Hola de nuevo. Soy Utau, y estare compartiendo mi historia con ustedes. Como bien muestra es una historia original y Yaoi, por lo que significa que va a tener partes fuertes. Espero que les guste y espero sus comentarios; acepto todo tipo de critica.
Capitulo 1
_Toda mi vida he tenido dos ideales: cambiar al mundo y encontrar mi verdadero amor. Como veo hoy ía el mundo, hay mucha violencia, maltrato, robos, jovencitas menores de dieciocho años embarazadas, la cual viven la vida lamentándose.
_Yo, Hinginio, un chico de escuela superior, me gusta mirar más allá. Imagino un mundo en donde los padres aman y cuidan a sus hijos, donde hay sinceridad, armonía, felicidad, donde no hay discriminación por color o sexualidad. Tal vez pida mucho, pero cuenta mas poner mi grano de arena.
_Era un lunes temprano en la mañana. Me levantaba para dirigirme a la escuela. Me dirigí a la cocina y allí desayune lo que mi madre había cocinado. Luego me dirigí al baño y lave mis dientes, me monte en el auto y mi madre me dejo en la escuela mientras ella se iba a trabajar. Era una mañana como todas las demás.
_Sonó el timbre y entre a mi salón hogar. Cerca de mí se sentaba un chico de ojos color zafiros como la flor nomeolvides y cabellera negra como la noche llamado Sebastián. Para ser exactos era mi mejor amigo.
_Como de costumbre, en todas las clases cuando terminábamos los trabajos nos hablábamos atreves de notas, estudiábamos en la biblioteca, a la tarde nos dirigíamos a mi casa a jugar videojuegos, etc. Él era el hermano que nunca tuve.
_Detrás de mí se sentaba una chica de cabellera castaña como el chocolate y ojos carmesí. Era la chica que me gustaba llamada Anastasia. Claro, era la chica más inteligente del salón después de Sebastián. Aunque en realidad no era por eso que me gustaba. Desde que estábamos en intermedia me gustaba, el problema ha sido que no he tenido el valor de decírselo porque creo que ella tiene novio.
-Bueno estudiantes, recuerden que mañana tienen examen. Estudien todo lo que se le dio desde el 8 de septiembre.-Dijo el maestro cerrando un libro.
_Examen de matemáticas. La clase que más odio. Aunque así era siempre.
-Oye Hinginio, se que aun tienes duda en eso. ¿Quieres que vaya a tu casa y te ayude a estudiar?- Dijo Sebastián.
_El...
_Siempre preocupado por mí, aunque yo también me preocupo por él y lo ayudo en lo que puedo.
-De acuerdo, Sebastián.-Dije sonriéndole. Recogí mis cosas y proseguí a las demás clases, la cual todo fue como de costumbre.
_Llego la hora de salida. Sebastián y yo nos montamos en la guagua escolar cual nos dejo en la entrada de mi casa. Entramos y prendimos la computadora para poner música. Luego saque mi libreta de matemáticas y Sebastián la cogió para ver lo que tenia escrito.
-Que mal Hinginio. No tienes nada contestado.- Dijo Sebastián pasando las páginas de la libreta.
-¿Qué esperabas? Tu sabes perfectamente que soy mate brutico.- Dije poniendo cara de decepción.
- Es que Hinginio, ni siquiera estos que son fáciles están contestados- dio un suspiro.- Para resolver esto tienes que hacer…
_Blah, blah, blah. Sé que me quiere ayudar pero tampoco me gusta poner de mi parte en esa clase. Para ser sincero llevo 71% en la clase: C casi D. Hacia como si estuviese prestando atención, aunque en mi interior estaba pensando que estaba hablando babas.
-…y eso es todo. ¿Entendiste?
-Si- No. pensé yo.
_El suspiro profundamente. Supuse que no que no le preste atención.
-Hinginio, tendré que enseñártelo de esta manera…- dijo él.
_Me sorprendí un poco o mejor dicho me asuste. ¿Qué tenía en mente hacer?
-Hinginio… piensa esto- dijo él y sin más, me beso.
