmente maravillada.
—La casa de Hinata-chan es increíble… - Susurró para sí misma. Estaba esperando a su amiga en el recibidor, ya que ambas habían sido invitadas por Ino habían decidido asistir juntas y como Matsuri no tenía forma de regresar después, Hinata le había ofrecido pasar la noche en su "casa".
—Perdona la espera, Matsuri-chan – Saludó la joven Hyûga luego de haber bajado las escaleras, alumbrando el ambiente con su refinada presencia. Matsuri sonrió, bajando la mirada luego de unos segundos —. ¿Uh, que pasa?
—Hinata-chan, perdón por pedirte que me prestes algo… es que yo no tengo nada decente que usar…
—No hay problema, para mí es muy agradable compartir mis cosas contigo, por favor sígueme a mi cuarto – Ofreció amablemente la Hyûga, a lo que Matsuri sólo asintió con la cabeza. De verdad aún le parecía increíble haberse hecho amiga de alguien como ella, una persona tan admirada y linda, deseaba ser como Hinata.
Por otro lado Hinata estaba feliz, era la primera vez que traía a una amiga a su casa, le gustaba pensar en que podía hacer ahora que tenía a alguien con quien compartir sus cosas, tal vez le contara sobre lo que estaba pasando con cierto rubio insoportable.
Cuando Matsuri vio el cuarto de Hinata tuvo que parpadear varias veces para comprobar que no estaba alucinando, pues era un lugar realmente precioso y bien decorado, como la habitación de una princesa. Ella no tenía cosas de ese tipo, a pesar de lo mucho que su madre trabajaba el dinero no alcanzaba para tener lujos, por eso deseaba algún día poder retribuirle todo lo que ella le daba.
—Bien, Matsuri-chan ¿Qué vestido vas a escoger? – Preguntó la ojiperla, abriendo una puerta que daba a una habitación contigua, absolutamente repleta de ropa y colgadores ¿Eso era un armario?
—Santo cielo ¡¿Cuántos vestidos tienes ahí, un millón?! – Exclamó totalmente asombrada Matsuri, mientras a Hinata le aparecía una gotita en la frente debido a la graciosa expresión de la castaña.
—Yo no diría que tantos… - Fue todo lo que dijo, pero la verdad es que Matsuri no estaba tan alejada con su cifra, Hinata tenía todo tipo de ropa porque siempre debía lucir bien, había incluso algunas cosas que sólo había usado una vez y después se acumulaban en ese cuarto sin que las volviera siquiera a mirar —. Ya sé, para que la próxima vez no te tenga que prestar algo, te regalaré algunas de mis cosas ¿Te parece?
—P-pero eso es demasiado, no puedo aceptar algo así…
—Vamos, si yo ni las uso, a ti te pueden servir más que a mí – Insistió Hinata, a lo que Matsuri no pudo volver a negarse pues de verdad que Hinata tenía unas cosas preciosas, y si se las daba tan desinteresadamente…
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Naruto, Gaara, Sasuke, Suigetsu y nada menos que Sai, iban rumbo al parque a reunirse con sus amigos. El último iba tan callado como el pelirrojo y eso desesperaba un poco a Naruto, que se supone lo había invitado para hablar sobre lo de unirse al grupo, de hecho lo habían comentado ya con él y quedó en que lo pensaría durante esta noche.
—Bueno, Gaara y Sai, digan algo que me estoy volviendo loco con tanto silencio – Habló de pronto el rubio, rompiendo el tenso ambiente, aunque ambos muchachos lo ignoraron y Sasuke soltó un suspiro, mientras Suigetsu reía divertido.
—Oh, déjalos, sabes que con Gaara no funcionará, y Sai parece ser de los mismos – Opinó el albino.
Naruto se llevó ambas manos a la nuca y siguió caminando, tratando de ignorar a ese par de aburridos, y no es que Sasuke hablara mucho tampoco pero al menos era un poco más sociable, era cierto que Sasuke de amargado tenía mucho, sin embargo hablaba con las personas, no como Gaara que sólo lo hacía cuando era necesario.
Al menos venía Suigetsu, él era de esos que tampoco se callaban nunca, así como él.
—Bueno, ya estamos llegando – Volvió a hablar Naruto, quien al mirar hacia el lugar donde les esperaban Ino, Kiba y Sakura, se quedó maravillado con la imagen de la peli rosa. Su corazón bombeaba mucho más rápido y sus mejillas estaban levemente sonrojadas, porque verdaderamente estaba enamorado de ella y quería estar a su lado, sin importar qué, quería estar a su lado.
