-Gakupo. Otra cosa - Se le acercó como si le fuera a decir algo en el oído y le terminó besando la mejilla fuertemente. Largó un cantarina risita traviesa a lo bajo y subió las escaleras corriendo para irse a terminar su interrumpida siesta de esa tarde.
Más tarde , tocaron el timbre en la casa.
Como Gakupo era el único que andaba despierto dando vueltas , tuvo que atender.
Era Kasane Teto , que había vuelto de Noruega para seguir con la relación que , de hecho , nunca habían roto.
-¡Hola amorcito!