Esta historia la estaremos escribiendo Dimencio y yo. Espero que les gusté nuestra historia. :3 sin más que decir los dejo el capítulo 1.
Capítulo 1: Despierta la curiosidad
De cualquier escuela en que esta chica pudo haber ido, fue transferida al Instituto San Jorge Lestrada. Este instituto se dedicaba a la enseñanza del arte y sus derivados.
La llegada de esta chica a mitad de primer semestre fue sorpresa para muchos.
La muchacha seguía a la secretaria de la escuela quien la guiaba a su salón hogar. Allí fue presentada a los estudiantes: Ania Rojas Zorilla, edad: 17 años. Estatura: promedio. Cabello: color castaño. Ojos: azul cielo. Color de piel: porcelana.
La chica esbozo una sonrisa al grupo y fue a sentarse en la silla que el profesor le asignó.
-Renato.-llamo el maestro.
-Sí, profesor.-dijo el muchacho de cabello negro, ojos marrones y piel color beige, parándose del pupitre.
-Al finalizar el periodo de clases, encárgate de presentarle la escuela a la nueva estudiante.-ordenó el profesor buscando ahora un libro para comenzar su clase es literatura.
-Sí, profesor.-dijo volviendo a sentarse en su asiento.
La clase se dio normalmente. Al finalizar el periodo, el maestro le preparó una excusa a ambos, pues la necesitarían para las clases en que se ausentasen.
Renato guió a Ania por toda la escuela. Le mostró los salones en que tomarían clases, la ubicación de los sanitarios, los 'lookers room' de chicas, la cancha,la oficina, las oficinas de los orientadores y trabajadores sociales, la biblioteca, el salón donde colocaban las pinturas, manualidades y esculturas de arte que creaban los estudiantes y por último, pero no menos importante, el comedor escolar. Luego de todo eso se reportaron al salón que les correspondía, entregaron su excusa y tomaron el resto de clases de la mañana.
A la hora de almorzar, los estudiantes salieron de sus salones y algunos fueron a comer de la comida del comedor, aunque la gran mayoría decidió comprar en los pequeños chinchorros del alrededor. Renato había decido acompañar a Ania a almorzar en el comedor.
-¿Porqué hay tan poca fila?-pregunto Ania tomando la bandeja para que el cocinero, un hombre joven, no podía tener más de 22 años, le sirviese su porción de comida.
-La verdad es que desde que llego ese nuevo cocinero a la escuela, toda la comida que se ha servido aquí es muy extraña y pues por eso los estudiantes dejaron de almorzar aquí, aunque también muchos de ellos prefieren comer comida chatarra de los chinchorros que la nutritiva del comedor. -explicó Renato quien caminó hasta una de las mesas y se sentó frente a Ania a comer una vez le sirvieron la comida.
-De acuerdo...-Ania se quedo mirando su comida. Renato tenía toda la razón, la comida lucía extraña, en especial la carne.- Renato, ¿me recuerdas de que se supone que sea esta carne?-dijo pokeando la carne con el tenedor.
-Carne de res.-dijo Renato comiéndose la carne de la manera más normal.
Ania miro la carne de manera extrañada, picó un pedazo pequeño, lo suficiente para que cupiera en su boca, lo tomó con el tenedor y lo probó. Le encanto el sabor de la carne, sin embargo, al gustarla se dio cuenta que no era carne de res por su sabor y textura; era totalmente diferente a lo que antes había probado. Miro a su alrededor como tratando de buscar a alguien que se diese cuenta de lo mismo que ella, pero sólo se encontró con la mirada del cocinero puesta en ella esbozándole una sonrisa.
Ania desvío la mirada y la volvió a su comida, entonces avanzo a comerse todo lo que quedaba en la bandeja para entonces salir del comedor con una interrogante. ¿De qué era esa carne que sirvieron en el comedor? Lo averiguaría, debía saber de que era esa deliciosa carne que almorzó. Pero por ahora debía proseguir a su salón ya que el timbre que anunciaba la entrada de que las clases de por la tarde, había sonado.
;) los dejo con Dimencio en el segundo Capítulo.
Tema: Canibalismo por inocencia [Cap.1] (Leído 9812 veces)