lo prometido es deuda disfruten el capitulo y diganme como quedo :D bonita semana a todos
El comienzo de un terrible final
La cara de duda e incredulidad de los chicos tras haber escuchado las palabras de la anciana era más que evidente pero antes de que alguno dijera palabra la anciana sonrió emocionada, ----Pronto les contare todo y después decidirán que hacer pero eso será hasta que el joven Tolken se una a nosotros.
Eledhil bufo en broma—no creo que despierte en un buen rato—dijo amable después de comprobar la hora en el reloj que se encontraba colgado en la cocina y dándole una mordida a su pan con mermelada recargado cómodamente sobre la pared del comedor
Es verdad corroboro Alice—como trabaja en la noche dudo mucho que despierte pronto
Entonces alguien tendrá que levantarlo no creen?
Todos se miraron entre sí , sin ganas de mover un dedo, Alex, Eledhil, Cristal, Shanon e incluso Hana que era la que llevaba menos tiempo viviendo en la casa sabían que despertar a Ari no era tan buena idea y menos tan temprano estaban seguros que se levantaría de un humor negro y que le duraría todo el día. Kentin simplemente miro a la nada no tenía interés en levantar Ari aun no se llevaban muy bien. Pero como en todo siempre hay una acepción y sea era la pequeña Alice que encantada haría la petición, sin más se levanto de su silla de un brinquito y subió las escaleras emocionada.
Respiro un poco cuando estaba en frete del la habitación de los dos amigos. Junto un poco de valor y entro, mirando a Ari dormido boca abajo con uno de sus brazos colgando y los pies sin tapar, la joven contuvo la risa.
Se acerco a él se puso en cuclillas, le revolvió el cabello un poco y dijo en voz baja.
Ari la señora Fukanga te esta esperando a en la sala.
El joven apenas abrió los ojos dispuesto golpear a quien fuera, por haberlo despertado pero al ver quién era se contuvo de contestar groseramente—dile que ya le pague la renta, hasta me firmo el recibo—diciendo esto se dio la vuelta y se hizo bolita para continuar durmiendo.
No creo que quiera hablar con nosotros sobre la renta—le respondió en susurro pues presentía que Tolken podría perder la paciencia y mandarla por un tubo en cualquier segundo—por qué no bajas—escucho como suspiraba el chico y agrego rápidamente-- así podrás volver a dormir y nadie te molestara mas.
Bajo en cinco minutos dijo por ultimo. Alice se puso de pie y se fue a reunir con el resto de sus compañeros.
Los cinco minutos pasaron y Ari bajo en pijama somnoliento, se sentó en uno de los sillones sin darle importancia a que las chicas, la anciana y Kentin estaban desayunando. Elenhil se acerco a su amigo y le dijo—buenos días solecito
Ari esbozo una sonrisa y le respondió—cierra la boca—a la vez que le daba un pequeño golpe en el brazo derecho.
Muy bien—dijo la anciana entusiasmada, se puso de pie con una habilidad que no era propia de su edad y comenzó a hablar—para que puedan entender su presente y aceptar su futuro debe de saber su pasado.
Cuando la tierra era joven, en una isla remota existía un poblado pequeño, adorador de la naturaleza, que consideraba a los seres vivientes, sin importar origen, apariencia o ferocidad sus hermanas y hermanos, hijos del mar a hijas de la luna y el sol era su protector. Su gente carecían de ambiciones y el poder les era un concepto abstracto e inútil. Ellos preferían estar en armonía con su ambiente y con los seres que les rodeaban estar en equilibrio. Estas cualidades fue lo que les permitió estar en contacto con criaturas que no eran animales pero tampoco personas y aprender de ellos. El poblado los llamaba Xems, eran seres hermosos, altos, su tez era como el mármol suave y fina pero resiste, de un bello color arena, de ojos negros como la noche, se dice que si los mirabas a los ojos fijamente te perdías en aquella infinita obscuridad perdiendo la noción del tiempo.
Los Xems al no sentirse amenazados decidieron vivir con los Xilaf y compartir sus conocimientos del mundo además de revelarles el don más preciado por ellos, habilidades brindadas por sus padres, poderes místicos capaces de manipular elementos o ser parte de la naturaleza, les dijeron que el origen de sus habilidades era jamás tener miedo o desesperación al saberlo los Xilaf solo les agradecieron la revelación pero jamás mostraron envidia hacia sus nuevos hermanos.
