—Señora Kamui ¿Puede afirmar esto?
—Sí. Es cierto. Nunca fui una persona muy segura de mi misma, pero en este último tiempo fui empeorando cada vez más hasta llegar a un punto en que… caí tan bajo como para tener que apoyarme en otro hombre que no fuera mi marido para sentirme más confiada — Se empezó a secar las lágrimas — Muchas veces siento que lo traicioné con mi cabeza y que no me merezco que siga a mi lado. Quería que todo fuera perfecto, con hijos, con una casa bonita y… ser felices.
—Señora Kamui, usted tiene que encontrar su propia felicidad, no depender de otro para serlo. Tiene que ser feliz con usted misma, amarse. Y Gakupo , usted no es un inútil , hace todo lo posible por mantener su matrimonio y hacer feliz a su esposa. Y yo creo que ella está muy agradecida de eso… ¿Lo ama , Meian?
—Con toda mi alma — Le cogió una mano a Gakupo.
— ¿Siente culpa?
—Mucha.
En el resto de la hora , les dio unas estrategias de pareja.
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Kaiyo llegó con el balde de helado pero envuelto en papel de regalo.