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Qué enorme placer leer esto, Azathoth xDD, porque solamente algo
diseñado con majestuosidad podría generar la variabilidad genética que nos compone ya que el azar no produce magnificiencias. Y hablando un poco del código genético, te diré algo sobre las unidades estructurales del ADN (ácido desoxirribonucleico), que lleva el código genético. En el ADN están implicadas cinco histonas (se cree que las histonas tienen que ver con gobernar la actividad de los genes). La probabilidad de formar siquiera la más sencilla de estas histonas se dice que es de uno sobre 20 seguido de 100 ceros... y esta cifra de 20 seguido de 100 ceros es otro número enorme, “mayor que el total de todos los átomos de todas las estrellas y galaxias que se pueden ver mediante los mayores telescopios astronómicos.
La verdad es que los seres humanos, también fueron creados
‘según su género.’ A eso se debe que nunca se hayan hallado “eslabones” entre el hombre y la bestia. Por esa razón tampoco se hallará uno jamás. Siempre subsistirá la enorme brecha, puesta allí por
el Creador para mantener distintos al hombre y la bestia. La ciencia no ha presentado ninguna prueba de que el hombre descienda de los animales. No existe ninguna prueba de que los fósiles simiescos desenterrados en África y en otros lugares fuesen de alguna manera antepasados del hombre. De hecho,
si viviesen en la actualidad, muy probablemente serían colocados en parques zoológicos junto con otros simios. Cuando se observa una gran similitud entre la estructura y el tamaño de ciertos huesos fósiles y los de un ser humano, lo más probable es que simplemente se trate de un fósil perteneciente a otra rama de la familia humana.
Un estudio del ADN de chimpancés, orangutanes, monos lanudos y macacos revela que su constitución genética no es tan parecida a la del hombre como creían los científicos. “En el ADN existen grandes diferencias (
en absoluto insignificantes) que separan a los antropoides de otros simios, y a todos ellos del ser humano”, indica la revista británica New Scientist. “Cierto cromosoma presenta grandes pérdidas de fragmentos e inserciones”, explica Kelly Frazer, de Perlegen Sciences, la empresa californiana que efectuó el análisis. Según la citada revista, se trata de “diferencias abismales entre los simios y nosotros”.
Además, la relación que guarda el hombre con el “polvo del suelo”, según lo expresa Génesis, es indisputable. Todas las sustancias químicas que componen el cuerpo humano se encuentran en el “polvo del suelo”. El cuerpo humano está compuesto de elementos que se encuentran en la corteza terrestre, como el hidrógeno, el oxígeno y el carbono; este es un hecho científico comprobado. En realidad, el hombre depende de este “polvo” para su existencia. Su cuerpo se sostiene y regenera con alimento compuesto de sustancias nutritivas que se encuentran en el “polvo del suelo”, y que luego han sido procesadas mediante las plantas y los animales que come.
Razonemos sobre una inevitable reacción en cadena:
● “[Jesús] dijo: ‘¿No leyeron que el que los creó desde el principio los hizo macho y hembra y dijo: “Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa”?’.” (Mateo 19:4, 5.)
Muchas personas reconocen que Jesucristo fue alguien que se adhirió a las más elevadas normas de honradez y moralidad. Si el relato de Génesis acerca de Adán y Eva es solo alegórico, ¿lo hubiera citado Jesús como hecho real? ¡Difícilmente!
● “Jesús [...] siendo hijo, según se opinaba, de José, hijo de Helí, hijo de Matat, [...] hijo de David, hijo de Jesé, [...] hijo de Abrahán, [...] hijo de Sem, hijo de Noé, [...] hijo de Adán, hijo de Dios.” (Lucas 3:23-38.)
¿En qué punto de la lista que Lucas da de los antepasados de Jesús se cambia de una persona mítica a una persona de la realidad? ¿Quién, en la lista, es el primer hombre que existió en realidad, si no es Adán?
● “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo [...] así la muerte se extendió a todos los hombres.” “La muerte gobernó como rey desde Adán hasta Moisés.” (Romanos 5:12, 14.)
Si Adán fue “la humanidad original”, ¿no debería el apóstol Pablo haber hablado de “varios hombres”, en vez de “un solo hombre”? Y si Adán es ficticio, ¿qué hay de Moisés? Nadie duda que Moisés haya existido.
