Lo soltó , pero tenía una sombra en los ojos.
No sabía si era lo mejor o lo peor que podían hacer... separarse para siempre.
Se fue corriendo a su casa de nuevo , encerrándose en la habitación. Allí lloró todo lo que se contuvo.
Cuando llegó Gakupo , vio que las niñas lloraban enfrente de la puerta de la habitación de ellos , arriba.