—
Sakura… luce muy bien – Pensó Sasuke al observarla. Nunca se fijaba mayormente en ella, no le prestaba atención a su persona, pero hoy no podía dejar de verla, algo en ella la hacía ver inusual, no como siempre.
—¡Hola chicos! – Les saludó alegremente la Haruno, bajando la mirada y sonrojándose un poco al mirar al azabache —. Hola Sasuke-kun.
—Hmp, hola – Desvió la mirada luego de haber respondido, de alguna forma no le gustaba como ella le miraba, parecía tan feliz de verlo, de tenerlo cerca, y ese era un sentimiento demasiado dulce para él; odiaba el dulce.
—¿Quién más nos falta? – Preguntó Naruto algo desinteresado.
—Falta la chica idol, Ino la invitó a ella y a su amiga, oh y Shikamaru, Chouji y Shino – Respondió Sakura, sin dejar de mirar a Sasuke ni un segundo.
—¿Y a mí no me nombras pelo de chicle? – Se escuchó una voz femenina a espaldas de todos. Los chicos se voltearon y pudieron observar a la recién llegada, Karin, quien vestía con una blusa cómoda de mangas cortas y un jeans desgastado de color negro.
—Pero si eres tú, no pensé que venías, siempre has sido una antisocial – Habló Sasuke con indiferencia, logrando molestar a la pelirroja, quien le dio un pequeño golpe en el hombro, sonriendo forzadamente.
—¿Pero qué cosas dices Sasuke? Me vas a hacer molestar – Todos reían ante la escena, típica de dos amigos como ellos, porque era así, la única amistad del sexo femenino que tenía Sasuke era Karin, muy a pesar de todas sus fans. Era bien sabido lo que la pelirroja sentía hacia el Uchiha, pero lo de ellos no había pasado de la relación de amigos que llevaban.
—Bueno… - Naruto desvió la mirada y soltó un suspiro ¿Así que Hinata venía? Bueno, al menos podrían hablar un poco sobre lo que sucedería en dos días, ya que al fin el domingo sería la entrevista con la mánager de la ojiperla y estaba algo nervioso por eso —. Chicos, mientras tanto nos vamos yendo ¿Les parece? Los demás seguro saben donde buscarnos.
—Sí, es lo mejor – Opinó Ino, estando de acuerdo con su primo, a quien guiñó un ojo en forma de complicidad, señalando a su amiga rosada sin que ésta se diera cuenta y provocando un leve sonrojo en el joven de ojos azules.
Todos comenzaron a caminar hacia el lugar en donde celebrarían esta noche el término de la semana escolar, beberían y bailarían hasta ya no poder más, o al menos lo harían los más desatados, porque siempre había quien se quedaba sentado toda la noche sin hacer nada.
El sonido de un teléfono móvil se escuchó y fue Gaara quien respondió, algo fastidiado.
—Te dije que no te quería ver ahí, oh vamos no soy un niño – Refunfuñaba molesto al teléfono. Tanto Naruto como Sasuke supieron al instante que se trataba de su hermana mayor, quien más parecía su madre —. De acuerdo, es en el karaoke que está cerca del centro comercial. No, no volveré hasta muy tarde así que no me esperes, que no, te lo advierto, no vengas a buscarme – Y sin más el pelirrojo cortó la comunicación.
—Temari-san se preocupa demasiado ¿No crees?
—Así es Naruto, ella cree que por ser la mayor tiene el derecho de ser como mi madre, pero para mí no es así – Gaara desvió la mirada y no volvió a hablar durante todo el camino, mientras que Naruto recordaba vagamente algunas cosas sobre su propia madre, a quien también había perdido trágicamente.
A veces no entendía a su amigo, al menos él tenía a alguien que se preocupaba por su bienestar, pero Naruto… ¿A quien tenía Naruto? Su padre no le hacía el menor caso, sólo se la pasaba trabajando y cuando le hablaba era para regañarlo. Podía decir que contaba con su padrino Jiraiya, pero eso no era lo mismo.
—
Madre… te extraño, aunque sé que estás feliz aún no puedo dejar de pensarte… - Naruto soltó un suspiro y continuó el camino junto a sus amigos.
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—Oh… - Exclamó sorprendida Matsuri cuando tanto ella como Hinata llegaron al lugar de reunión con sus amigos. Era una especie de disco, pero que además contaba con bar y karaoke para la entretención, así como conciertos en vivo.
—Tampoco había venido a un lugar así, estoy algo sorprendida – Dijo Hinata, bajando los lentes oscuros que cubrían sus claros ojos perla.
