Mine

[Misha-Chan]

- Cuanto es lo máximo que has pasado sin comer? - preguntó, ofreciendo un poco de su emparedado a ella.

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Gimió mandando la cabeza hacia atrás, clavando de nuevo sus uñas - R-Ro -

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Lo miró un momento en silencio antes de responder, preguntándose en qué estaba pensando.

—Uh, creo que un día—se inclinó para darle un mordisco al emparedado.

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Tomó una bocanada de aire antes de deslizarse hacia atrás, casi saliendo de ella, y volver a entrar de golpe.

[Misha-Chan]

 Le dio un empujon - Pues esto será lo único que comas en la semana - sonrió - Así que aprovechalo -

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- Eres... Un niño ansioso - cerró los ojos y le rodeó el cuello con los brazos, apegandolo más a ella - Cuan-to... Crees... Que duraras a este rit-ritmo? -

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Lo miró perpleja.

—No puedes hacerme eso—replicó, cruzándose de brazos.

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La rodeó con sus brazos por la cintura, estremecido al sentir sus pechos contra él.

—N-No m-mucho—jadeó.

[Misha-Chan]

Arqueó las cejas - No puedo?... Estás segura? - con sus ojos señaló el cinturon - Puedo cortarte en trocitos y meterte en el microondas, solo porque me perteneces -

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- Está... Bien - cerró los ojos mientras gemía, aferrandose fuerte a él - Yo... Ya estoy... Cer-cerca - se mordió los labios.

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Frunció el entrecejo. Naturalmente, no creía ninguna de sus amenazas.

—No puedes hacerme nada que yo no quiera, ese es el trato.

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Sabía que podría aguantar un poco más, puesto que aquel pequeño tiempo fuera, aunque lo había torturado, también lo había ayudado a recuperar fuerzas. Comenzó a embestirla a un ritmo más rápido.

[Misha-Chan]

Bufó - Querías usar ese trajecito tonto - se levantó, dejando caer el resto del emparedado y el jugo al suelo - Si tu no obedeces yo no te doy lo que quieras - dio un golpecito a su entrepierna sobre el pantalón - Y lo mejor es que - estiró una mano para tomarla brusco por un brazo - Puedo obligarte porque soy mas fuerte que tu -

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Dejo salir un gritito - Así... Más... Fuerte - lo apretó mas en desahogo - Ro... Ro... Se siente... Muy bien - ronroneó.

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Tembló antes su tono y su mirada, pero no apartó la suya. Intentó zafarse de su agarre.

—No pretendo pasar hambre por un simple polvo—soltó y lo miró un tanto burlona—. Ni que fueras tan bueno.

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Le gustaba, le gustaba mucho escucharla. Lo estimulaba. Hundió la cara en su cuello, pasando su lengua por él, repartiendo besos, sin dejar de moverse, sintiéndo cómo lo apretaba.

[Misha-Chan]

- Niña mala, niña mala - la jaló hacia él y la abofeteó con fuerza, frunció el entrecejo y la empujó a la cama.

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Se estremeció al sentirlo, tensó las piernas y volvió a corresponder al movimiento - Más... Rápido... Ro - quería terminar pronto, no aguantaría mucho más -

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Se tomó la mejilla mientras caía a la cama, le había dolido bastante. Gateó rápidamente hacia el rincón más alejado, dispuesta a huir de él.

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Jadeaba contra la piel de su cuello mientras obedecía su orden.

—A-Ama... yo.. No creo aguantar mucho m-más—balbuceó.

[Misha-Chan]

La alcanzó por un pie, jalandola para arrastrarla de vuelta a él - Ah... Ahora si me temes? -

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- No... Te corras dentro - exigió, rasguñando con fuerza su espalda.

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Pataleó.

—¡No me toques!—gritó, en realidad sí había comenzado a temerle un poco. Estaba bien sentir dolor, pero eso comenzaba a sobrepasarla.

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Jadeó al sentir sus uñas, comprendiendo a duras penas lo que ella le decía. Aumentó sus movimientos, no quería acabar antes que ella.

[Misha-Chan]

- Lo hago, cuando yo quiera - volvió a agarrarla por el cabello para enterrar su rostro en el colchon y aprisionarlo contra este.

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Jadeó, llamando aire con la boca ligeramente abierta, estaba a punto. Se arqueó contra el ahogando un chillido.

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Gritó, siendo el sonido amortiguado por el colchón. Llevó las manos al brazo que la tomaba y clavó sus uñas en él.

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La sintió apretarse todavía más entorno a él y jadeó. Un poco más, un poco más y saldría de ella para acabar fuera.

[Misha-Chan]

La mano libre la tomó por la muñeca que apretó con fuerza - Entre más resistencia opongas... Peor será tu castigo -

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Gritó cuando finalmente acabó, aflojó su agarre pero no lo soltó. - Ro... Ro... Dentro no - repitió agotada, aunque él todavía no llegaba.

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Pataleaba e intentaba soltarse, hasta que de pronto se detuvo, quedando laxa sobre el colchón.

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Se mordió el labio al sentir el climax cerca y salió de ella, derramándose sobre la colcha.

[Misha-Chan]

La soltó - Toda esa rebeldia solo te lastimará - murmuró, sentandose al lado de ella - Temo decirte que soy un mal tipo, disfrutare mucho de herirte - no se le ocurrió que el detenerse fuera otra cosa a que se estaba rindiendo.

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Lo empujó, rodandose para quedar a cuatro y alejarse de él gateando - Has... Quedado satisfecho? - murmuró, a los pies de la cama, balanceó el trasero.

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Oía el murmullo de su voz muy lejano, los oídos le pitaban y la cabeza le dolía demasiado. El aire parecía haberse ido de sus pulmones y su cerebro no parecía recibir el mensaje de que deseaba moverse.

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La miró jadeante, sin haberse repuesto de su orgasmo. Asintió, pasando saliva sin dejar de ver su trasero.

—¿Usted, ama?

[Misha-Chan]

Y se dio cuenta -Mierda - soltó, se giró y le dio la vuelta al cuerpo de la chica para observar su rostro pálido. Se incliño a ella y notó que no respiraba, le presionó el pecho con fuerza, casi la había ahogado contra el colchon.

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- No estoy segura - ronroneó seductora - Pero si estas agotado puedo retirar esto de tu vista - suspiró con fingida resignación - Creí que me deseabas más -

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La luz le golpeó el rostro y soltó un casi inaudible quejido, pero porque algo le presionaba el pecho. Comenzó a jadear, buscando oxígeno.

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Sonrió, observándola embelesado.

—Me gusta mucho, ama—habló al recomponerse—. Y me gusta mucho la vista.