°Happy days in the paradise° -COMENZAMOS-

[yukionna-san]

suspiro cansada - podrán elegir eso cuando lleguemos, pero antes mejor nos apresuramos no quiero que ese bastardo se entere que estoy en la ciudad o es posible que huya antes de que lleguemos a su casa- exclamo  mientras retomaba el camino y entraba en la majestuosa ciudad

[Snade]

Si eso era un pueblo, entonces Margaret tenía que caerse de trasero al piso. Era una mezcla de mini ciudad parecida a la de Buenos Aires, con Manhatan y Tokio, versión antigua.  Las fuentes de energía salían de los poderes de la gente… incluso la luz eléctrica provenía de las personas con elemento electricidad. Lo pudo comprobar al ver como arreglaban una caja de alta tensión.
Pero se notaba que solo en esa mini ciudad había luz eléctrica, cloacas y lo necesario para vivir cómodamente.

Las personas miraban el cabello de Ornella con gran curiosidad y asombro.

—¿Qué significa el cabello rubio aquí? ¿Santidad? — Veía las expresiones de las personas.

[yukionna-san]

-no - rió - pero es algo parecido, se dice  que aquellos con el cabello rubio nacen con un poder muy destructivo, capaz de mandar al cuerno todo y cuanto conocemos, pero también tienen la habilidad de mejorarlo todo- miró a Ornella - los que tienen el cabello como tu normalmente son monarcas o algo parecido, así que si intentan asesinarte o gritan y salen corriendo con solo verte ya sabes la razón-

[Snade]

—Margaret —Hizo un puchero a la mencionada mientras la miraba, intentando ocultarse detrás de ella.

—En mi mundo, en la antigüedad, pintaban los fondos y el cabello dorado porque eso delataba la divinidad del sujeto —explicó Margaret — Felicidades “Orne”, eres un ser que puedes mandar todo al carancho con solo tocar algo. Y la verdad que es cierto — notó que algunos se arrodillaban temerosos. Aparte el vestido de Ornella era amarillo con dorado y lleno de puntillas, como toda una lolita.

[yukionna-san]

se detuvo frente a una casa y toco el timbre varias veces sin obtener respuesta-joder, ya sabe que soy yo -murmuro antes de dar media vuelta y mirar a los demás - muchachos les tengo una noticia buena y otra mala ¿cual quieren escuchar primero?- pregunto sonriente-

[Snade]

—La mala.

[yukionna-san]

- que tendremos que destruir la puerta o entrar por una ventana o el techo, ya que sabe que soy yo la que lo busca, la buena es que aun no ha huido- sonrió como si eso fuera normal - así que elijan, destruimos la puerta o entramos por el techo o una ventana, yo personalmente prefiero la primera-

dentro de la casa se encontraba un joven pelirrojo, escondido detrás de  una pared mirando a la entrada -¿ que diablos hace ella aquí ?- se preguntaba, pues sabia que la visita de la albina significaba que vendría a cobrarle algún favor o dinero y eso significaba que tendría que hacer algunos conjuros gratis lo cual resulta en trabajo sin paga o más deudas y daños a su hogar, aunque pareció extraño que no viniera con sus hermanos, decidió no abrir la  puerta y hacer como que no estaba, con la esperanza de que la albina y sus acompañantes se fueran

[Snade]

—Si me das a elegir, yo quiero la primera.

—Creo que todo el mundo quiere eso — dijo Margaret cruzada de brazos con indiferencia.

[yukionna-san]

- bien, entonces Aidron te pediré el favor de que te conviertas en un dragón de fuego y te cargues esa puerta - miró al ave con la cara más dulce que podio poner - eres el único en el cual puedo confiar para algo tan importante-

observaba a su alrededor paranoico buscando la mejor manera de escaparse de Bonitate, si bien la chica no era peligrosa era capaz de hacer cualquier cosa por cobrar sus deudas, era peor que un banco en eso, maldito sea el día en que se topo con ella

[Snade]

— ¿Cómo diablos supiste que…? — La miró — Yo no soy un dragón.

