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Autor Tema: LEAF  (Leído 4580 veces)

EmptyHeart Desconectado
« en: Abril 06, 2011, 12:28 pm »

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LEAF
« en: Abril 06, 2011, 12:28 pm »
Saludos.

No sé que sea esto. Sólamente sé que tendrá algunos capítulos, no sé cuantos exactamente y tampoco sé si guste. De cualquier modo no importa. Lo publicaré se lea o no porque... es una liberación.

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Ciudad de Leaf. Una ciudad que a simple vista es como cualquier otra, y es posible que así sea. Porque, ¿en qué ciudad no existen personajes que tienen su propia historia? Personajes que día a día se enfrentan a un sinfín de dificultades y alegrías. Pues aquí en Leaf, se ubican los personajes de esta historia. 


Capítulo 1


Domingo.


Un día planeado por la mayoría para descansar, para pasear y hacer cualquier otra cosa que les trajera un poco de alegría a sus cotidianas vidas, pero para aquellos jóvenes estudiantes, este domingo era el último de las vacaciones que a partir del día siguiente, lunes, terminaban. Algunos estudiantes estaban contentos por regresar a clases y definitivamente, otros no. Y entre los que no, se encontraba una joven de nombre  Saki Doi que en ese momento, se encontraba en su habitación, situada en una de las muchas casas que se diseminaban por Leaf.

Saki era una chica de cabellos rosa fuerte que le llegaba a media espalda. Sus ojos tenían un tono púrpura y su edad era de diecinueve años. De estatura media, cuerpo bien desarrollado y las facciones de su rostro eran muy lindas.

Recostada sobre la cama, meditaba en que al día siguiente volvería a la universidad y eso no le era por completo agradable, no porque fuera perezosa, cuando menos, no siempre. Todo lo contrario. Era una de las estudiantes más destacadas de la universidad, muy inteligente y le gustaba mucho el estudio.

El problema era que después de las largas vacaciones, sí sentía algo de pereza el regresar, y por el momento no le parecía nada divertido, pero sabía que debía sacudirse de encima ese sentimiento y prepararse para el regreso a clases. Al día siguiente comenzaría su segundo año en medicina general y aún le faltaban cinco largos años para graduarse, pero ya estaba resuelta a llegar hasta el final de su carrera y no habría nada que la detuviera.

Desde pequeña le había gustado la medicina y su gran deseo era ayudar a la gente en ese aspecto, era por ello que siempre pensó en estudiar esta carrera.

Ahora, no le preocupaba el ingreso a la universidad, pues como era inicio del año, lo único que necesitaba era un cuaderno y un lapicero para anotar las nuevas materias, los nombres de los nuevos profesores y demás útiles escolares.

Así que no. Volver a la universidad no le preocupaba nada. Lo que más bien le preocupaba, era Jiro Umeki, el chico de quien estaba enamorada y mejor amigo de su mejor amigo, Kazuo Togo.

Jiro Umeki había pasado todas las vacaciones fuera de Leaf, así que ella no lo había visto para nada en varias semanas. Sabía que no estaba en la ciudad por Kazuo, quien le contaba muchas cosas de Jiro, por supuesto, nada que invadiera la vida privada de su amigo. Así que Saki no supo a donde había ido a pasar las vacaciones Jiro y tampoco sabía si ya había regresado para el inicio de clases y lo curioso aquí era que aunque  sentía que estaba enamorada de Jiro, entre él y ella no había ninguna clase de amistad, por lo que todo lo que sabía de él, era por Kazuo.

— ¿Jiro, dónde estás? ¿Qué fue lo que te hizo tomar esta decisión?

Estas eran preguntas que se hizo todos los días durante todas las vacaciones, no obstante, trató de no preocuparse tanto por ese joven. Él ya era maduro para saber tomar decisiones y sabía lo que hacía, por lo tanto, como los días anteriores, quitó de su pensamiento a su amor platónico y se concentró en su familia, quien era la que en realidad la necesitaba.

No hacía mucho su padre había sufrido un accidente en la fábrica donde trabajaba. Una máquina le había caído encima fracturándole la columna. A causa de este accidente, la empresa lo había jubilado y había cubierto todos los gastos médicos implicados, así como la adquisición de la silla de ruedas que lo confinaba para siempre a ella, pues jamás volvería a caminar. La ayuda de la empresa había evitado que su padre se endeudara con las casas de préstamos o bancos, lo que fue algo bueno en medio de tanta calamidad.

Además, recibía de su jubilación la mitad de su sueldo, cosa que a la familia Doi no le agradaba mucho este acuerdo legal entre su padre y la empresa, pues apenas sí les alcanzaba para cubrir un poco de las muchas necesidades que tenían, hablando tan sólo del hogar.

