-¡No estoy gorda! - Le mandó nada que ver a lo que le decía. Aun seguía con su cara de somnolienta. Era una hikikomori.
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-No puedo decirte nada en contra de eso. No soy la persona más indicada... me meto en problemas muy seguido. Y uso lo que se para hacer daño , más que para defenderme - Sonrió inocente.