Se que ha sido muy pero MUy tardado para lo que es, pero finalmente termine el capitulo que do algo largo y no se que tan bien quedo, lo siento, muchísimas gracias por su paciencia, que los disfruten
Capitulo 17
--Expreso Avalon, Furgones, 6:20 a.m. —
-¿¡Explotaron los rieles?!- le exclama la aun adolorida Norah mientras, se levantaba de golpe a interrogar personalmente al amordazado asesino -¿¡Acaso están locos, o de paso son suicidas?!-
El hombre no dio respuesta alguna, Norah comienza a pensar angustiada, la explosión se oyó lejos por lo que le queda tiempo de hacer “algo”, pero si lo iban hacer tenía que ser ahora. La joven le lanza una mirada de desdén a Druso quien inmutable se las queda observando con ojos elocuentes, viendo exactamente que pensaban hacer ellas al respecto. Norah sabía que si lo dejaban solo, escaparía, pero si querían evitar que el tren se descarrilara, el llevarlas consigo solo sería un riesgo, y la posibilidad de dejar a alguna de las dos sola con ese sujeto es solo pedirle a gritos que las mate, ya que era evidente que alguien como él se podría librar fácil de la mordaza, pero no se atrevía hacerlo teniéndolas a ambas juntas…La joven Skye pensaba en varias posibilidades, hasta que, ya harta, decidió improvisar.
-Gwyn, sígueme, tenemos que arreglar esto por nuestra cuenta- Dice Norah mientras se dirigía rápidamente hacia la puerta.
-Y, exactamente, ¿qué pretendes que hagamos con él?- Pregunta curiosa la dama, mas Norah solo le responde.
-Se va escapar de todos modos, además no nos sirve de nada si el tren colapsa en tierra-
Gwynn asiente convencida, y la sigue hasta estar fuera del vagón, en donde Norah rápidamente le pide el arma, y de forma decidida, dispara contra al acoplador, haciendo que el furgón se aleje progresivamente del ferrocarril.
-… ¿no tenía nada importante allí o sí?- Pregunta la joven en tono irónico, la dama hace un revés con la mano restándole importancia.
-El punto es- continua Gwyndolin -¿Qué se te ocurre que hagamos ahora?-
-…Hmmm, mejor se lo digo después…ahorita va a parecer una locura…-decía con una burlona pero nerviosa voz.
-¿Y qué garantías poseo de que después no resulte así?-
-Ninguna.-
--Expreso Avalon, Vagon-restaurant—
-Ok, sé que soy nuevo en esta nación pero ¿acaso el ir ganando implica retirarse en ESE preciso momento?- Dice completamente confundido Vardamir, quien no entendia lo que acababa de ocurrir.
-No es eso…-decía fatigado su joven compañero –por la forma en que lo hicieron, tal vez se le acabó el tiempo…-
-¿Acabo el tiempo? ¿para—de pronto Xalis se detiene al ver que Stefan estaba de rodillas, mas pálido de lo usual y sudando, el nórdico se aproxima a él tratando de ayudarle pero en eso el propio Skye, se obliga a sí mismo a levantarse y pasa al lado de Vardamir sin dirigirle la mirada. El nórdico capto la indirecta, pero aun así este insiste- ¿Acaso te hirieron o algo?-
-No es eso, es solo que Vertex es un hechizo elemental avanzado, el usar algo así tiende a cansar bastante a quien no está acostumbrado a conjuros de ese nivel…-se limitó a decir Stefan, pero era más que solo eso, desde “aquel” incidente su talento para usar magia se vio muy afectado, ya que ahora hechizos que antes dominaba bien, ahora les resulta una tarea titánica lograrlos sin que estos lo cansen demasiado.
Vardamir sabía que Stefan no diría más al respecto, por lo que no insistió, sin embargo, no podía dejar de estar preocupado por él. El nórdico revisa con la mirada el desbaratado vagón, el cuyas muro y techo habían desaparecido casi por completo, solo metal derretido quedaba de los muros, de pronto oye pasos acercándose tras suyo, y avisándole a su compañero, ambos vuelve a ponerse en guardia con vista al otro portón, mas alivio hallaron, al ver que se trataba de Gwynn quien acompañada de Norah, de quien se denotaba un improvisado cabestrillo, el cual le sujetaba su brazo derecho, Stefan, viendo esto, se recompone, e ignorando su agotamiento se dirige a su hermana.
-¿Que sucedió?- Preguntaba Stefan mientras revisaba el brazo de Norah, quien le responde en tono casual.
