The Walking Dead! [Resurrection Time!]

[Misha-Chan]

Miró a Kuo algo tensa, en primer lugar, ¿por qué Sasha sabría que era una mujer?, Raisa le había exigido que no saliera de la casa, de haber metido la pata seguro que Kaori no habría dudado en romperle la nariz a ella misma, porque siempre culpaba a Raisa de todo lo que los demás hacían, se sintió aliviada al oír que Hayden la apoyaba, se mordió un labio.- Seguramente está confundida. - Se dejó llevar por Hayden, pareciendo extraño ese gesto de parte de él como de comprensión, estaba feliz de que pudiera ver de nuevo a su pequeña hermanita, la sonrisa de ella era como una razón para sentirse un poco mejor cada día. Miró a Nesya algo cohibida, le molestaba que insistiera siempre en estarla curando, no quería discutir, se limitó a callar y caminar hasta la sala. Algo andaba mal, la pequeñita estaba recostada en el sofá, manchada con sangre e inmóvil, sintió que el corazón le caía al suelo mientras se tumbaba de rodillas.

Aaron.

Apoyó la boca contra la rodilla de ella, alzando la vista para mirarla al rostro, le gustaba ese bonito color rojo en su rostro, pero se sentía algo fuera de lugar, apretó un poco los labios y suspiró.- ¿No te gusta?. - Se aventuró a preguntar, luego dio otra mordidita pero en su rodilla, jalando un poco su piel blanquita. Cerró los ojos, permaneciendo en esa misma posición, le bajó las medias de forma disimulada.

[.Suicide.Marionette.]

Tomó los medicamentos que Nesya le dio, apenas lo miró y se los guardó en la chaqueta; sabía que aun estaba enfadado por lo sucedido cuando llegaron.
Se abrió la puerta y ambos jóvenes pelinegros tomaron aire profundamente. Hayden temía su reacción, mas que nada era empatia.
Se le formó un nudo en la garganta, casi como si se sintiera como ella, no la soltó, incluso lucho para mantenerla de pie junto a él.
—Raisa... —le susurró—. No pudimos hacer algo... Una mujer perdió el control de su auto y la encontramos así. No pudimos dejarla, lo... lamento.
Le costó decir aquello pero la sinceridad era absoluta. La rodeo con un brazo, preocupado por la próxima reacción.

Kuo se quedó inmovil, cubriendo su boca con una de sus manos. No sentía pena por Raisa, era mas el dolor de la misma perdida de un alma blanca como la de Annelien. Sintió húmedos los rabillos de los ojos y se fue escaleras arriba, encerrándose en el cuarto de baño. Se sentó sobre el váter sin poder evitar llorar. No se hacia ningún bien porque comenzó a pensar en todas las personas que quería; su madre, su padre, sus tíos y primos... Ian, Ian... ¿cuanto faltaba para que ella los encontrara en el mismo estado en el que Annelien o peor? Casi comprendía como se sentía Raisa.


Lo tomó por la manos rápidamente aunque las sentía de gelatina y como si no le obedecieran por completo.
—¿Que pretende? No creo q-que la herida sea grave. —soltó tímidamente, mirándolo directamente—. Debe... Debe estar muy cansado, Aaron, y... y... No creo que quiera hacer esto.
Se deslizó hacia atrás por la camilla, quedando sentada con las piernas estiradas sobre el colchón. Lo miró, era muy apuesto pero no podía olvidar que era como unos siete años mayor que ella ademas de que era un profesor de la institución donde ella estudiaba, eso era como una violación a la ley, ¿no?

