Bueno... Al menos sabía que podía soltarlo sin la necesidad de preocuparse de que la ensució. Sus labios fueron lo último que sintió antes de gruñir y regarse en su rostro. Mantuvo los ojos cerrados, apretados, con el temor de verla con tales fluidos en el rostro, no solo porque sería vergonzoso, si no además porque estaba tan entregado... Que quizá solo eso bastara para encenderse de nuevo. Pero estaba exhausto, esa linda señorita frente a él lograba encenderlo una vez tras otra sin preocuparse en sus energías. Sonrió - Ama... ¿Podría quedarme con usted esta noche? - preguntó. Estaba preocupado porque lo tratara de loco y lo rechazara, pero... ¿Qué sentido tenía volver a casa si no podía sacársela de la cabeza?.
...
- Si... - acarició su espalda, sus cabellos, inhalando aquel dulce aroma que tanto le gustaba de ella. Inundaba sus pensamientos y agradecía de alguna forma el haber obtenido esa revista, de lo contrario no la tendría a ella. Sobre las mujeres a las que había tenido frente a él para hacer estas cosas, ninguna le había atraído tanto como ella, sentía que Victoria, además de ser la más traviesa, era la más bonita y a la más fácil de cogerle cariño. - ¿Cómo es que te he cogido tanto cariño en tan poco tiempo? - sonrió, sin soltar aquellas suaves onditas de su suave cabello -¿Me has embrujado? -
...
Sonrió, divertida - No, jamás había estado desnuda sobre un chico - sacó la lengua para mostrarla, juguetona, esa posición en la que ahora se encontraban ambos era la adecuada para relajarse, era por esa razón que sentía que podría hablar con él como si lo conociera de toda la vida - Pero Amo... Tú si has estado así con más chicas... - su expresión se tornó desanimada, como si pensara que era tan solo un reemplazo o una clase de juego para él, la vida no podía ser como en los cuentos y ya lo comprendía (después de todos nunca leyó sexo oral en un cuento). Volvió a recostarse, desanimada, porque, sin esperar a que él respondiera, sabía que si... Porque él era apuesto y sabía de esas cosas, entonces quería decir que había estado con más mujeres, sin saber la cantidad exacta, eso la hacia sentir celosa, frustrada.