Hayato acompañó a su hermana menor a las duchas. Aunque luego se distrajeron muy fácilmente con unos niños que jugaban a la pelota. Estos se burlaban de Hayato porque pronunciaba extraño, puesto que era la primera vez que intentaba interactuar oralmente con las personas.
Se sintió frustrado.
Aimo, entonces, a modo de venganza, cogió la pelota y salió corriendo junto con Hayato hasta donde estaba su papá.
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—De mal en peor, pero puedo acostumbrarme — Sumergió la mitad de su cara debajo del agua.
Algunos chicos más grandes la piropeaban, por eso trataba de ocultarse.
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—Mi hermana y otra chica.
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—¿Quien es el bastardo que llama a estas horas!