[yukionna-san]

Observo la escena con al mirada perdida, era doloroso, lo sabía en cierta forma, él también había perdido a alguien, pero estaba seguro que lo de ella debía ser peor, él estaría peor si fuera Sasha la que estuviera allí, esperaba que Raisa tuviera la fuerza suficiente para afrontar el dolor, paso sintiendo un fuerte nudo en la garganta sin dejar que ni una sola lagrima saliera, estaba congelado incapaz de expresar algo - Lo siento mucho - dijo apenas en un susurro audible dejando que Hayden la sostuviera y consolara, se sentía fuera de lugar allí, quiso girarse para observar todo desde la pared pero vio como Kuo corría escaleras arriba probablemente a llorar, miro a Hayden indicándole que iría tras ella, se acerco y le dio un beso en el hombro a Raisa como cuando eran niños y algo malo le pasaba.
Subió las escaleras con cierta reticencia pasando el cadáver del jardinero y los vidrios rotos, se detuvo frente a la puerta del baño y dio un par de golpes suaves - ¿puedo pasar? - pregunto con voz calma y la escucho llorar, giro el pomo de la puerta que estaba sin seguro y observo a Kuo por un momento antes de abrazarla inclinándose un poco sobre ella, prefirió mantener el silencio acariciándole levemente la espalda con su mano derecha.

[Misha-Chan]

Se soltó como le fue posible, arrastrándose hasta el sillón, le tomó las manitos a la niña, envolviéndolas entre las suyas más grandes, temblorosas y frías. Nunca se había sentido así en toda su vida, era como si las energías por vivir o por siquiera moverse estuvieran disminuyendo hasta no existir más dentro de sí. Pegó la manita fría de su hermana a su mejilla, cerrando los ojos y sintiendo las lágrimas caerle por el rostro. Intentaba no sollozar, pero era un golpe fuerte, gimoteaba como si el aire se le fuera y nada más le fuera posible, las piernas le dolían como si hubieran sido aplastadas, al igual que su pecho. ¿Dios, qué iba a hacer ahora?. Incluso las acciones de los demás comenzaban a pasar desapercibidas, no entendía lo que le decían, estaba como en un limbo.

Aaron.

-Solo déjate llevar. - Murmuró, soltándose de su agarre para acariciar sus piernas con la yema de los dedos, extasiado, olía muy bien. Besó su pantorilla y le hizo estirar la pierna, comenzando a soltar sus zapatos. Parecía como una marioneta, sus movimientos eran ocurrentes y de un momento para otro, como si su cabeza lo fuera guiando sin darle paso para pensarlo, de todas formas, aunque lo hiciese y fuera malo, a ella le gustaría, lo sabía. Tenía demasiada fe en sí mismo, en su cuerpo y sus reacciones.

[ozura-chan]

Me vengo dando cuenta que publico una vez al día, fuck me siento como toda una universitaria (?). Y sí, por eso no dejaban conducir a Aloe xD.

Aloe pasó por los obstáculos con "gran" facilidad, en pocas palabras casi volcando el coche con sus vueltas de camionero. No notó la sangre en el parabrisas, de hecho, quién lo notaría cuando este ya en sí tenía sangre seca por todos lados, escucha al pelirrojo. -Ah, si.- activa los limpiadores como si nada, ya tenía la mente bastante perturbada como para que le interesara, lo mismo le pasaba a la pequeña aunque Ian se esforzara en "suavizarle" la situación. Ya estaban a pocas cuadras aunque al girar el volante no notó un hidrante que por obvias razones los hizo parar, activando las bolsas de are, Aloe se estrelló en esta, afortunadamente, nadie salió herido. Salió del coche.-¡Eso fue genial!.- mencionó infantilmente. -¡Hay que hacerlo otra vez!.-

........

La infante estaba más ocupada aferrándose con su corta vida a los asientos, aunque cuando el mayor le sonrió se tranquilizó un poco, devolviéndole la sonrisa. Cuando chocaron, o más bien, cuando Aloe chocó el coche, los cinturones de seguridad la salvaron de sufrir un daño mayor -aparte de que el susodicho había frenado segundos antes.- Se quitó el cinturón después de incorporarse, abrió la puerta y bajó de un salto al estar el coche obviamente más grande que ella, inmediatamente se acercó a Ian viendo la estación. -¡La próxima quiero manejar yo!.- dice sonriendo, genética de locos maniáticos he dicho (?).

[.Suicide.Marionette.]

