—Acepto tu propuesta— Asintió varias veces y sacó sus llaves.
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—Pase lo que pase, mami siempre los pondrá a ustedes primeros delante de todo y los seguirá queriendo mucho, mucho, mucho — Sonrió y terminó de ajustarle el moño. Era el mismo moño que el de Gakupo, pero en color azul francia.
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Artemis se paró, se dirigió hacia él y le apagó el cigarro en la rodilla.
—Eso me confirma que nunca te importó de los niños. Pero bueno, si estás dispuesto a comportarte como un imbécil incluso cuando se trata de hablar de ellos… habla mucho de ti. Me llevaré a Nagisa y Evolet. Ve despidiéndote de ellos. Tal vez nunca los vuelvas a ver y no porque yo se los ordene.