Aruto por fin pudo captar a Ornella. Con el rostro serio, sin un matiz propio de expresividad, se acercó muy lentamente a ella con las manos metidas en los bolsillos de sus jeans.
La verdad es que quería hablarle seriamente sobre muchas cosas relacionadas al pasado, pero no era el lugar indicado, así que solamente le diría que solo le diría un par de cosas más tarde.
La mirada que lo perseguía intimidantemente era la de Leonardo, que tampoco pensaba quedarse atrás. No dejaría que le volviera a hacer daño, no como hacía unos años atrás, con esa magnitud destructiva.
Kenji esta vez no lo acompañaría. Tenía que sabotear la votación.
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—Tú sí que sabes buscarte problemas Lia. Cambiando de tema, ¿Sabes? Estoy ansiosa porque llegue San Valentín. A pesar de que no tengo a nadie en la mira del amor~ quiero hacer muchas cartitas.
—Eso es tan estúpido… — Ella pensaba que con su metro 1,56 nadie se fijaría en ella… además de pésimo mal carácter , personalidad arisca , gustos extraños y toda la bola.
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—Me gustaría que por lo menos Daimon estuviera aquí para mirarlo de reojo — pensaba Almendra sentada casi arriba de todo.