● “También profetizó respecto de [los inicuos] Enoc, el séptimo en línea desde Adán.” (Judas 14.)
Si Adán no fue persona real, ¿qué hay de Enoc? Y si Enoc existió realmente, ¿cómo pudo haber sido el séptimo en línea desde un ficticio Adán?
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Exacto, tú lo has dicho xDDD. Estamos tan maravillosamente hechos (tan maravillosamente hechos como para existir por coincidencia) que podemos adaptarnos al medio ambiente.
Adaptación, no transformación. Oh, y el comentario del distinguido profesor Hughes, fue para reafirmar esta excelente capacidad de adaptación.
¿Verdad que somos un diseño maravilloso? Así lo confirman los estudios que se han hecho. Los recientes hallazgos realizados por dos científicos británicos confirman la postura de que el código genético no surgió meramente por una feliz coincidencia. “Su análisis indica que el código genético es el mejor de 100 trillones de códigos posibles”, señala la revista New Scientist. De los 1020 (un 1 seguido de veinte ceros) códigos posibles, solo se seleccionó uno en los comienzos de la historia de la vida. ¿Por qué ese en concreto? Porque minimiza los errores, tanto los cometidos durante la síntesis de las proteínas como los producidos por las mutaciones genéticas. En otras palabras, dicho código garantiza el estricto cumplimiento de las leyes de la herencia. Aunque algunos investigadores atribuyan la elección de este código a “intensas presiones selectivas”, los citados estudiosos han llegado a la conclusión de que
“es sumamente improbable que haya surgido por casualidad un código tan eficiente”.Así pues, todas las variedades del hombre pertenecen a la misma especie y tienen la misma remota ascendencia. A esta conclusión señalan
todas las pruebas pertinentes de la anatomía comparada, la paleontología, la serología y la genética. Considerando solo las razones genéticas,
es virtualmente imposible concebir que las variedades del hombre se hayan originado por separado.” (M. F. Ashley Montagu, antropólogo.)
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¿Innecesario mencionar a Noe? No lo creo, puesto que de sus hijos volvió a poblarse la tierra después del diluvio y tienes razón, es en la Biblia donde se menciona a este hombre, pero te diré algo Azathoth. En la Biblia encontramos otras personas que también existieron. Como Jesucristo, que mencionó a Noé como una persona real, que existió y sobre Noé dijo: “: “
Así como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, los hombres se casaban, las mujeres se daban en matrimonio,
hasta aquel día en que Noé entró en el arca, y llegó el diluvio y los destruyó a todos” (Lucas 17:26, 27) Y si lo notas, fue Lucas, personaje Bíblico real, quien corroboró las palabras de Jesús.
Lucas, no solo el evangelista, sino médico e historiador: En su libro El Caso de Cristo, el autor Lee Strobel describe a Lucas como un periodista del primer siglo. Lo dice porque es bien conocida la intención de Lucas de investigar la vida de Jesús para que otros pudieran conocer la verdad sobre él. En Lucas 1:3 dice que investigó "con diligencia todas las cosas desde su origen" para escribirlas en orden. Juntos, los libros de Lucas y Hechos componen un cuarto del nuevo testamento.
Para mejor explicar la integridad de las escrituras de Lucas, Strobel entrevistó a John McRay, experto sobre la arqueología en el nuevo testamento, el cual explica que la arqueología continuamente confirma los detalles en Lucas y Hechos, y que incluso, en ocasiones cuando historiadores han dicho que Lucas había cometido un error en su reportaje, la arqueología ha en cambio ha comprobado que no. Por ejemplo, Strobel cita que Lucas dio referencia a 32 países, 54 ciudades y 9 islas sin cometer un error al referirse a la geografía, líderes, culturas, o eventos de estos lugares. Si Lucas se preocupaba por detalles pequeños y secundarios, dice Strobel, pues ciertamente iba a asegurarse de no cometer un error al reportar sobre el evento más significativo del cristianismo, la muerte y resurrección de Cristo. Para lograr esto Lucas realizo entrevistas extensivas con personas que fueron testigos de los milagros y las enseñanzas de Jesús.
