Ups, para esta conti la inspiración no estuvo muy buena ,D pero finalmente aquí está.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Bien, sin más, les dejo el cap.
Capítulo 6El lugar escogido para aguardar la caída de la noche, resultó ser una lujosa cabaña.
— ¡Qué linda cabaña!— exclamó Francis dando vueltas alegremente por los espacios libres de muebles, obviando así que le gustaban los lujos en demasía— ¿Cómo es que la encontraste, Arthur?
Arthur ignoró la pregunta y se dirigió al área de la cocina en donde comenzó a buscar en las alacenas fabricadas de fina madera que estaban empotradas en la pared, lo necesario para preparar alimentos.
— ¡Genial!— dijo USA ayudando a Arthur a buscar en las alacenas— ¡Por fin comeré algo! ¿Habrá lo necesario para preparar hamburguesas?
— ¿Qué?—gritó Francis horrorizado, entrando a la cocina— ¡Por supuesto que no comeré eso! ¡Fuera de aquí! ¡Yo me encargo de los alimentos! ¡Ustedes sí que comparten el mal gusto por la comida!
Y a empujones, los sacó de allí bajo la protesta de Arthur:
— ¡Claro que yo no comparto nada con USA!
— ¡Claro que sí! — Recalcó Francis sonriente — Fue la herencia que le dejaste...
De esta manera, no les permitió entrar en sus, por la siguiente hora, dominios. Después de eso, los tres disfrutaron de unos platillos deliciosamente preparados, lo que terminó con Arthur y Alfred limpiando la cocina mientras Francia, recargado de manera elegante en la barra que servía como desayunador dentro de la cocina, los observaba divertido.
— ¡Ah, que lindos se ven! — Dijo con sarcasmo — ¡Como padre e hijo!
— ¡Deja de decir tonterías, Francis!— pidió Arthur molesto, arrojando la servilleta de tela con la que secaba los platos, sobre la barra — ¡Ya no somos padre e hijo!
Salió de la cocina.
— ¿A dónde vas? — lo siguió Francis. Alfred también los siguió, pero él, nada afectado por el mal humor de Inglaterra, fue a tirarse sobre el largo sofá dispuesto a reposar los alimentos ingeridos.
—Voy a prepararme para el combate — respondió Arthur perdiéndose en un pasillo que lo condujo a una habitación. Eso hizo que la curiosidad se despertara en Francis.
— ¿Cómo? ¿Tienes pertenencias personales en esta cabaña?— lo siguió hasta la habitación, en donde Arthur lo dejó afuera al cerrarle la puerta impidiéndole entrar— ¡Arthur! ¡Esta cabaña es de tu propiedad! ¿Cómo tienes algo así en tierras pertenecientes a la nación que dices odiar?
La puerta se abrió e Inglaterra lo introdujo con cierta violencia al interior de la habitación y su voz sonó alterada:
— ¡No hagas público este hecho!
— ¡Ya veo! — Francia miró en torno a la habitación y descubrió cosas reveladoras, como equipo de espionaje, disfraces y similares — ¡Esta cabaña es tu base secreta de espionaje! ¡Espías a USA!
Arthur puso una mano sobre la boca de Francis y mirándolo con frialdad, dijo:
—No es espionaje. Solamente me mantengo al tanto de sus movimientos.
—Sí, claro— respondió Francis retirando su rostro de la mano— ¿Y qué más tienes aquí?
Sin dar tiempo a Arthur de responder, se dirigió rápidamente a un par de enormes baúles y abriéndolos revolvió todo en el interior, y hurgó como si él fuera el propietario.
— ¡Deja de revolver mis cosas!— ordenó enfadado Arthur, pero Francis en ese momento estaba casi fascinado por un llamativo uniforme que sacó de uno de los baúles y mostrándoselo a Arthur, preguntó:
— ¿Un uniforme mío? ¿Qué haces con un uniforme mío? ¡También a mí me espías! ¡Seguro en mis tierras tienes tu base secreta también! ¡El pirata que hay en ti no muere! ¡Oh! - se emocionó Francis y sus ojos brillaron cuando quedaron fijos en Arthur - ¿No será más bien que me extrañas cuando no estoy contigo y por eso tienes mi uniforme? ¡Necesitas tener algo de mí para no extrañarme tanto!
