Sonrió divertido y acercó el zapato a su piel - Cada vez que te golpee dirás mi nombre - rozó sus bragas con la punta de este - Y comenzaré a la cuenta de tres... Uno... -
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Se inclinó de nuevo y le mordió el hombro donde antes estaban sus uñas, dejó de moverse y se quedó muy quieta sobre él, solo apretando su piel, ideando algo más divertido.
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Asintió, mirando a su rostro - Te... Amo - apartó luego la vista, sonrojada hasta la coronilla, nunca antes le había dicho eso a alguien más que a su madre... Y él no era más que a un desconocido.
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Estaba bien... No?. Miró a las otras chicas y encogió los hombros, ellas le daban más confianza de alguna forma. Se llevó las manos a la cabeza para quitarse ella misma el gorrito rosa, miró a Arle.
(Es la más peque bajo las manos de ese hombre malvado(?))
Madre~
No ignores a Aimée, solo Ian puede hacer eso(?)