-Nada del otro mundo, un bastardo se escabulló por el tejado y nos intercepto, pero logramos lidiar con el…temporalmente…- de pronto ve el lugar hecho pedazos y dando un largo silbido deja soltar una pequeña risa nerviosa –Pero veo que a ustedes no les toco mejor…-
-Sí, nos topamos con un piro máncer y una espadachín bastante audaz- Le responde Vardamir –Pero más importante ¿qué haces aquí? Pensé que se iban a quedar en los furgones-
-Sieee, eso ya no va poder ser, ¿oyeron la explosión, verdad? Bueno, eso tuvo que haber sido los rieles, ellos esperan descarrilarnos…- decía con naturalidad mientras se acomodaba el cabestrillo.
-¿Los rieles? ¡Pero eso es una locura! Ellos también quedaran atrapados en el tren para cuando se descarrile- Señalaba Vardamir pero entonces Stefan interrumpe.
-Yo no creo que es una locura del todo…- Decía Stefan mientras señalaba el exterior, el cual se veía más “nítido” que hace un rato…el tren estaba desacelerando –a esta velocidad, dolería, pero si se podría saltar sin mayor problema-
-Pero entonces, si planeaban hacer esto entonces ¿cuál es el punto de manda r asesino al tren?- Pregunta preocupado el nórdico.
-En que, si lo que nos has dicho es totalmente cierto, ellos procuran matar solos a los estrictamente necesarios para lograr el atentado… pero si no pueden (y esto es especulación mía), recurren a medidas más drásticas…en este caso procuran emboscarnos más adelante, ya sea que frenemos el tren o este se descarrile, seremos presa fácil de una ataque conjunto, por supuesto que esto podría terminar afectando a inocentes, por eso intentaron primero con un pequeño grupo de asesinos – Implica Stefan quien agotado trataba de idear alguna manera de salir de eso, en eso Norah se asoma a verle el rostro y luego le sonríe.
-Se lo que estás pensando…Y tranquilo ya lo tenemos cubierto- Le dice complacida su hermana, mientras se dirigía a la puerta tras ella – ¡Mi lady! ¿Ya termino?- pregunta en voz alta, y poco tiempo después, varios pasajeros entraron nerviosos por el umbral, todos eran personas altas y/o fornidas, hombre y mujeres quienes veían confundidos el casi derretido vagón restaurant.
-Estos fueron los que encontré, ¿serán suficientes?-
-¿Suficientes? ¿Suficientes para qué?- Pregunta Vardamir confundido, Norah les pide a todos que la sigan y en el camino ella explica.
-Sabemos que volaron los rieles ¿correcto? Lo hicieron con la esperanza de que el tren se descarrile, pero no pudieron haber volado TOOOODO el riel, solo un fragmento sin el cual el tren, a esta velocidad, no podrá seguir; A menos que aumentemos la velocidad…-
-¿¿Cómo eso ayudaría??-Pregunta Xalis quien estaba cada vez más confundido.
-En que el tren ya está encaminado a la ruta, los rieles lo que hacen es asegurarse de que siga sin tropiezo alguno o se desvié, a pesar que explotaron parte de la ruta aún queda el resto que sigue hacia Avalon, lo que necesitamos es que el tren vaya tan rápido que cuando se le acabe el camino, pueda seguir recto hasta que llegue al “otro” riel-
Stefan y Vardamir intercambiaban miradas con Gwynn, casi que buscando que ella aclarara la locura que escucharon no más de cinco segundos atrás.
-Escuchen- dice Gwynn en respuesta –Sé que suena una locura pero honestamente es la mejor posibilidad que poseemos ¿o me hayo en un error?- No hubo objeción, evidentemente era su mejor posibilidad…lo cual era triste…pero aun así en este escenario tenia, “algún” porcentaje a favor.
-… ¿Y qué sucede si el riel que quede resulte ser una curva?...- Pregunta uno de los altos pasajeros que acompañaban al grupo, y en eso todo el grupo se detiene en seco, tras unos breves instantes Norah titubeo pero finalmente e voltea y con una sonrisa confiada responde con voz optimista.