— ¡Nunca! ¡Prefiero el espionaje! ¡Mejor que me llames espía o pirata! Está bien, me gusta mantenerme al tanto de los asuntos de mis vecinos— no tuvo más que aceptar Arthur de manera algo cínica y a la vez con enfado por la última idea de Francis.
— ¡Es en estas ocasiones cuando te detesto! — se sinceró Francis - ¿Por qué no aceptas cuánto me amas?
— ¡Arthur! ¡Francis! —Se escuchó la voz de Alfred por el pasillo — ¿Dónde están?
—Sal— Inglaterra tomó al rubio por el brazo y casi lo arrastró hasta la puerta, la que abrió y antes de lanzarlo al pasillo, le murmuró muy serio —: Ni una palabra de esto a Alfred. ¡No te amo, te detesto!
Con eso, azotó la puerta y dejó que Francis recibiera a Alfred, quien se acercó a él diciéndole:
—Se hace tarde. ¿No deberíamos hacer planes para entrar a mi base? ¿Un plan A y uno B por si el A falla?
—Seguro —respondió Francis llevándose a Alfred por el pasillo hasta la sala, en donde le dijo —: Tú ve pensando mientras en eso. Voy a cambiarme — Agitó el uniforme frente a Alfred.
Alfred levantó las cejas y una enorme sonrisa se pintó en su rostro al preguntar:
— ¿Vas a ponerte eso?
— ¡Claro! — Respondió con voz llena de orgullo — ¡El uniforme perfecto para el combate!
USA no pudo evitar soltar las carcajadas al escucharlo. Francia lo miró primero sorprendido y después con irritación.
— ¿Te estás burlando de mí?
Sin dejar de reír, USA movió la cabeza al responder:
—No.
— ¿Entonces?
—Me río del blanco fácil que los franceses resultan ser en las guerras gracias a ese uniforme…
Y volvió a carcajearse sin importarle la fastidiada mirada de Francis, luego el último dijo antes de comenzar a desnudarse allí mismo en la sala:
— ¡Bah! ¡La envidia habla! Los franceses nos vemos encantadores con este uniforme.
— ¡Oye! — La risa de USA murió de repente al mirar como Francis se despojaba de su traje — ¿No deberías buscar privacidad para cambiarte?
— ¿Por qué? Aprecia mi soberana belleza — Y le mostró esa desnuda y soberana belleza, aunque Alfred prefirió darle la espalda, porque francamente la soberana belleza del presumido rubio no le interesaba — Listo —dejó saberle Francis cuando terminó de vestirse.
—Listo —se escuchó también la voz de Arthur, quien hizo su aparición vistiendo su uniforme verde militar. Su mirada se posó en Francis y preguntó visiblemente sorprendido —: ¿Te pusiste eso?
Francis frunció el ceño con irritación. Se miró y no encontró nada fuera de lo normal, al contrario, se sintió de lo más atractivo ataviado con el pantalón rojo y la especie de gabardina azul que era más larga de la parte de atrás y en la parte superior pendía una especie de capa que caía sobre sus hombros cubriendo su espalda y pecho, abierta de enfrente y que sujetaba con un grueso cinturón negro.
En todo ese tiempo transcurrido, su uniforme no había cambiado para nada, así que el atuendo seguía siendo de lo más elegante y él se sentía muy bien ataviado así.
—Mi uniforme no es más raro que el de… USA. A ver, ¿qué es esa chaqueta de aviador que trae puesta?
Ahora fue el turno de Alfred mirarse. Le gustaba mucho su uniforme marrón, el que acompañaba con su amada chaqueta de aviador. Esta chaqueta tenía el número 50 en la espalda…
— ¡Ah! — Exclamó molesto Inglaterra y se puso precisamente detrás de Alfred para señalar el número y confesar —: ¡Odio esa chaqueta! ¡Odio ese número! ¡Odio sus 50 estados! ¡Odio…!
—Tranquilo, Arthur — Francia lo sujetó del brazo para retirarlo de Alfred — Estamos aquí para ayudar al americano, no para atacarlo.
