Cuando llegaron al estacionamiento, Hayato explotó.
— ¡Eres un hijo de puta! ¡Te odio! ¡Te aborrezco! ¡No te aguanto y no quiero verte del lado de mi madre! ¡Muérete, usurpador! Por Dios ¡¿Qué tengo que hacer para que te LARGUES?! — Se parecía mucho a Meian cuando estaba enojada con él hacía años atrás y lo odiaba. Por alguna razón, le recordó eso. La genética daba miedo.
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—Debo avisarle a mi madre que estamos bien. Seguramente lo vio en la TV y anda escandalizada.