Ornella tan solo lo guió en la ciudad, todo sin soltarlo de la mano. Estaba ultra contenta por el beso tan romántico que le había dado en la plaza.
Solo le preocupaba el hecho de que faltara al colegio tan seguido por solo verla a ella. No quería sentirse responsable por si él llegaba a quedarse libre en alguna materia… o unas cuantas.
— ¿Estás seguro que quieres seguir y faltar al colegio? Yo te podría mostrar mil y un lugares, pero si eso te perjudica, la corto.
--
Leonardo salió fuera de la ciudad principal en su moto en poco tiempo. Había pasado rápidos los minutos y tan solo parecía que habían tardado cinco minutos en llegar a una especie de puente de concreto donde abajo había un bajo nivel.
Estacionó allí mismo como si nada.
—Ahora hay que esperar a las cinco y media para que puedas ver el espectáculo.
--
—Estoy en clase, señorita. La noto algo molesta. Espero que no sea por mi culpa — Agregó dulcemente.
--
Amatista estaba fuera, justo en el punto que Ren miraba. Esta abrió bien grande los ojos, hizo una sonrisa lo suficientemente macabra y psicótica como para asustar a cualquier persona normal y clavó su mirada directo en él. Ni siquiera la intimidó ni le incomodó el hecho.
“Verás”
Pensó ella con malicia , ahora Heinkel.