—Bien — respiró profundo para serenarse. Ya más calmado, se volvió a USA — Hagamos planes…
Planes que al final no pudieron hacer porque Alfred volvió a recalcar que esa base no existía en su tiempo, por esa razón cuando despertó después del viaje por el tiempo no recordó el plano, porque no había plano aunque él hubiese pensado que sí en ese momento al despertar, así que no sabía exactamente como estaba estructurada. Aunque recordaba planos de bases similares, no obstante, las ideas no eran claras, así que finalmente decidieron entrar por donde USA había escapado y ya adentro... arreglárselas como pudieran.
De esta manera, los tres se dirigieron a la ciudad cuando la noche los ocultó de miradas indiscretas. Para esto, tuvieron que esperar a que la noche estuviera avanzada y aún así, trataron de actuar con cuidado cuando, levantando la tapa de la alcantarilla, entraron al interior de la base.
Arthur los había provisto de lámparas, ya que recordando, Alfred les comunicó que la luz dentro de la base era deficiente en algunas áreas. También les había dado unas armas de fuego.
—Debemos tener cuidado — susurró Alfred alumbrando el suelo y paredes en varios puntos — Hay ratas aquí.
—Las ratas son lo de menos — susurró ahora como protesta Arthur — Los militares que han de estar vigilando esta base son lo que debe importarnos. ¿Y por qué usamos las lámparas? A mí se me hace bien la iluminación.
—Para ver mejor a las ratas. Yo detesto a las ratas —susurró a su vez Francis buscándolas con su rayo de luz — A los hombres, los amo.
—No los amarás tanto cuando comiencen a dispararte — le dijo Arthur malhumorado. Y es que él pensaba que en vez de estar aquí, debería estar en su camita.
El americano se detuvo.
— ¿Ahora qué? — se dejó escuchar el susurro molesto de Arthur.
—Creo que aquí desperté…
Arrojó la luz hacia un punto y los tres miraron la rata muerta.
—Aww, que cosa tan fea — dijo Francis y volvió a buscar más ratas por las paredes y suelo.
— De aquí me fui por allí — alumbró ahora un lugar en donde se dividía el camino en dos túneles —Mmm, creo que sí me fui por allí, pero no recuerdo que túnel tomé, si el derecho o el izquierdo.
—Yo opino que tomemos el derecho —aconsejó Francis alumbrando el camino escogido.
—No, tomaremos el izquierdo — fue la opinión de Arthur.
—Yo insisto que el derecho — refutó Francis arrojando la luz al rostro de Arthur.
—Y yo insisto que el izquierdo — reafirmó Inglaterra arrojándole también la luz al rostro.
— ¡Dije que el derecho! — Elevó la voz Francis — ¡El derecho! ¡Derecho! ¡Derecho!
— ¡Izquierdo! ¡Izquierdo! — elevó también Arthur la voz, luego dejó de arrojar la luz al rostro del rubio sexy y poniéndose en una pose de guardia, al estilo esgrima, apuntó la lámpara a Francis como si fuera un sable o florete — ¡Izquierdo!
— ¿Ah, sí? — Francis tomó la misma posición y respondió con su lámpara — ¡Derecho!
Ahora ambos comenzaron a cruzar sus lámparas sin importarle arruinarlas. Los golpes entre las lámparas lanzaron pequeños pedazos de su material y mientras ellos se enzarzaban en este duelo, USA puso sus manos en la cintura y se concretó a mirarlos, pero no lo soportó por mucho tiempo.
Tomando la pequeña arma en una mano y la lámpara en la otra, levantó los brazos un poco y apuntando bien, una mano a cada uno, lanzó los objetos y aunque su intención no fue utilizar mucha fuerza, no pudo evitar que cuando el arma dio en la cabeza de Arthur, éste se desplomara sin más, desmayado… lo mismo ocurrió con Francis cuando la lámpara impactó también en su cabeza, ambos al mismo tiempo.
— ¡Cielos! —gritó luego el americano cuando los miró desmayados en el suelo — ¡Ya los maté!
Y acudió presuroso a examinarlos, acuclillándose para hacerlo. Dos visibles protuberancias habían aparecido en el lugar del golpe, pero todavía respiraban.
—Hey, por favor, despierten…
Zarandeó primero a Arthur con la intención de reanimarlo, pero el europeo no despertó. Ahora lo intentó con Francis:
— ¡Francis! ¡Vamos! ¡Despierta!
