Se sonrió. Todo parecía un maravilloso sueño del que no quería despertar jamás.
Alistó sus cosas en un bolso pequeño y se tomó un taxi hasta la casa Vocaloid , para decirle a Violet. Sabía que le partiría el alma en dos , pero peor era ocultárselo.
Luego de su visita a Violet , se fue al depto. de Gakupo.
Mientras tanto tocaba una melodía con un ekelele.