Quería disimular, pero Nesya entró muy rápido. No solía ser una sentimentalista, pero tampoco reprimía sus emociones, era humana y el dolor era parte de la vida, aun en un mundo post-apocalíptico.
Sintió el abrazo de su amigo e inmediatamente el llanto cesó, comprendió que tenía que seguir porque a pesar de los caminantes, las desapariciones y la perdida aún no todo estaba perdido. Suspiró aliviada, como agradeciéndole a Nell aquel gesto. Le rodeo la espalda al mismo tiempo que se incorporaba, sus grandes senos se apoyaron contra el pecho de él pero no le importó.
—Todo estará bien. —afirmó sin soltarse de él.


Se inclinó, tocándole la frente con una mano para removerle el cabello de la carita pálida que antes fue levemente sonrosada. La miró melancólicamente sin saber que decirle a Raisa.
—¿Qué deseas hacer? —le preguntó suavemente sin esperar en realidad que ella le respondiera.


Tenía ganas de llorar por la vergüenza. Se cubrió el rostro con ambas manos, como deseando no estar en esa posición, por impulso casi pensó en soltarle una patada y salir de ahí pero era peor ser devorada por los caminantes, y ni hablar de escalar muros otra vez.
—A-aron, —chilló—: usted... No debería estar haciendo esto.

[yukionna-san]

Rió un poco con su afirmación, y la miro a los ojos ignorando la cercanía de sus cuerpos, hasta que se movio un poco y sintió los pechos de ella, se sonrojo automáticamente "No es el momento para pensar en eso" se dijo a sí mismo recordando que era el apocalipsis y Kuo era su amiga y vecina - cree en ello - le dijo retirándole un par de mechones del rostro con una amplia sonrisa, se acerco con lentitud y le dio un beso en la frente antes de limpiarle los rastros de lagrimas con el reverso de una de sus mangas - vamos abajo, Raisa...lo debe de estar pasando muy mal - sus ojos se oscurecieron un poco al recordar a la chica, se irguió y le extendió una mano para ayudarla a levantar, aunque estaba seguro se sentiría incomodo con lo que sea que viera abajo quería hacerlo, no estaba dispuesto a dejar sola a la joven, y aunque Hayden estuviera allí, simplemente no confiaba en la pureza(?) de las intensiones del tipo.

[Misha-Chan]

Recorrió el cuerpito con sus manos, notando su pecho blando y astillado, tenía las costillas indudablemente rotas. Rogaba a dios porque su muerte fuera instantanea y no dolorosa, no tenía mordidas ni arañazos, por lo que suponía acertadamente que no estaba infectada, lo agradecía. Intentó levantarla entre sus brazos, con los ojos enrojecidos.- La dejaré sobre su cama y sellaré la puerta para que no la coman. -Dijo, mirando los ojitos cerrados.- Luego me vestiré con algo seco. -Su voz sonaba ahogada.

Aaron.

No había pasado dos décadas viviendo para que la culpa o las lágrimas pudieran detenerlo. Se levantó del suelo y jalò el nudo de la corbata para desajustarlo y dejar la tela colgando de su cuello, también se soltó algunos botones de la camisa, la jaló un poco de las piernas para atraerla de vuelta a la orilla y, de improvisto, acercò su rostro más, más, terminando por besarla.

Ian.

Se había estado aferrando al asiento todo el tiempo, se sentía algo enfermo por la euforia de los giros contra los obstáculos y los giros. Cuando llegaron necesitó apoyarse contra una pared y respirar profundo con las rodillas temblorosas, luego cargó a Ozura, inspeccionando las entradas cerradas de la estación de bomberos.- ¿Cómo entraremos?. -

[.Suicide.Marionette.]

Rosette asintió y fue tras Nell de regreso a la sala de estar. Los demas debían estar por alguna parte de la casa que realmente era bastante grande. Antes de ir se encontró con un cuerpo de un caminante muerto ya. Kuo miró por la ventana, estaba oscureciendo ya. Tomo el cuerpo por las piernas y haló de el, planeaba sacarlo al patio o enterrarlo.
Lo arrastró hasta la entrada, dejandolo sobre la hierba y volvio adentro. Escuchó lo que dijo Raisa, solo la miró.

—Como quieras. ¿Quieres que haga algo? —preguntó Hayden seriamente.

Kuo se acercó a Nell y susurró:
—Preparare algo para comer. —el dia fue cansado y supuso que todos necesitaban alimentarse.