Porque aparte estaban los gastos de su carrera de medicina.  Había que costear pagos mensuales a la universidad, libros de texto, viajes a hospitales destacados, guías especializadas de la carrera y otras cosas más que hacían menos rendidor el sueldo que recibía su padre.

La situación era de verdad crítica, tanto así, que días antes, a pesar de su resolución de no dejar de estudiar, había sugerido a sus padres que se saldría de la universidad para buscar un empleo y ayudar con todos los gastos que su padre tenía. Por supuesto, sus padres habían puesto el grito en el cielo y regándose rotundamente, le habían prohibido dejar sus sueños de convertirse en una destacada médica.

Ella entonces insistente, les había dicho que podía trabajar medio tiempo. Ir a la Universidad por las mañanas y por las tardes al trabajo, y ya vería de donde sacaba tiempo para hacer las tareas, pero Haki y Akira, sus padres, se habían opuesto de nuevo rotundamente. Incluso, le dijeron que Akira seria quien consiguiera trabajo, uno bien pagado para solventar los gastos, pero eso sí, Saki tendría que ayudar más en las labores del hogar.

Y así sucedió. Akira había encontrado un trabajo, no tan bien pagado como ella esperaba, pero tampoco era una miseria. Lo malo era que trabajaba casi todo el día, por lo que se la pasaba fuera de casa el mayor tiempo, así que la veían poco y eran ella y su padre los que limpiaban la casa y si a Kazuo se le ocurría visitarla, también a él lo ponían a trabajar en las labores hogareñas. 

De cualquier manera, Saki decidió buscar trabajo de medio tiempo. Desafortunadamente, no había muchos trabajos de medio tiempo en Leaf y los que había, eran por la mañana, cuando ella iba a la Facultad, así que por el momento gastaría todos sus ahorros en los gastos futuros que implicaba el regreso a la Facultad.

Unos golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos.

— ¡Saki, hija, ya llegué!—era su madre. Los domingos solamente trabajaba medio día—Dice tu padre que has estado toda la mañana encerrada aquí, ¿te sientes bien?

Saki se levantó de la cómoda cama  para abrir la puerta.

—Estoy bien, mamá—le dio el pase a su madre. No acostumbraba ponerle seguro a la puerta, pero aún así, sus padres siempre respetaron su privacidad— ¿Cómo te fue a ti?

—Me fue bien—se dieron un beso en las mejillas antes de que Akira continuara diciendo—: ¡Pero hija! ¡No haz salido de tu habitación desde que me fui! ¡Y mira que tiradero tienes! ¡Ni siquiera te haz levantado!

Saki miró en torno. La cama sin arreglar daba mal aspecto a la habitación. Se encogió de hombros y dijo:

— ¡Claro que me he levantado! Me levanté a desayunar—y sonrió de manera dulce.

—Saki…

— ¡Mamá! ¡Es mi último día de vacaciones! ¿No me vas a dejar disfrutarlo como se debe?

Akira miró a su hija con una ceja arqueada.

—Arregla tu cuarto y te espero abajo para que me ayudes a ordenar el resto de la casa—le ordenó con firmeza.

Saki hizo un mohín, pero mirando la firme actitud de su madre, murmuró visiblemente burlona mientras tomaba una postura militarizada

—Sí, jefa.

Su madre la dejó y no le quedó más remedio que ponerse a trabajar en su cuarto. Lo mismo hizo con el resto de la casa. Al estar terminando con la limpieza, el timbre de la puerta sonó. Akira acudió a abrir.

— ¡Hola Kazuo!—saludó la mujer al joven con una amplia sonrisa—Pasa y siéntete como en tu casa.

—Eso no tiene que decírmelo, Akira—respondió Kazuo mientras entraba.

Kazuo Togo era un joven rubio de ojos azul claro, tez bronceada y estatura media. Sin ser atractivo, pasaba a formar parte del común y corriente a los ojos de muchos, pero para sus amigos, era muy especial. Era unos meses menor que Saki, así que pronto cumpliría los diecinueve años.

Akira lo dejó con Saki, quien al verlo, preguntó:

— ¡Kazuo! ¿Qué haces aquí? ¿Ya listo para el regreso a clases?

—Vengo a invitarte a comer y no, no estoy listo para el regreso a clases.

— ¡Sabía que dirías algo así! No quiero salir a comer fuera…

— ¡Vamos, Saki! ¡No me rechaces! Piénsalo un poco. Cuando entremos a la Universidad, ya no dispondremos de tiempo para divertirnos, ni vernos muy seguido. ¡Hay que aprovechar la última tarde que nos queda para pasarla juntos!

