Esta se sorprendió mucho y comprendió de que era un adiós. Así que intensificó el beso.
Meian siguió sin soltarle la mano por horas. Se quedó con la cabeza gacha junto a su cuerpo inerte totalmente destrozada porque ella se quedaría sin esposo y sus hijos crecerían sin su padre.
No sabría que decirles a sus bebés. Finalmente , todo había sucedido tan rápido , tan de repente , que sintió que se le fue la vida de las manos en apenas unos segundos.
-Yo siempre te voy a amar - Le dijo finalmente.
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Kanade no estaba enterado de nada todavía. Compró unas flores para Rin contento porque ese día era uno con un sol muy radiante.
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