Las dos estaban paradas frente a esa construcción, observándola fijamente. La Hyûga llevaba el cabello tomado en una coleta baja, que caía sobre su hombro derecho, mientras que usaba un bonito vestido color aguamarina, que le llegaba justo a las rodillas y tenía una graciosa caía en A desde la cintura. Encima llevaba una chaquetilla blanca y usaba sandalias de color negro. La verdad es que no era fácil reconocerla, cuando no usaba su ropa llamativa y ocultaba sus ojos claros, podía verse como cualquier otra joven normal.
Matsuri mientras tanto llevaba puesto un vestido de tirantes color vino, el cual iba algo ceñido al cuerpo, especialmente en la cintura y las caderas, pero desde ese punto caía suelto hasta más arriba de las rodillas. También llevaba unas calzas negras, cubriendo sus piernas hasta la pantorrilla. Un pequeño lazo cruzaba justo debajo de su busto y además llevaba botines de color negro. Su cabello iba suelto, igual que siempre, aunque de cierta forma se veía distinta.
—Bueno, será mejor entrar – Hinata tomó la mano de su amiga y la jaló hacia el interior del local. Ambas estaban un poco nerviosas, ninguna solía asistir a ese tipo de lugares, aunque se sintieron mejor al ver a sus compañeros de escuela.
—Vamos ahí, Hinata-chan – Le dijo Matsuri, alzando su mano para saludar a Ino y Sakura, quienes agitaban sus manos a modo de saludo para hacerse notar.
Las dos jóvenes llegaron frente a sus compañeros de clases, llamando sobre todo la atención masculina, podría decirse que eran una especie de rareza entre todas esas chicas. Naruto no podía despegar su vista de aquella chica, Hinata lucía verdaderamente hermosa, más de lo normal, pero él no era el único que la miraba.
A pesar de estar abrazando a su novia, los ojos de Kiba sólo podían verla a ella, a la idol que robaba ahora todas las miradas de los presentes en ese lugar. Tal vez más de alguno la había reconocido, pero viéndola tan acompañada no se atreverían a acercarse.
—Gracias por habernos invitado Ino-san, Sakura-san – Les dijo Hinata, sonriéndole cálidamente a las dos chicas, que respondieron con otra sonrisa.
En ese momento la castaña se sintió observada, desvió unos centímetros la mirada hacia su costado y pudo notar los ojos fijos de esa persona que le hacía suspirar sobre sí misma. Se sintió avergonzada entonces, así que simplemente miró hacia otro lugar, tratando de ignorar la presencia de Gaara.
—
Aún hace eso… ¿Por qué ella me evita? No me gusta que lo haga – Pensó el pelirrojo, también desviando la mirada luego de unos segundos, sin comprender por qué se sentía necesitado de la atención de esa tímida joven, que por lo demás lucía preciosa esa noche.
Las recién llegadas se sentaron junto al grupo, mientras que se oía como un tipo hablaba un par de cosas en el escenario, hasta que de pronto unos chicos salieron a cantar, pues acababa de comenzar el karaoke.
—Que problemático, cantan peor que mi madre – Dijo cierto pelinegro, llegando al grupo junto con los demás faltantes. Se sentó al lado de Ino y Kiba, mientras éstos veían la patética presentación.
—La verdad es que me duelen un poco los oídos, pero hay que soportarlo supongo – Habló Kiba sonriendo, abrazando un poco más fuerte a su novia, quien sólo correspondió el gesto —. Deberían sacar a uno de los chicos, lo harían mejor.
—A mí me parece divertido – Opinó Hinata, soltando una sonrisa al ver la escena de esos chicos dando su mejor esfuerzo, aunque sonaban horrible, lo importante para ella era tener las ganas y la energía para plantarse frente a tanta gente.
—Lo dice una persona que ha estado en miles de escenarios ¿No? – Naruto la miró algo serio, provocando que el ceño de la chica se frunciera —. ¿Por qué no lo intentas?
—Podría hacerlo, pero ya todos me han oído cantar antes ¿Por qué no lo intentas tú? – De pronto el ambiente se sentía tenso, esos dos se miraban y se hablaban con mucha familiaridad, tanto que algunos estaban un tanto sorprendidos por eso.
—Sabes que yo no soy cantante – Respondió Naruto desviando la mirada. Nunca se había tenido fe en ese aspecto, para él lo fundamental era tocar la guitarra y según su propia perspectiva, no tenía una buena voz.
—Oh, pues yo más bien creo que tienes miedo.