-¡oren porque ese no sea el caso!-
“¡¿ES QUE EN VERDAD NO ESTAS SEGURA?!” pensó Stefan, pero no dejo escuchar su pensamiento, sabía que de decirlo solo pondría (si es que era posible) más nervioso a la compañía, por lo que decidió seguirle el juego. Desagradable fue la sorpresa que hallaron más adelante, ya al abrir el siguiente vagón, todos los guardias quienes escoltaban a la duquesa, yacían en el suelo muertos, pero todos reposaban en una posición inusual, ya que cada uno de ellos se hallaban recostados del muro en fila, arropados con sus mantos escarlata los cuales se hallaban manchados por una extraña “pintura” negra que tachaba el escudo del reino que tanto orgullo llevaban ellos en sus espaldas. La escena impacto a varios de los presentes, en especial a Norah, quien conteniendo sus nauseas, se tragó su disgusto y siguió adelante a paso veloz, los otros le siguieron, Stefan la miraba desde lejos, él sabía que era la primera vez que Norah veía cadáveres de seres humanos, y vaya que sabia la impresión tan desagradable que da la primera vez, pero no podía dejar de sentirse impresionado de la actitud centrada que había optado Norah en un momento como este.
Tras llegar, finalmente, al tender del tren vieron que efectivamente el humo provenía de allí, no perdieron más tiempo, y de inmediato de dos en dos, comenzaron a pasar por los bordes del vagón, se podía sentir el intenso calor con solo tocar los muros, resultando difícil pasar el vagón con el cuerpo pegado a él, uno de ellos por poco se cae, al llegar a la cabina del chofer, nota que tanto el cómo su ayudante estaban amordazados, este último inconsciente, tras liberar al chofer este se reincorpora de golpe.
-Gracias a Dios que llegaron, por un momento en verdad pensé que estábamos, perdidos- decía el agradecido Chofer quien, tras decir esto, se vuelve e intenta revisar que los controles estén bien.
-Creo que tenemos algo más grave de que preocuparnos…-Dice Norah quien le explica toda la situación, al igual que el plan que tienen pensado.
-….Bueno, estamos en el fragmento recto de la vía, así que tal vez si tenga sentido intentarlo…- Decía dudoso el viejo chofer –Pero existe un problema serio y es que tal vez no todo el tren vaya a quedar bien encarrilado, en todo caso necesitaremos que los pasajeros se pasen a los vagones delanteros, no son muchos, así que no darán mucho peso si se distribuyen bien…-
-De acuerdo, ustedes dos…- Ordena Gwynn con clara voz dos de los pasajeros que las acompañaron –Acompáñenme-Los dos sujetos intercambiaron miradas y sin poner queja siguieron a la dama.
-Espere- Objeta Norah – Déjeme acompañarla para—
-¿Escoltarme? No será necesario…si algo pasa tengo tu arma, ahora ustedes ocúpense de que todos salgamos vivos de aquí- Tras decir esto la dama junto con ambos sujetos se retiran para dirigir a los pasajeros.
-Ok, el resto- Dice el chofer–Necesitó que traigan la leña si queremos que este bebe acelere…-
-Por si no lo has notado-implica Xalis – La madera está un poco “caliente” en estos momentos ¿no crees?-
-¿Y eso qué? Si se sigue incendiando es porque aún tiene madera que quemar ¿o no? qué tal si en vez de decirme trivialidades, van y se aseguran que la madera se queme DENTRO del fogón ¿Te parece?- Le espeta fuertemente el chofer mientras le pasaba lo que parecía una especie de pala.
Vardamir tuvo que morderse la lengua para no comenzar una discusión, y se retira junto con los demás, todos excepto Norah quien es detenida por el Chofer.
-Tu no, con ese brazo así no les serás de ayuda-
-Pero tengo que hacer algo ¿o no?-Pregunta la joven castaña.
-Oh por supuesto que lo harás, con mi asistente caído, necesito a alguien que ayude a estos viejos huesos a conducir el tren, pero dime ¿Qué tanto sabes de trenes?-
-Erh, bueno lo que no se lo improviso…-
-Sí, eso me servirá por el momento, ahora mientras vienen necesito que me escuches con cuidado…- Y rápidamente el anciano chofer le enseña a la joven todo lo que necesita saber respecto a la conducción del transporte. Pese a ser un breve instructivo, Norah escucho con atención las instrucciones, y para sorpresa del chofer la joven parecía entender perfectamente cada instrucción dada.-… ¿Entiendes perfectamente los que vas a hacer? Si tiene alguna minúscula duda, escúpela ahora-
-No señor, entendí todo-Dice Norah con voz decidida.