—Aaron... —susurró antes de ser callada por un beso de él.
Ahora realmente no tenia dudas de lo que haría. Se sintio atemorizada, ¿Era lo correcto? Quizás se preocupaba demasiado, el mundo se iba al carajo y quizás moriría mañana. No sabia exactamente que hacer. Correspondió torpemente a su gesto, acariciando levemente el rostro de él.

[Misha-Chan]

Volteó a verlo. Tenía la mirada algo ida, parecía ausente además, las lágrimas seguían desbordando mientras temblaba por las emociones y el frío que se colaba por sus ropas mojadas. No estaba en el mejor estado para fingir orgullo o siquiera mantenerse de pie, sentía que sus piernas de mantequilla la dejarían caer en cualquier momento, de hecho parecía que sus demás sentidos se confundían; sentía el corazón en el estómago. Giró su rostro hacia Hayden mientras se disponía a bajar las escaleras, esquivando a Nesya, no parecía verlos realmente.- Puedes acompañarme, si quieres. -

Aaron.

Sentía una respuesta, un movimiento tímido e inexperto, tomaría su puesto de doctor y la guiaría a través de una nueva experiencia, del placer, de las reacciones de su propio cuerpo. La tomó del mentón y provocó una avertura más amplia entre sus dientes para insertar su lengua en búsqueda de la otra, tenía los ojos cerrados y una mano se sostenía de un muslo de ella.

[yukionna-san]

Observo la mirada vacía de Raisa sintiendo una puñalada en el pecho, era doloroso verla así y saber que no podía hacer nada, ni siquiera ayudarla a desahogarse, escucho sus palabras observando a Hayden antes de  hablar - preparare algo de comer - dijo en voz alta mientras caminaba hacia la cocina y tomaba a Kuo por la mano para arrastrarla consigo, prepararía una buena comida para levantar un poco el animo a los presentes.
Al llegar al lugar sonrió abriendo las gavetas para hacer un inventario mental de lo que tenían, se cruzo de brazos recostándose contra uno de los mesones y se enfrento al problema diario de muchas madres, padres, criadas y suyo ¿qué hacer para la cena-almuerzo? -Kuo - llamo a la pelinegra - ¿De qué tienes hambre? - le pregunto con una amplia sonrisa observándola detenidamente, no se le ocurría nada en ese momento más que un buen cóctel de camarones, algo impropio e imposible en ese momento.

[.Suicide.Marionette.]

La miro, examinándola. Le dolía verla asi, y su voz, tan apagada. Se preguntaba quien estaría bien en una situación como aquella. Asintio y fue tras ella, no sin antes darle una mirada a Nesya y Kuo. Asintio como 'enterado'.
—Gracias. —susurró, yendo con Raisa.

Kuo le sonrió para que no se preocupara. Y fue con Nesya.
—Lo que sea para mantener energía, Nell. —se recostó de espaldas en una pared—. Hagamos algo con lo que se puede caducar dentro de poco, no desperdiciaremos nada.


Abrió los ojos un poco, sorprendida por el acto. Era claro que era todo un experto en la materia, despues de todo tenia como veinte años. Jugueteo con su lengua y se separo lentamente, dándose cuenta de que tenia los brazos al rededor del cuello de Aaron.
—¿Usted... Está seguro de lo que... Hace? —murmuró con voz temblorosa.

[Misha-Chan]

Era pesada, comenzaba a sentir entumecidos los brazos cuando llegó al segundo piso, pero no la soltaba, la apegaba más a su pecho y miraba la carita de su hermana, con sus mejillitas sobresalientes y sus cejitas claras; cuando estaba de esa forma se parecía más a Elioth, por el color de su cabello. Empujó suave con una pierna la puerta de la habitación, dejándola sobre la cama como solía hacer cuando la pequeña se quedaba dormida viendo televisión. La desvistió haciendo ciegos sus ojos de los enormes morenotes; le puso la pijama y la cubrió con las mantas, estaba tan tranquila, parecía que despertaría en cualquier momento. Besó su frente. Al salir, cerró la puerta de la habitación y pasó a la suya, no muy consciente de si Hayden estaba con ella, golpeó la pared del baño con la cabeza, haciendo una mueca de dolor, no físico, por supuesto. ¿Cuál era ahora su razón de vivir?