Además, es posible corroborar que Noé fue una persona real consultando dos listas genealógicas que aparecen en las Escrituras (1 Crónicas 1:4; Lucas 3:36). Quienes elaboraron estos registros, Esdras y Lucas, fueron investigadores concienzudos, y
Lucas incluso trazó la línea de descendencia desde Noé hasta Jesús. Ahora bien, ¿qué, según tú, me convierte en una fanática religiosa? ¿El hecho de conocer la verdad de la Biblia y comprobarla con los descubrimientos encontrados? ¿O el que no creo en la evolución? Desde luego,
creer que los millones de formas perfeccionadas de vida existen debido a millones de casualidades que salieron bien constituye un caso de credulidad extrema. Me guío por la lógica y observo la inmensa complejidad del mundo que nos rodea. Es de sentido común:
cuanto más complicado es algo, menos probable es que haya surgido por casualidad, por lo tanto, la aparición espontánea de una molécula básica de ADN cuenta con unas posibilidades tan ínfimas que cabe calificarla de imposibilidad matemática. Las probabilidades de obtener la bacteria viva más sencilla mediante cambios al azar es de 1 sobre 1 seguido por 100.000.000.000 de ceros. “Este número es tan grande que para escribirlo en forma convencional necesitaríamos varios centenares de miles de libros en blanco" (Cálculos que han hecho algunos científicos)
LOS evolucionistas presentan su teoría como realidad. Pero ¿hasta qué grado se ajustan a la lógica muchas de sus aseveraciones? Robert Naeye, escritor de la revista Astronomy y evolucionista, dijo que la vida en la Tierra es el resultado de “una larga secuencia de sucesos improbables que ocurrieron precisamente de la forma adecuada para que llegásemos a la existencia, como si hubiéramos ganado un millón de dólares en la lotería un millón de veces seguidas”. Ese razonamiento pudiera aplicarse a toda criatura que existe hoy día. Las probabilidades son ínfimas. ¿Cuántas probabilidades hay de que la interdependencia reproductiva sea fruto del azar? Si el cálculo se limita a una sola especie, el resultado es inconmensurablemente bajo, pero si se aplica a todas,
la cifra ya desafía toda lógica. ¿Logran explicar tal complejidad las hipótesis evolucionistas? ¿Cómo es posible que una serie de accidentes, sucesos aleatorios sin finalidad alguna, hayan dado origen a sistemas interrelacionados de forma tan compleja? Los seres vivos presentan un sinnúmero de características que indican previsión y planificación, lo que a su vez implica la existencia de un Planificador inteligente y para mí, es más lógico pensar en la existencia de alguien inteligente, porque observo inteligencia en los diseños, a que todo surgió de la nada.
Simple observancia y lógica. Yo, a diferencia de los animales, pienso, y no me satisface la idea de que la intensidad de las fuerzas físicas fundamentales: el electromagnetismo, la gravedad, la interacción nuclear fuerte y la interacción nuclear débil, que actúan sobre todos los objetos del universo y están ajustadas y equilibradas con tanta precisión, que el menor cambio acabaría con la vida existente, sea pura coincidencia. El universo, el planeta tierra y todos los seres vivos presentan un sinnúmero de características que indican previsión y planificación, lo que a su vez implica la existencia de un Planificador inteligente. Para mí eso es lo más lógico.
Lo cierto es que los humanos abundan en rasgos singulares que no encajan en el patrón animal, como son el amor, la conciencia, la moralidad, la espiritualidad, la justicia, la misericordia, el humor, la creatividad, la percepción del tiempo, el conocimiento de sí mismos, la sensibilidad estética, el interés en el porvenir, la capacidad de acumular conocimiento durante generaciones y la esperanza de que la muerte no sea el final absoluto de su existencia. AL PRIMER hombre,
Adán, se le llamó “hijo de Dios” (Lucas 3:38). Ningún animal ha sido jamás objeto de tal distinción. ¿Es lógico el evolucionismo?
Mírate en el espejo Azathoth, observa el color de tus ojos, la textura del cabello, la tonalidad de la tez y la forma general de tu cuerpo. Piensa en los talentos que posees. ¿Por qué tendrás ese físico en particular? ¿A qué se deberán tus características y habilidades? Pues ya conoces un principio fundamental de la genética: los rasgos físicos se transmiten de padres a hijos. ¿Es tu existencia fruto de la evolución o de la creación?
