Dios mío, Aaron, niño malo <w<~
Era increíble, su boca era tan húmeda... Tan caliente... Se sentía muy bien. A él no le preocupaba la dueña de la boca, sentía llenarse más y más... No podía detenerse.
...
Amenazó con cerrar las piernas, pero enterró sus manos entre el cabello de Ro y jaló con fuerza - Ro... Ro... Tu lengua... - se arqueó, le gustaba decir cosas que le hicieran saber que la hacía sentir bien.