Aaron.

Se separó un poco, lo suficiente para escucharla dudar de su propia seguridad, estaba sobrio, entonces era claro que estaba seguro de lo que hacía, la puerta ya estaba cerrada con pasador y los caminantes eran demasiado idiotas para abrir algo usando sus pulgares. Le sonrió. - ¿Te estarás preguntando eso siempre en lugar de actuar?, pierdes tiempo valioso de tu vida dudando. -Se acercó de nuevo a besarla, dándose el lujo de hacerlo más avido, más húmedo e intenso, no le daría tiempo para cuestionarse nada más.

[.Suicide.Marionette.]

Miró melancólicamente la situación. Annelien no se iba, simplemente se quedó dormida, despreocupada de todo lo que ocurría, soñando en su mundo. Suspiró deshaciendo cualquier arruga en las sabanas de la cama de Annelien. Le dedicó una ultima mirada antes de irse.
Debían instalarse, descansar y buscar un lugar seguro y grande en la mañana. No le dio mucho tiempo de pensar cuando escuchó que algo golpeaba la pared. Se alarmó y rodeo los hombros de Raisa con un brazo desde atrás, evitando que lo volviera a hacer. Se acercó a su oído.
—Raisa... No actúes así. —susurró—: No es un momento para actuar así. Seguiremos juntos, y nadie mas morirá. Tienes que soportarlo y seguir, no puedes mandar todo al carajo así. Por mi, tampoco me dejes a mi... Y a los demás. Quiero que sigas conmigo.
Hayden apoyó su frente en el hombro de ella, sintiendo su olor. Sonrió para si mismo, sin creer que habia dicho aquello.


Aaron parecía tan seguro, aunque ciertamente ella dudaba que realmente quisiera hacer eso especialmente con ella; sino se sentía como quizás la ultima mujer en la tierra. Y probablemente Aaron tambien lo seria.
—Profes...
La besó de nuevo. No era que ella nunca besara a nadie, pero jamás a un profesor. Ladeo un poco su cabeza, jugueteo mas con su lengua y hasta Aaron recibió un mordisco en el labio inferior. Introdujo sus manos en la camisa de él, pasando por su nuca, sus hombros y su espalda para volver al pecho, regresando a su cabello. Se sentía menos cohibida, sin embargo no podía evitar ponerse roja, temblorosa o tímida.

[yukionna-san]

Observo la nevera y camino hasta ella - tengo carne, y creo que la pasta tampoco aguantara mucho ¿te parece bien una pasta con carne y salsa boloñesa? - observo la carne, tal vez incluso podrían cortar en julianas el filete - somos nueve personas y Romeo ¿no? - se quito el buso que llevaba y lo dejo sobre una de las sillas, busco un delantal para cocina y se lavo las manos con abundante jabón, no soportaría contaminar a los demás - Espero que no te moleste que cocine así - le sonrió a Kuo - tan solo no quiero manchar el buso - explicó sacudiendo los rastros de agua de sus manos - ¿Iniciamos con la carne ? - le pregunto en un intento de alejar la mente de la chica de todo lo que había pasado ese día centrándose en la cocina, incluso él mismo quería olvidarse de todo por un momento.
El sol ya casi se ocultaba y eso le agradaba, indicaba que por fin ese día llegaba al final, el día más largo que recordaba de su vida por fin acababa y solo quedaba la noche donde todo parecía más hermoso en la quietud y silencio. La noche siempre había sido su preferida por lo misteriosa que parecía  y la aparente calma que imponía sobre todos, sola una mentira que ocultaba a los verdaderos monstruos que salían a iniciar su rutina diaria, sonrió, ahora si ocultaba a verdaderos monstruos que antes eran familia, amigos vecinos e incluso parejas.
Por un momento se pregunto donde estaba su hermana pero el pensamiento se disipo al recordar con quien trataba de segura estaba en algún sillón con Romeo.