_Le di un empujón y me eche hacia atrás.
-¡¿Qué piensas que estás haciendo?! ¡No soy gay, además se supone que estemos estudiando!-Dije muy alterado.
-Si, pero parece que no me estas prestando atención. De esta manera entenderás, no te preocupes por nada.
_El se acerco nuevamente e intente escapar, pero no pude. Aguanto mis muñecas y me sin salida pegado en una pared.
-Piensa esto: Un beso es como resolver todo lo que este en paréntesis.-Dijo Sebastián besándome en los labios.
_Su lengua entraba en mi boca cada vez que intentaba decirle algo. Mis mejillas se tornaron rojas y pensaba: ¿Qué hará ahora? Sus besos bajaron por mi cuello, no podía estar pasando lo que estaba pensando.
_Coloco sus manos en mi cintura y las fue subiendo poco a poco por mi cuerpo.
-Una caricia es como resolver la multiplicación y división de izquierda a derecha.
_¿Comenzaba a excitarme? ¿A tener placer? ¿Qué diablos pasaba? Caí al piso, más bien recostado en el piso pues estaba debajo del. El me quito la camisa y nuevamente subió sus besos; a mis labios.
-Ahh, Sebastián- Gemía. ¿Por qué diablos estaba correspondiendo?
-Lo siento Hinginio. Tú te buscaste que fuese de esta manera.
_Sentí su mano en mi intimidad, no, no podía ser.
-No, Sebastián.- Dije tratando de zafarme.
-Dale tiempo al tiempo. Lo hare más rápido si quieres.
_¿Más rápido? ¿En qué diablos pensaba? Primeramente, el me tenía que soltar, me estaba violando.
-Ahora, tal vez duela un poco, pero esto será como resolver las sumas y las restas.
_No podía ser que esto me estaba ocurriendo, me viro y poco a poco entraba en mí. ¿Qué diablos él buscaba que le entregase? ¿Mi virginidad? No, no, no. La guardaba para alguna persona especial. Aquella que amara más que a nadie. ¿Por qué me estaba pasando esto? ¿Por qué a mí? ¿Lo hacía por mi bien? ¿Por qué lo hacía?
-Ahh, Sebastián, ya- dije, sentía un inmenso dolor placentero, ¿era acaso el orgasmo? ¿Así que ese era el resultado de esto?...
_Parecía haber sido un sueño, todo eso que ocurrió, mejor dicho pesadilla.
¿Qué paso?
Mi vista estaba un poco nublada, no pude mas, estaba rendido.
Cuando desperté o al parecer, cuando recupere la conciencia ya era de madrugada. La alarma sonó e hice lo de costumbre, hasta que por ultimo mi madre me dejo en la escuela para irse a trabajar.
_Entre a mi salón hogar y comenzó el examen de matemáticas. Sentía la vista de Sebastián en mí, entonces recordé los sucesos del día anterior. Me sonroje, e intente enfocarme en el examen.
_Lo logre contestar y en ese lapso sentí que la clase paso de volada.
_Cuando iba a dirigirme a la próxima clase, Sebastián se acerca a mí.
-¿Qué tal el examen?- Pregunto él.
-Creo que estuvo fácil.
-Te dije que lo que iba hacer te funcionaria.
-Si, estuve pensando en eso, y te iba agradecer, aunque eso que hiciste… quiero decir, me violaste.
-Si, lo siento. Sé que me es mande un poco.
-Pero gracias de todas formas, Sebastián…
-De nada Hinginio. Sabes que si necesitas me llamas en confianza. Siempre estaré a tu favor.
-Lo sé.
_Entre a la otra clase, y el resto fue igualito al día anterior. Pensé: Seguramente lo del día anterior solo lo hizo para ayudarme en lo de matemáticas ya que en parte tenía culpa de que eso pasara por no prestar atención.
_Quería saber… ¿Eso fue pasajero?
_¿Fueron solos pensamientos negativos que me atormentaron en ese momento?
_Si. O eso quería creer. ¿O es que esperaba lo contrario?
_No, no, imposible. ¿Por qué no paro de pensar en eso?