Quizá había pasado demasiado tiempo metida en sus pensamientos, recostada contra una de las paredes mientras su mirada ausente permanecía en algún otro lado, tanta era la distracción... Que no se percató de la llegada del duque con su grandiosa sonrisa, de las chicas que comenzaban a interceptarlo y, por supuesto, del show que comenzaba a hacerse. Se había dado la responsabilidad desde el comienzo de mantenerlas en tierra, calmadas y expectantes, pero las cosas podían escaparse de cualquiera, está vez había sido de ella.
Cuando parpadeó, logró despertar, escuchando una especie de grito y girando la cabeza algo aturdida para aclararse las dudas. Hinchó el pecho con indignación, parecían animales. Se acercó, haciéndose paso entre las demás mujeres para que al llegar, se llevara una mano a la cadera ante tal escena, observándolas a ambas con un gesto desaprobatorio, como no estaba totalmente en su lugar, suspiró, sólo reclamando con un leve murmullo de reproche: -No al frente del duque.-