El tiempo pasó y la confianza entre ambos pueblos se fortaleció hasta tal punto que nacieron hijos mestizos y al compartir sangre Xem también desarrollaron habilidades similares. Era una época dorada, donde el amor reinaba al lado de la paz pero como todo en este mundo su tiempo en la tierra había terminado y los Xems debían irse, la despedida fue dura para ambos pueblos pues se habían compenetrado tanto que a las muevas generaciones les era imposible pensar que eran dos razas diferentes y no una sola. La tristeza invadió los corazones de los hombres con el simple hecho de pensar que sus hermanos partirían por siempre, los Xems consientes del peligro de un corazón herido les prometieron que volverían en algún momento pero que tenían que estar consientes de que para ellos el tiempo corría diferente por lo tanto tenían que ser pacientes. Con aquella promesa los Xems partieron y dejaron a los hombres con la esperanza de que algún día sus hermanos volverían a casa y compartirían una vez más los días a su lado. Los años pasaron y algunos descendientes eran igual de longevos que sus antepasados, poseedores de una gran memoria, fuertes como sus padres y valientes como sus madres Xems a ellos los llamaron Xixem o protectores su tarea era mantener siempre presente a sus antepasados y proteger a las nuevas generaciones que no habían tenido la oportunidad de conocer a sus hermanos.
Un día cuando se celebraba el aniversario de la unión, festival que se llevaba a cabo cada tres años en honor a la vida, llegó a sus vidas un navío perdido en donde viajaban un grupo de marines en busca de nuevas tierras para reclamarlas como suyas, como los Xilaf aun conservaban su pura esencia de los años dorados, los recibieron con los brazos abiertos sin miedo les ofrecieron alimento y bebida además de la invitación de quedarse todo el tiempo que quisieran. Los invasores se sorprendieron de la belleza de aquellas mujeres, la fortaleza de sus hombres y las destrezas que ambos compartían pero lo que les dejo sin habla fueron las habilidades de aquel pueblo y la codicia los invadió como una enfermedad silenciosa y mortal, la inocencia de los Xilaf les causaba gracia pues ellos les tenían plena confianza. Los meses pasaron y la sed de poder en los extranjeros era palpable, algunos habían decidido irse y vender al mejor postor a las mujeres y niños. Otros en tomar a los Xixem y utilizarlos para su conveniencia o en someter al pueblo para convertirse en sus regidores y los restantes que eran dos o tres personas que se habían enamorado del pueblo solo querían vivir en él como uno más y advertirles de los planes siniestros pero nunca pudieron ayudar a los Xilaf ya que habían muerto violentamente a mano de sus compañeros. Y así como una terrible tormenta los invasores se hicieron de las armas, en un violento e infame movimiento, los Xilaf que no conocían la violencia quedaron paralizados, aturdidos, en estado de shock, sumergidos en la desesperación al verse atacados por sus invitados en una noche que debía ser tranquila y acogedora. A la mañana siguiente lo único que reinaba en aquel devastador paisaje eran los quejidos de los heridos, el llanto de los más pequeños y una atmosfera de tristeza inmensa.
Los conquistadores repartieron al poblado como si fueran joyas preciosas. Todos los bebes Xixem fueron arrancados de los brazos de sus madres y llevados al mar en el navío para ser vendidos en cuanto llegaran a puerto. Todos los Xixem adultos junto con los jóvenes de espíritu indomable fueron asesinados en frente de todos, provocando desesperanza en el resto de los sobrevivientes y marcando el dominio de aquellos demonios.
Los Xilaf se sentían solos, desconcertados y sin muchas opciones se vieron obligados a vivir bajo el yugo de sus dominadores sin esperanza, el equilibrio tan valioso se perdió y la armonía desapareció, por días el dolor de la pérdida no les permitió recordar los días gloriosos o la promesa de un rencuentro que afortunadamente llego poco después de la destrucción.
Los Xem llegaron a las orillas del mar con la ilusión de reencotrarse con sus hermanos, hermanas e hijos, expectantes y ansiosos por enseñarles lo aprendido en sus viajes pero lo primero con lo que se toparon fue una pequeña Xixem que había logrado escapar, vulnerable e incapaz de poder hacer algo por su pueblo, se había refugiado en la espesura de la selva esperando el momento en que sus habilidades despertaran y así poder ayudar a su amada gente. Los Xem escucharon atentamente el relato de la pequeña, cuando hubo terminado y sin esperar más anduvieron con prisa hasta el lugar donde habitaban los Xilem en compañía de la niña pero nada los hubiera preparado para lo que vieron al momento de llegar simplemente los dejos sin palabras, los Xilaf que veían ahora no eran ni la sobra de sus antepasados habían perdido todo el brillo y lo hermoso de sus almas, se veían miserables, una horrible cualidad que los Xems jamás creyeron ver en sus queridos amigos.
