Renir estaba soñolienta, pero para nada desorientada. Paso cerca de una habitacion
le parecio escuhcar gemidos, un tipo de gemidos que ella conocia muy bien.-HUA...!!- solto
un gran bostezo -Mejor me voy a dormir, que esos chicos hagan lo que quieran.- se dijo a si
misma, siguendo su camino.
Despues de anotar los apuntes, de los que debia buscar en el archivo de instituto, se alisto para acostarse. No tenia mas que hacer, aun preocupado por Samantha y su hermano, despues de leer sus expedientes y su condicion.-Ambos cometen un grabe pecado, debo salvarles.- fueron la palabras que Alfred solto para si mismo, para darse animos, el era un profesor que debia de orientarlos por el camino, correcto.