Sasha había entrado junto con todos los demás cuando volvieron con Raisa, descubrió lo que pasaba pero no pudo llorar, las lagrimas por una vez en su vida habían cesado sin que se lo ordenara, sintiéndose como una extraña en ese lugar había buscado un lugar en un sillón y llamado al perro de su vecina para consentirlo, reviso su celular para ver si tenía una llamada perdida de sus padres pero nada, solo estaba el fondo de pantalla con la imagen de un gatito, suspiro resignada, y guardo el aparato, deseaba ver televisión para saber que pasaba o al menos hacerse una idea de la situación pero el ruido podía atraer a los muertos, se conformaba con tan solo mimar a l animal - que en paz descanse la hermanita de Raisa - susurro bajito en una silenciosa plegaria por la niña.

[.Suicide.Marionette.]

Kuo se lavó las manos y aprovechó para limpiaras el rostro sucio y con algunas manchas de sangre. Tenia el cabello despeinado, se buscó una pañoleta y la usó para recorrer su cabello hacia atrás, descubriendo el rostro pero suelto por atrás. Se arremango las mangas largas de su blusa negra.
—Creo que hay salsa preparada, de marca comercial, ya sabes... —Buscó en el refrigerador, sacó una botella de cristal a la mitad de salsa—. Romeo puede comer carne, mientras le conseguimos comida para perro. Sasha, —llamó a la chica desde la cocina—: ¿Puedes asegurar las ventanas y puertas? —pidió, por mas que quisiera distraerse no olvidaba la existencia de los caminantes allá fuera.
Asintió. Y buscó la pasta despues de dejar agua calentandose para cocer los fideos.
—No creo que necesites ayuda para cortarla. —sonrió abriendo un par de paquetes de spagetti.

[yukionna-san]

Se rió con ganas y saco la carne, de la nevera, lleno un plato hondo con agua y puso a descongelar la carne molida para luego colocar los filetes sobre una tabla de picar - claro que no - le dijo sacando un gran cuchillo - la salsa de sobre creo que esta en uno de los cajones superiores, creí ver un sobre, pero sera mejor que nos aseguremos - comenzó a cortar la carne en largas tiras separando algunas partes para el perro.
Apenas termino saco del agua la carne molida y le aplico un poco de sal amasándola un poco para que el mineral se mezclara, repitió el proceso con las julianas  - incluso creo que serán necesarios más de un sobre para la salsa, supongo que muchos no hemos almorzado estarán hambrientos - le dijo recordando que el tampoco había probado bocado en el día, ni siquiera recordaba haber desayunado si es que lo hizo... realmente lo dudaba esa mañana había estado medio dormido.



Sasha escucho a Kuo y asintió, comenzó por la puerta donde paso el pasador, luego fue cerrando cada ventana de la planta baja con seguro y al subir al segundo piso se estremeció un poco, no era su casa y no estaba segura de lo que podía encontrar, entro a algunas habitaciones cerrando todo con seguro y al pasar frente a la habitación donde estaba Raisa se detuvo un momento en la entrada y luego negó, no interrumpiría fuera lo que fuera estaba pasando, siguió con algunas habitaciones más que estaban a medio destrozar y con mucho cuidado paso seguro a la puerta que daba al patio y al sótano, no iba a bajar a ese tenebroso lugar, volvió a la sala y se sentó en el suelo con la espalda recostada en el sillón - Ya esta todo cerrado, creo - dijo en voz alta mientras revisaba su alrededor rogando porque no se le pasara ninguna ventana o puerta.

[ozura-chan]

-Oh vamos, no fue taaaan malo.- menciona el pelinegro encogiéndose de hombros al ver a Ian tan afectado por el tan "suave" viaje. Pensó un momento revisando con la vista la estación. Caminó por la periferia del edificio buscando alguna puerta o agujero por la cual entrar. Regresó suspirando. -No hay puerta por la que podamos entrar, pero hay un agujero que lleva adentro. El problema, es muy pequeño como para que yo o tú podamos pasar.- se cruza de brazos.

...........

