-Mi dulce caramelo - Sonrió , cautivada nuevamente. Lo ayudo a levantarse del suelo - Te amo mucho. Y te amo tanto que voy a demostrártelo con una sorpresita - Sonrió nuevamente , inocente.
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-Tranquila , "Queridita" , no tienes que sulfurarte tanto. Voy a hacer lo que me pidas , pero también te tengo preparado una sorpresita con la que te quedarás con la boca abierta.
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-Porque no estuviste conmigo el tiempo que fue necesario y no te quiero perder. Eres mi familia , mi hermanito mayor del alma , el más próximo a mi aun si no compartimos la misma madre - Lloraba a lágrima limpia.
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-¿La sigues queriendo , cierto? - Lo observó de reojo.
Hubo un silencio incómodo.
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-Mami dice que para terinar de conquistar a un hombre hay que conquistar su estómago - Sonrió , pícara.