-Ay~ Mis hermanitos hermosos. Si estuviera mamá seguro los apapacharía - Le dio la guitarra para que la vieran.
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Los hermanos leyeron el mensaje y sonrieron. Estaban más que nerviosos , ansiosos por pisar suelo olímpico.
Cuando salieron , los japoneses comenzaron a chiflarles y gritar como locos. Si bien no tenían siquiera un rasgo oriental , habían nacido en esas tierras y con eso ya se los consideraba japoneses.
Evolet pasó los dedos contra el hielo y luego los besó. Sonrió encantador al igual que su hermana.
Se pusieron en posición de baile...