-Si, amor.- sonrió tiernamente saliendo del lugar con unas dos bolsas en la mano. Iba tranquila hacia el estacionamiento para volver a casa. Pero antes de llegar un tipo le puso una pistola en la espalda.
-Dame todo, joyas, celular y billetera.- Cristal muerta del miedo le tuvo que dar las cosas, el hombre se las tomó y se fue corriendo como todo un cobarde.
Cristal volvió al auto dejo las cosas en la parte de atrás y subió al asiento del conductor, pero no hizo nada, parecía una escultura ya que no se movía para nada.
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Empezaron a ver todas las casas disponibles.