La furia a los Xems al ver aquel desgraciado presente los consumió, como el fuego consume un bosque seco, sus ojos se tornaron carmesí, sus cuerpos se tensaron, sus manos se volvieron puños, aumento su respiración, castigarían a los malditos responsables de aquel escenario, basto una mirada y un rugido estremecedor de su líder para que el resto de los Xems entrara al pueblo y atacara sin misericordia a los demonios que ahora habitaban el lugar y que en tiempos pasados fue su hogar, mientras los más habilidosos Xem eliminaban a sus enemigos, rápido pero dolorosamente, usando sus habilidades o simplemente su cuerpo, otros cuantos tomaban en brazos a los Xilaf, incapaces de moverse ni un ápice y los refugiaban con la pequeña Xixem, para que estuvieran fuera de la masacre. Los invasores trataron de defenderse, pedir piedad pero sus gritos de desesperación o palabras de suplica entraban en oídos sordos, no dejarían a ninguno vivir después de saber y ver lo que les habían hecho a sus queridos y amados hermanos. La batalla duro algunas horas en donde los elementos cobraban vida con ayuda de los Xem para cumplir con su propósito después de eso el silencio volvió a invadir la zona y la muerte se regocijaba con las condenadas almas que momentos atrás eran demonios con forma humana. Un destino que el gobernador extranjero hubiera preferido sin pensarlo dos veces ya que su existencia aun tenía importancia para los Xem, de su boca obtendrían información de a donde habían llevado a los bebes Xixem. El gobernador era un hombre orgulloso que no estaba dispuesto a decirles nada, grave error pues el líder de Xem, Erna no estaba dispuesto a perder el tiempo así que utilizo su habilidad, el jugar con la mente, con su prisionero, lo hizo ver su muerte más de una vez y en distintas versiones hasta que el hombre hablo. Les explico que el navío tenía un mes en el mar con dirección al oeste, si durante el viaje el clima y el mar habían estado tranquilos llegarían a puerto en menos de una semana después de eso Erna ordeno su ejecución y a sus más valiosos guerreros dominadores de las aguas y el viento adentrarse en el mar, enfurecerlo y buscar por todos los medios a sus hijos e hijas.
Los guerreros hicieron hasta lo imposible por salvar a sus hijos pero fallaron el hombre les había mentido sobre la dirección en que el barco navegaba, cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde y adentrarse al mundo humano solo significaba revelar su existencia y ser eliminados. Erna con pena en el corazón les explico cómo estaba la situación a los Xilaf. Estaban en un callejón sin salida, a menos que la única Xixem sobreviviente estuviera dispuesta a alejarse de su pueblo y buscar a sus hermanos por sus propios medios.
La niña acepto sin titubear prometiendo que los encontraría a todos y que juntos algún día volverían a sus raíces,
Erna le agradeció pero no le permitió partir de inmediato debía ganar experiencia y aprender a defenderse pero lo más importante a confundirse con uno de ellos. Cuando hubo cumplido con estas características y bajo la bendición de su pueblo partió en compañía de un Xem que le ayudaría a llegar a la tierra hostil para que comenzara su búsqueda. Los años pasaron y la búsqueda era inútil parecía que se los había tragado la tierra. Hasta ahora
La mujer termino el relato pero los jóvenes parecían no salir de la historia hasta que Alex pregunto
Nos está diciendo que nosotros somos aquellos bebes?
La anciana negó con la cabeza, un sentimiento de pesar la inundo—No, ustedes serian sus descendientes por así decirlo.
Y usted es la niña cierto—la anciana solo asintió
Mis años en esta tierra han sido difíciles y la mayor parte frustrantes, no pude encontrar a mis hermanos y hermanas jamás por que los habían concentrado a todos en un solo lugar. Cuando supe su ubicación intente por todos los medios entrar pero siempre fui rechazada, hasta que mi don despertó, puedo manipular las mentes como alguien aquí presente. Entre a base de engaños a la compañía y lo que vi me destrozo el corazón—la anciana hizo una pausa para tomar aliento. Cuando continúo su voz y su mirada estaban cargados de odio—no pude salvar a mis hermanos porque durante todo el tiempo que yo los estuve buscando. Algunos Xixem habían sido asesinados para estudiar su anatomía, otros mutilados para fines de experimentación y otros simplemente eran cautivos y puestos a prueba día tras día sin descanso hasta que fallecían.-- La impotencia de no poder ayudarlos era evidente en aquella anciana.
Los años pasaron y supe que bajo experimentación habían clonado el ADN de algunos afortunados Xixem para que nacieran nuevos bebes y sus investigaciones pudieran continuar, logre rescatar a unos pocos bebes y colocarlos en familias buenas hasta que pudiera reunir a todos mis hermanos pero una vez más fracase no contaba con que algún sobreviviente se corrompiera y por ese grave error fui descubierta y cazada. Me vi obligada a esperar a que ustedes crecieran para continuar con mi objetivo pues como notaran ya no soy una mujer fuerte. Ahora que saben la verdad que harán, hermanos y hermanas mías? Me ayudaran o pretenderán que no saben nada.