Extiende los brazos para que Ian le cargue y se aferra a su ropa de nuevo, mira la estación, al menos por fuera estaba en buen estado por la naturaleza de las paredes reforzadas de un lugar como ese. Apenas llegó su hermano, notó que algo andaba mal. Le escuchó y jaló de las ropas del pelirrojo. -Si no pueden pasar, puede que yo sí.- menciona con determinación. -Puedo entrar y abrir la puerta.-

[Estanison]

*No es sencillo escribir con celular.

Silencio total, desde que se subio al minivan. Aunque le hablaran o si acaso le dirieron la palabra, la joven Renir esta en pensativa muy calmada murando por la ventana todo el viaje. Cuando llegaron al lugar, ella tomo sus cosas, mientras discutian por ir en busca de una amiga, ella no aparto la vista del cuerpo de la ninia. Busco un sillon y se quedo mirando silenciosamente el cuerpo sobre el sofa, cuando regreso la aparente hermana mayor, Renir no pudo evitar pensarlo -Papa y Mama, donde estan.- ella no sabia ese sentimiento de hermanos, era hija unica. Cuando la chica de pelo rosa dijo que haria con el cuerpo de la de ninia, Renir dejo de mirarlo y puso su atencion en otras cosas, como curosear en la casa, encontro fotos familiares -Annelien.- murmuro -Con que ese era tu nombre, creo que tu hermana te extraniara, pero al menos no eres parte de esta locura, de la que te salvaste.- dijo habladole a la foto de las dos hermanas que encontro en la habitacion, que aparentemente era de los padres. Renir andaba de forma silenciosa por el lugar, cuando una de las personas aparecio revisando las habitacaiones, quizas para asegurar el lugar, Renir le paso por el lado como si nada. Durante todo ese tiempo solo lo observaba a las personas con las que conviviria a ahora, regreso al sillon donde se habia acomodado -No temas Annelien, cuidare de tu hermana, si ella cuidada de mi, igual cuidare a los otros.- decia como si rezara -Sabes mis padres estan muertos, lo se por mi madre es medico y si las cosas son como son, mi papa hiria por ella primero, quizas estaba seguro que me ensenio bien, soy una scout, eso decia el.- suspiro -Quizas estaba tan seguro que podria sobrevivir sola, que no me llamo.- se mordio los labios -Y por eso solo me dejo ese mensaje.- apreto sus punios -Esos idiotas, como me hacen esto -trato de no gritar -Como creen que puedo vivir sin ellos tan pronto.- llorro en silencio, uso su brazo para sofocar su llanto, mientras undia su cara con la espalda del sillon, de sus bolsillos sobre el sillon cayo un celular, en su pantalla se veia el texto -"Por favor vive. Att. con amor Mama y Papa"- un mensaje tan breve, podia decir muchas cosas, de que paso con con ellos y cuanto querian a su hija. Se calmo rapidamente antes de los desconicidos nuevos companieros la viviran, seco sus ojos y tomo su celular cuando lo vio, comenzo a escribir sobre todo lo que paso ese dia y envio en mensaje a todo contacto, como queriendo decir -"Miren aun vivo y encontre nuevos aliados."- luego guardo el objeto, y se quedo sentada en silencio solo viendo que hacian los demas.

[Misha-Chan]

Se tambaleó un poco después, sintiendo el calor de Hayden y escuchando con atención lo que él tenía por decirle. Se ruborizó un poco y comenzó a lagrimear sin proponérselo, era duro llegar a la conclusión de que era la única viva de una familia de cinco, no era la más especial, pero seguía allí. Jaló a Hayden del brazo, terminando por tumbarse resignada sobre su cama, cubrirse los ojos con el brazo y comenzar a sollozar destrozada, quería que él viera que estaba mal, que no podía ser valiente. -Apretó la mano de Hayden.

Aaron.

Era estúpido retener las emociones o evitar las situaciones cuando podrían morirse en cualquier momento, de ser provocado... Aaron nunca se apartaba. La escuchó balbucear, pero intentaba no darle tiempo o espacio para que lograra decir algo coherente, se relamió los labios al ser mordido, la sujetó por las caderas y fundió sus bocas, comenzando a soltarse los botones de la camisa mientras ella lo acariciaba con sus habiles manitos, apretó su cintura.-


Editando Para Ian.