Bien, eso había sido un desafío y Naruto no dejaría que nadie le pasara por encima sin hacer algo, si esa Hinata quería, guerra, guerra iba a tener.
—Está bien, cantaré, pero tú lo harás conmigo, claro si te atreves – Dijo con una sonrisa arrogante. Los demás se sentían completamente ignorados, no entendían en qué momento ese par se había olvidado de su existencia y sólo se habían concentrado en sí mismos.
Como respuesta, Hinata se puso de pie decidida y caminó hacia el escenario, tomando en sus manos el micrófono apenas el chico dejó de cantar. Ahora sí que fue reconocida por sus fans, ya que había muchos en el lugar, pero nadie se había atrevido a acercarse al darse cuenta de que su dulce expresión ahora era bastante diferente.
—Mira eso, es Hinata-chan – Murmuraban algunos de los asistentes, pero Hinata ignoraba eso, sólo quería demostrar a Naruto que no le asustaba para nada. Miró al sujeto que se encargaba de lanzar las pistas y mostró cinco dedos, haciendo alusión a que quería el tema número cinco.
El sujeto asintió con la cabeza y, tan pronto como la música comenzó, Hinata mostró su hermosa voz.
Na na na na, si
Eres la música en mí
.
Son las palabras "Había una vez"
Las que hacen que tú escuches
Absolutamente todos le voltearon a ver, mientras ella cerraba sus ojos y una vez más, como tantas veces, dejaba que su instinto le guiara.
Naruto se acercó al escenario, prácticamente arrancando el micrófono de las manos del otro muchacho que lo sostenía, mientras miraba a la ojiperla aún seriamente.
Al soñar puedes encontrar
Un buen momento o final de cuento
[/i]
El rubio subió al escenario, acercando el micrófono a sus labios, posando sus ojos azules sobre la única figura a su lado.
Y comenzó a cantar junto a ella…
Eres la canción
Y la orquestación
Que en mi cabeza
Vueltas da
Hinata se quedó sorprendida por unos segundos, cuando le desafió a cantar jamás se esperó que él lo hiciera tan bien. Naruto no sólo tocaba la guitarra, él también sabía cantar y podía hacer que su voz y la de Hinata sonaran perfectamente en armonía, tanto que los oyentes estaban fascinados con el improvisado dúo.
La voz se oyó (voz se oyó)
Y el ruido no
Y el tema listo esta
Mmm. me llevas tú
Hinata lo miró, sonriendo, cosa que al principio lo desconcertó, pero luego entendió que ella trataba de desafiarlo de nuevo, quería ver si era capaz de seguir su ritmo en el escenario.
La voz de la Hyûga era impecable, lo demostraba cada vez que cantaba ella sola.
Al ritmo de la canción
Siento la conexión
Pero Naruto tampoco se quedaba atrás. La miraba a los ojos y la seguía cuando ella daba vueltas por el escenario como una niña, mostrando esa cálida sonrisa.
Oh, eres la música en mí
Si se siente bien y también se ve
Y nos trajo aquí por que
Porque eres la música en mí
.
Na na na na
Oh
Na na na na
Yeh, Yeh, Yeh
Na na na na
Eres la música en mí
Ahora ella no parecía fingir; le gustaba cantar con Naruto, simplemente sus voces combinadas le llegaban al alma y la llenaban de deseos de seguir interpretando aquella canción, sin dejar de observar la profundidad de esos ojos azules que parecían tan brillantes en ese momento, como si esto que estaba pasando fuese algo mágico.
Naruto jamás lo había dicho a nadie, pero le gustaba cantar, cuando estaba a solas y tocaba la guitarra, cantaba también, a pesar de saber que no tenía la mejor voz del mundo, sin embargo hacerlo ahora con Hinata era totalmente distinto.
Tal y como decía esa letra, había una extraña conexión en ese momento, algo que más tarde les uniría aún más.
Continuara…
Avance:
Los chicos disfrutan de una noche de fiesta, en donde muchas cosas pueden suceder. Temari irrumpe en el lugar para encontrar a su hermano menor, pero tiene un "cálido" recibimiento por parte de otra persona. El domingo finalmente ha llegado y es hora de que los chicos se presenten ante Kurenai, aún sin haber recibido una respuesta de Sai de si formará o no parte del grupo. En el estudio, ocurre otro acercamiento entre Hinata y Naruto, en donde pueden hablar más abiertamente de sus vidas, mientras el serio y frío Gaara no entiende por qué no puede ser igual con cierta castaña.
Próximo capítulo: Cuando estoy frente a ti.
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