-Muy bien, manos a la obra…-
Varios kilómetros más adelantes, se hallaba efectivamente un campamento entero aguardando en ambos lados de los rotos rieles, todos armados con rifles, aguardaban a una distancia segura el momento en el que tren pasara, todos y cada uno de ellos aguardando en silencio, algunos detrás de rocas y arbustos grandes, otros cerca de los mismos rieles, entre ellos, se hallaba un extraño hombre de elegante porte, aguardaba junto al resto, el mismo era un señor de edad, vestía una larga y cerrada gabardina café la cual le llegaba a las pantorrilla, apenas y dejando ver sus largas botas negras; aquel elegante seños desentonaría con el resto sino fuera porque, al igual que ellos, estaba equipado para un combate, pero a diferencia de ellos, el solo venia protegido por un humilde peto de acero, y un largo pero elegante florete; este misterioso hombre observaba en calma por donde vendría el tren, su mirada era calmada y su mente estaba en paz “Ya es hora de que este juego comienza…” pensaba con emoción.
Finalmente oyen el trote de los caballos, Druso y su equipo habían llegado, “y justo a tiempo…” dice el hombre mientras revisaba su reloj de bolsillo, pero cuando se disponía a ir y felicitarlos, nota que el joven asesino no estaba con ellos…eso era un pésimo indicio.
-¿Qué sucedió?-Pregunta severamente.
-Intentamos asesinar a lady Gwynndolin pero, como ya sabrán, fallamos…- se excusa Sheila quien, bajándose del corcel, da un pequeña reverencia.
-Eso ya lo sé- le responde fríamente-De otro modo no hubiera bolado los rieles, lo que te estoy preguntando es ¿Qué paso con Druso? ¿Y por qué fallaron?-
-Lo ignoro señor, nos separamos como era planeado pero luego no se presentó para la retirada-Responde Sheila sin pausar –Y segundo, los guardias no fueron problema, pero parece que habían agentes entre los pasajeros…mercenarios, y si me lo pregunta, hábiles y mucho más astutos que los centinelas que la resguardaban.
La información perturbo al hombre por unos instantes, mas no pudo pensar más, cuando observa el oscuro humo negro del tren que se aproximaba…estaba cerca, todos fueron a sus posiciones, y en guardia, aguardaban el momento de la verdad, el misterioso hombre veía con atención y vio que algo no andaba bien, de pronto observa que la imagen del tren se hacía rápidamente más clara cada segundo…el tren estaba acelerando…
-¿¡Pero qué demonios piensan hacer?!-Pregunta confundida uno de los criminales, y varias preguntas similares le siguieron. Mas ninguna respuesta fue necesaria, cuando de pronto pasa lo impensable…el tren queda suspendido (escasamente) en el aire, y por un par de segundos se mantuvo así… varios hombres se quedaron boca abiertos viendo la escena, algunos hasta comenzaron abrir fuego, pero fue inútil, el tren llego al otro extremo ajustándose (apenas) a los rieles, seguido de varios de los vagones. De pronto, como era de esperar, los últimos tres vagones quedaron fuera del riel, haciendo que el tren perdiera velocidad; Rápidamente el misterioso señor da la orden y acto seguido, un puñado de los hombres alrededor montan un corcel y se lanzan a su persecución, el pequeño grupo comandado por el sigue el tren a trote veloz…no podían perder esa perfecta oportunidad, más de pronto un par de disparos resuenan el área, y lo siguiente que ven, son los vagones desprendiéndose del tren, esto se lleva de por medio a tres de los jinetes, y sin más opción el viejo detiene la compañía…habían perdido, y es que sin ese peso muerto, el tren aceleraría normal. Aquel señor se hallaba contrariado, pero mayor fue su sorpresa al ver que por unos instantes la imagen alejándose de Gwynn en el último umbral descubierto del tren, quien, balanceando gentilmente su mano de un lado a otro, se despedía de ellos con una triunfante sonrisa burlona en su rostro.
-jeje…- reía indagando el misterioso señor – Parece que te las arreglaste de marear a la muerte otra vez, mi querida y tenaz dama. Pero me pregunto si…- y acto seguido se dirigió a los vagones residuales del tren, dejando a un lado los cuerpos aplastados, no había nadie en ninguno de los enormes coches –Hmmm, si esto lo planeaste sola….Ustedes- Indica dirigiéndose a dos de los jinetes restantes, vallan a buscar Druso, debe de estar en el furgón faltante- Y sin esperar un segundo más ambos se ponen en marcha, mas sin embargo uno de ellos se quedó junto a excéntrico superior –Y tú…quiero que vayas por Sheila y su compañía, y les digas que les tengo un trabajo especial para ellos…quiero que investiguen todo lo que sepan respecto a esos mercenarios de lo que me hablo…-
-Fin del capitulo-