[yukionna-san]

-se muchas cosas - sonrió maliciosa - pero ahora el punto es que necesitamos que cambies de forma y te cargues esa puerta, porque aquí Ornella y Margaret llaman la atención y podríamos correr peligro, por favor dulce y sabio Aidron..- insistió de nuevo

[Snade]

—Joder… — voló hacia atrás. Pero no se convirtió en dragón, solo largó una llamarada inmensa de la boca, derritiendo la cerradura por completo. Luego le dio un empujón a la puerta y esta se abrió — No era necesario hacer tanto escándalo — soltó humo del pico. 

[yukionna-san]

- no sabia que podías hacer eso, eres sorprendente - elogió mientras entraba a la casa  - aunque me hubiera gustado más que derritieras la puerta-

- oye, esa era una cerradura encantada de acero, sabes lo mucho que me costo hacerla - regaño el pelirrojo saliendo de su escondite acercándose a la puerta para examinar el lugar donde antes estaba la cerradura

- tiempo sin verte Kedman, como haz estado, que me cuentas de tu existencia sin sentido y agobiada por las deudas- saludo sonriente

miró a la chica con ira contenida por su hermosa cerradura -solo te debo a ti, ¿que quieres esta vez? - pregunto tosco antes de notar la presencia de los demás que aun no habían entrado - necesitan invitación o que, pasen rápido que no tengo todo el día-

- necesito un favor tuyo ya que supongo no tendrás el dinero que te preste  - sonrió y comenzó a caminar hacia donde según recordaba quedaba la sala

[Snade]

—Ya deja de llorar Mish — Aidron chasqueó la lengua. Voló por toda la casa en busca de que no hubiese alguna sorpresita por parte de ese mago o hechicero o que fuese que era.

—Bien — Dijo Ornella. Cuando todos pasaron, esta cerró la puerta con tanta fuerza que se calló un cuadro de cerámica de una pared al suelo, haciéndose trizas.

—Perfecto, destrucción — Margaret miró al pelirrojo fríamente.
 

[yukionna-san]

Ignoro completamente la mirada de Margaret, chasco los dedos y el cuadro volvió a su lugar intacto - siganme - pidió ya mas calmado y resignado a la situación, los llevo hasta la sala - tomen asiento- uno de los sofás se movió hasta donde él estaba para que se sentara --¿que clase de favor vienes a pedir hoy? - pregunto a Bonitate que se encontraba tirada sobre otro sillón

- uno fácil - respondió sin el mayor interés señalando a las chicas -quiero que les cambies el color de cabello, ojos y tamaño del pecho ya que llaman bastante la atención -

miró a Ornella fijándose en su cabello - la rubia ¿como te llamas, de que casta provienes y que edad tienes?- pregunto analizándola sorprendido, nunca antes había visto a otra persona con ese tono de cabello aparte de los dos gobernantes del lugar

[Snade]

—Dilo por Ornella, mis ojos no llaman la atención y mi cabello menos — el cabello de Margaret era negro y su color de ojos grises oscuros— Aunque lo último que dijiste sí. Me ahorro dinero en cirugía.

—Me llamo Ornella Clearwater, tengo 17 años y soy de clase media-alta… — susurró tímida.

[yukionna-san]

- Clearwater? nunca he escuchado ese apellido, ¿de donde eres y que poder o habilidad posees - pregunto ya más amigable

[Snade]

—Pues, verá… Vengo de — dijo el nombre de la ciudad, provincia y país. Se quedó en silencio por un breve momento — Aun no se qué habilidades tengo. Si es que las poseo. 

[yukionna-san]

- Boni a traído a mi casa muchas personas raras y locas, pero de todas tu eres la más extraña aunque tus amigos no se quedan atrás- rió, aunque no logro reconocer ninguno de los lugares que ella había mencionado y su forma de vestir era muy rara los ayudaría aunque de todas maneras no tenia muchas opciones - y dígame señorita Clearwater ¿que color de cabello y ojos desea?-

[Snade]

—Estoy acostumbrada a que me digan eso — Lo de rara y loca. Entrecerró los ojos — De cabello quiero un castaño claro ceniza y mis ojos… — Sus ojos eran miel. Pensaba… — Azules — siempre los quiso tener así. Y ya había visto a varios con ese color de ojos.