Con semejantes zarandeos, lo más probable era que los europeos continuaran en sus… dulces sueños y si antes no los había matado, seguro ahora lo haría, aunque finalmente se dio por vencido.
Se levantó y los miró indeciso si continuar él solo o llevarlos consigo. Como para él no era gran cosa cargarlos, decidió llevarlos consigo, ya que no podía abandonarlos, así que se acomodó uno a cada lado y tal como los había cargado para sacarlos de aquel restaurante, así lo hizo ahora.
Avanzó, pero antes de llegar a la división, encontró un camino más, un tercer túnel.
—Ahahaha —rió divertido — ¡ya me acordé que me vine por este túnel! — y ese camino tomó
— ¡Voy a matarte cuando salga de aquí, Alfred! — escuchó la airada voz de Arthur, quien se movió con energía para que lo pusiera en el suelo
—¡Iggy! —Exclamó alegre el ojiazul bajándolo — ¡Qué bueno que has despertado! ¡No es hora de dormir, Iggy!
— ¡Yo te ayudo a matarlo, Arthur! — se escuchó Francis, haciendo lo mismo que su compañero para que fuera depositado en el suelo.
— ¡Francis! — Alfred los miró como reprendiéndolos con la mirada — ¿Por qué escogen los momentos menos oportunos para dormir?
— ¡Yo lo mato ya! — gritó Arthur con ira e iba a arrojarse sobre Alfred, pero en eso, unas voces y unos pasos apresurados se escucharon en otro pasillo, uno que desembocaba al que ocupaban ellos.
— ¡Ya nos descubrieron! — Se lamentó Francis — ¡Es por tu culpa, Arthur! ¡Si no fueras tan escandaloso no nos hubieran descubierto!
— ¡La culpa la tiene este americano odioso! — se defendió el británico mientras los tres se pegaban a la pared tratando de pasar desapercibidos — pero en cuanto salgamos de aquí, les lanzaré una maldición a los dos…
Su amenaza fue sofocada por las fuertes voces de tres hombres que vestidos como militares, salieron del pasillo por el que venían, pero en vez de dirigirse hacia el lado donde los tres países estaban bien pegados a la pared, se dirigieron al otro lado. Ni siquiera miraron hacia el lado de ellos.
— ¡Esa cosa ha hecho el intento de escapar de nuevo! — escucharon decir a uno de ellos, pero creo que ya la atraparon. De todos modos vamos a ver si nos necesitan…
— ¿Cosa? — Preguntó USA en un susurro — ¿A qué se refieren con cosa? ¡Vamos, sigámoslo!
Alfred comenzó a seguirlos sin separarse de la pared, por si los hombres decidían voltear. Arthur y Francis no tuvieron más remedio que seguirlo a él. Después de recorrer varios pasillos, unos por los que Alfred no había andado cuando estuvo allí, al fin llegaron a un área en donde tuvieron que detenerse.
—Hasta aquí llegamos— murmuró Arthur señalando las cámaras — si nos adentramos más allá, nos descubrirán.
— ¡Rayos! — dijo Alfred sin deseos de detenerse. Por algún motivo necesitaba entrar a esa habitación en donde los tres hombres se habían perdido — Necesito saber que hay allí…
Y lo supo cuando de pronto, la puerta se abrió y dos hombres vestidos con bata blanca, salieron empujando una mesa con ruedas y sobre la mesa estaba una especie de vitrina de cristal y adentro de la vitrina estaba…
Continuará.-------------------------------------------------
Enigma, gracias por leer y hacerme notar ese error, si lo es.
Relive, me ha gustado todo tu comentario, pero esto en especial me hizo sonreír: "a esto le llamo
yo caer MUY lejos, tan lejos como para que ya nadie recuerde a Tony ton.. " xD En cuanto al tiempo que ha pasado... mejor que cada quien se imagine cuánto fue, sólamente sé que es mucho tiempo el que Alfred viajó al futuro ,D Lamento no ser tan exacta en eso. Gracias por leer.
Dark, me hace muy feliz tu presencia, en vista de que ya no te pasas por IN como antes. Y he notado que en las veces que has pasado, ha sido de manera muy breve, en comparación de antes. No estarás pensando en dejarnos, ¿verdad?
Me asusta esa idea, pero no me atreví a preguntarte en persona. Ya sabes, TKI xD