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Sí, en algo tienes razón, existen anormalidades genéticas que se deben a matrimonios o parejas incestuosas, pero suelen darse también en otras parejas que no lo son. Y de acuerdo a los estudios, el incesto no produce esterilidad, de lo contrario, no habría tanto temor de tener hijos mal formados cuando hay incesto.
Cuando Dios creó a Adán y Eva en perfección, su propósito fue que toda la humanidad proviniera de un solo hombre, por consiguiente que estuviera relacionada en la carne... todos una sola familia. (Gén. 1:28) Adán nombró a su esposa Eva, que quiere decir “Viviente,” “porque,” registra la Biblia, “ella tenía que llegar a ser la madre de todo el que viviera.”—Gén. 3:20.
En consecuencia, para que todos provinieran de Adán y Eva, es obvio que por lo menos un hombre tenía que casarse con su hermana. Caín, el primero de los hijos de Adán que se informa que se casó, muy probablemente hizo eso. Abel y Set pudieron haberse casado con sus hermanas, o sobrinas, porque Adán tuvo otros hijos e hijas, los cuales, a su vez, tuvieron hijos. (Gén. 5:3, 4) Había muy poco peligro en aquel entonces de que deformidades señaladas se produjeran en los hijos, debido a que la raza humana estaba mucho más cerca de la perfección que ahora. Existirían pocos genes malos (ya sea “recesivos” o “dominantes”). El vigor de los primeros descendientes de Adán se demuestra en la longevidad de los hombres en aquellos días, pues se informa que uno de ellos vivió 969 años.—Gén. 5:27
Actualmente, nos separan miles de años del tiempo en que nuestros primeros padres disfrutaron de completa perfección. Es muy posible que en sus días no existieran los mismos problemas genéticos y hereditarios de hoy. Además, estudios recientes, como el publicado en la revista médica Journal of Genetic Counseling, han demostrado que los riesgos de que un hijo de primos hermanos nazca con algún defecto no son tan altos como mucha gente piensa. (Estos estudios ni siquiera se hubiesen llevado a cabo si existiera la esterilidad por incesto) Es de suponer, pues, que tales cuestiones no representaron un problema en la época de Adán e incluso antes de los días de Noé.
A medida que se multiplicó la raza, se hizo posible contraer matrimonios entre los de parentesco más lejano. Pero nuevamente, después del Diluvio, mientras los hombres todavía vivían muchísimos años, los nietos de Noé, al llevar a cabo la repoblación de la Tierra, sin duda se casaron con sus primas. Estos hombres ni son elogiados ni son condenados por eso, puesto que Dios todavía no había dado una ley que prohibiera tales matrimonios. Por supuesto, durante todo ese tiempo, la unión de un individuo con una esposa de su padre, así como toda fornicación o adulterio, se consideraba vergonzosa.—Gén. 35:22; 49:3, 4; 34:2, 7.
Entonces, en 1513 a. de la E.C., Dios dio la Ley. Para ese tiempo la gente era numerosa en la faz de la Tierra. Y las naciones se habían hecho muy corrompidas, violando promiscuamente todo lo que era apropiado y natural por toda forma de aberración sexual, incluso el incesto. (Lev. 18:24, 25) Dios dio leyes en cuanto a la consanguinidad en las relaciones, específicamente prohibió todo matrimonio que fuera más cercano que la unión de primos hermanos. Estas leyes, además de producir limpieza religiosa delante de Dios, suministraron protección contra los peligros genéticos que entonces prevalecían mucho más entre la raza humana, ya bastante alejada de la perfección original de Adán, ni para qué mencionar que hoy día estamos mucho más alejados de esa perfección, por lo que es apropiado cultivar la actitud de tabú que la mayoría de las sociedades humanas, por lo menos en la historia moderna, han tenido para con las relaciones incestuosas porque es una protección, puesto que se pueden tener inclinaciones incorrectas. Este punto de vista hace “inconveniente” que relaciones sexuales fáciles surjan dentro del círculo de familia inmediato.
Incluso en este propósito de poblar la tierra hay planeación.
En cuanto al dilema del mal... xDD. En otra ocasión será.
Saludos.
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