En eso aparecieron fotos de Meian en que estaba con su vestido de bodas sencillo, pero fino a la vez, con una sonrisa tímida e inocente. Tenía un velo blanco transparente en su cabeza que la hacía ver como un ángel. Detrás había un paisaje natural. Se notaba que se habían casado en la montaña.
— ¡Ah! Que linda se ve mami ahí — Murasaki estaba encantada con esas fotos.