— ¿Tú dices eso? Si te encargas de hacer que todos los días sean muy divertidos, además, en la Universidad nos vemos en los recesos y nos venimos juntos de regreso, puesto que tu casa está a tres casas de la mía.

— ¡Me importa poco eso! ¡Anda! ¡Sal a comer conmigo! ¡No hagas que te lo pida de rodillas!

— ¡Okey!—aceptó Saki resignada—no es necesario ese acto tan degradante.

— ¡Yupi!—gritó el chico entusiasmado.

—Sólo déjame dar una rápida ducha y regreso.

No tardó mucho en volver. Se veía fresca y linda, pero eso no fue lo que vio Kazuo, sino el bolso que colgaba del hombro derecho de Saki.

—No es necesario que lleves dinero—le soltó sin más—yo invito y yo pago, además, sé de tus problemas económicos.

— ¡Kazuo!—Saki lo miró ofendida. Y es que por un momento olvidó que su amigo era así de imprudente.

— ¿Qué?  Además, con el sueldillo que gana Akira, no creo que les alcance para mucho.

— ¡Kazuo!—

—Por cierto, ¿tu padre está en casa? ¿Crees que me quiera prestar su silla de ruedas para jugar un ratito? ¿O ya de mínimo para conversar y me diga de una buena vez y con todo detalle por qué se quedó tan inútil?

— ¡Kazuo!— gritó Saki fastidiada y fue a ponerle una mano sobre la boca para que dejara de decir estupideces— ¡Deja de hablar y de actuar antes de pensar! No tratas con tacto a los demás. No te conté mis problemas para que los pregones a los cuatro vientos, lo hice porque eres mi amigo, mi mejor amigo y los mejores amigos no andan contando los secretos de sus amigos. ¡Así que hazme el favor de cerrar la boca!— y esto último lo dijo con voz fuerte y visible enojo. Su mirada lo apuñaló  con dureza.

Ella tenía razón. ¿Qué clase de amigo era así? Siempre estaba restregándole sus penurias en la cara en lugar de ayudarla. Solamente un estúpido como él.

—Perdóname—pidió con rostro triste—no debí decir eso. No volverá a suceder…

—Está bien. Te perdono. Ahora vámonos.

Se dirigieron a la salida. Una vez allí, Kazuo sonrió y dijo:

— ¿Aunque sabes? No es tan malo que seas pobre. Nada más báñate a diario.

Y enseñándole la lengua, salió de la casa corriendo sin poder detener las carcajadas.

— ¡Kazuo!—gritó la joven cerrando la puerta y corriendo detrás del amigo, amenazó—: ¡Esta me la pagas!

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Continuará x.x

Dorentyna Desconectado
« Respuesta #1 en: Mayo 21, 2011, 10:27 am »

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Re: LEAF
« Respuesta #1 en: Mayo 21, 2011, 10:27 am »
Hola, aquí un poco entreteniéndome

No sé si deba reírme o mostrar molestia por Kazuo, me gustan los detalles, realistas y estructurado aunque los nombres son algo difícil de recordar, preferiría los comunes y normales. Es algo gracioso, tienes una temática como mi reina Maricruz, así que debo decirte me que gusta mucho.
El regreso a clases, a muchos adolescentes odian regresar a clases y todo por no hacer los deberes aunque deben admitir que les gusta estar más en clases que en casa, en la universidad es cosa diferente, lo digo porque acabo de pasarla, hay cosas que son muy estresantes, o sea las tareas y proyectos y muchos exámenes mas haces amigos del alma, muy buenos y divertidos.

Los personajes que pones aquí dicen mucho de verdad, diría más bien que personalidades de una misma persona o de un adolescente, seguro que fue una inspiración…
No soy de molestar pero cuando algo me queda en medio plazo me molesta así que quiero que sigas con esto, haber como sigue Kazuo y como es que Saki lo calla de de verdad.

Un gusto pasar por aquí.
Saludos
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.

Enigma
« Respuesta #2 en: Mayo 22, 2011, 06:10 pm »

Re: LEAF
« Respuesta #2 en: Mayo 22, 2011, 06:10 pm »
Wao, ¿dónde estaba este fic que no lo había visto? xDDD

Para empezar, no está mal. La situación de... mmm, la chica, *soy mala para los nombres* es seria, pero no preocupante, hasta ahora ha podido costearse los gastos de la universidad. Esa carrera que estudia es larga y sacrificada, ¿no podía estudiar otra más corta y menos matada? xDDD

Y ese amigo que tiene es muy divertido, yo quiero un amigo de como Kazuo, wow, creo que es el único nombre que me grabé xDDD

Veo que ya tienes rato que colgaste este capítulo, tal vez ya sea hora de poner el que sigue, ¿verdad?

Nos vemos. Espero la conti.

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