-Ese no es el caso. ¿Cuánto apuestas a que puede aguantar cada estupidez que hagas y digas? Puede estar dispuesta a llegar a perdonarte una , diez , cien , mil , un millón de veces... Pero , ¿Sabes que? A la larga se terminará dando cuenta de tus intenciones. Su paciencia no es infinita. Se cansará de llorar por los rincones y que le partas el corazón cada dos por tres , entonces será cuando te aplastará. A ti y a los que le siguen por detrás. Puede cambiar si alivianas un poco tu inmensa idiotez.
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Meian seguía tirada en el suelo. Temblando.