Sakura se le adelantó antes que lo golpeara y recibió el puñetazo ella en el rostro, sin embargo, no se cayó al suelo a pesar de que le había dolido mucho.
—Y basta, por favor. Él no tiene la culpa, sino yo… Por haberlo ilusionado — Se tocaba la mejilla que estaba comenzando a hinchársele — Solo dime lo que tienes para decirme y prométeme que luego te buscarás otra mujer para ser feliz.
Oyuky seguía sin entender nada. Aunque dedujo que ese sujeto había sido el amante de su hermana.
—Solo quería devolverte esto— Estiró su mano y le dio unos dólares — Te dije que no era necesario pagar el trago, que la casa invitaba — Sonrió tristemente.
Sakura comprendió y asintió con una sonrisa igual de penosa.
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—Por mi eso es suficiente— Pronunció en un susurro débil y hasta entrecortado. No quería perder lo único que quería en el mundo en ese momento, pues ahí no sabía que sería de ella y su vida en adelante si una cosa así llegaba a pasar.
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Artemis se acomodó el largo cabello que le llegaba por la cintura, puso el sobretodo gris a un lado que colgaba de su hombro y pasó. Ya era una señora dama.
Volvió a sentarse en el mismo lugar.
— ¿Dónde se han ido los gemelos? — Preguntó al notar que no se los escuchaba.