-Estás rojito - Sacó su atrevida mano de ese pudoroso lugar. Soltó una risita.
El cumpleaños de Gakupo se aproximaba y había muchos invitados. Por fortuna , el jardín de la casa era lo suficientemente enorme como para que cupieran al menos , cien personas.
Estaban todos , desde amigos , hasta su primo , hermana , hermanos de Meian e hijos.
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-Te contradices todo el tiempo. Dices que me amas y luego dices que amas a Kyo... Ni tu me dejas amarte tampoco.