Artemis giró lentamente su rostro para clavarle esa mirada vacía que poseía en ese momento, carente de todo tipo de emociones, sin brillo alguno. Sin un destello que indicara que estuviese viva.
Solo se llevó el cigarrillo que tenía entre sus dedos a la boca y sacó su encendedor, en vano, porque la lluvia no le permitía encenderlo.
—Me gusta infligir dolor. Más cuando un idiota de lo hizo sentir a mí. ¿Por qué no habría de hacerlo? Soy asesina profesional ¿Por qué habría de sentir remordimiento? Cuando se puede decir, que ni siquiera yo estoy rebosante de vida por dentro. ¿Y acaso a ti tampoco te ha mostrado signos de maltrato? Y sin embargo, andas como un imbécil por la vida detrás de alguien que te hará mierda. Y aunque yo inflijo dolor y hago mierda a la gente, no lo hago sin ningún motivo. El dolor me causa placer, más cuando es ajeno y de una escoria que se lo merece. Entonces puedo justificar mis acciones, mientras haga mierda a gente que abusa de otros, de la confianza , del amor , de la paciencia e incluso de su propia humanidad — Suspiró pesadamente — En realidad , no tendría ni que darte explicaciones. Me aburre. Y creo que a Artemis también le hubiese fastidiado — Largó una risita irónica bastante desalmada - Agradece que no lo maté.
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En eso , tocó timbre Murasaki.