Se sobresaltó, no la veía tan ansiosa - Eres... Una niña mala - gruñó, miraba desde su posición hacia abajo... Él quería ver el momento en el que lo sacara.
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Frunció los labios, recibió de la dependienta los conjuntos en bolsas y salió del almacén, dejándolo atrás, celosa. Le molestaba que, aunque estuviera con ella, pensara y se preocupara por Haru, que seguramente terminaría inconsciente a manos de su hermano mayor.