¿Es cosa pequeña que algunas bacterias hacen réplicas de sí mismas en menos de veinte minutos? Comienzan copiando todo el “programa informático” central y luego se dividen. En presencia de un suministro constante de combustible, podrían multiplicarse a un ritmo exponencial. Una sola generaría en tan solo dos días una colonia con un peso de más de dos mil quinientas veces el de la tierra. , pero por supuesto, todo está controlado. Las células más “complejas” también se reproducen vertiginosamente. Por ejemplo, las neuronas cerebrales de un bebé en el vientre de la madre se forman a un ritmo impresionante de 250.000 por minuto.
Los fabricantes humanos suelen sacrificar la calidad de un producto en aras de la velocidad, ¿cómo es posible entonces que las células se reproduzcan con tal celeridad y exactitud si son el resultado de algo no diseñado? ¿Argumentos forzados? Ajá, según tú. Ahora bien, dices que nada es aleatorio, pero aseguras que la evolución es un hecho veraz, no obstante dudas que lo que la evolución enseña, que todo lo que existe es aleatorio, no es verdad, ewe. ¿Cómo así Ryuku?
¿Evolución como un hecho irrefutable? Según tú. Según las pruebas, no.
Es irrefutable y más que irrefutable. Hablemos pues de estadísticas y probabilidades. comencemos con ese caldo orgánico de donde supuestamente comenzó la vida, según la teoría de la evolución:
Las proteínas que se necesitan para la vida tienen moléculas muy complejas. ¿Qué probabilidad hay de que siquiera una proteína sencilla se forme al azar en una sopa orgánica? Los evolucionistas reconocen que la probabilidad es de solo uno sobre 10113 (1 seguido por 113 ceros). Pero cualquier suceso que tiene sólo la probabilidad de uno sobre 1050 es rechazado por los matemáticos como algo que nunca sucede. Una idea de la probabilidad envuelta en esto se ve en el hecho de que ¡el número 10113 es mayor que la cantidad que se ha calculado para el total de los átomos del universo!
Algunas proteínas sirven de materiales estructurales, y otras sirven de enzimas. Las últimas aceleran las reacciones químicas que se necesitan en la célula. Sin tal ayuda, la célula moriría. Para la actividad de la célula no se necesitan solo unas cuantas proteínas que sirvan de enzimas, sino 2.000 de ellas. ¿Qué probabilidades hay de obtener todas estas al azar? ¡Solo la probabilidad de uno sobre 1040.000! “Una probabilidad pequeña hasta lo absurdamente extremo que no se puede contemplar aunque todo el universo consistiera en sopa orgánica. A no ser que uno se deje dominar por el prejuicio, sea debido a creencias sociales o debido a educación científica, de modo que acepte la convicción de que la vida se originó [espontáneamente] en la Tierra, este simple cálculo desestima tal idea completamente.
Sin embargo, en realidad hay mucho menos probabilidad de lo que indica esta cifra “pequeña hasta lo absurdamente extremo”. Tiene que haber una membrana que envuelva a la célula. Pero esta membrana es extremadamente compleja, compuesta de moléculas de proteína, azúcar y grasa. Las membranas celulares modernas incluyen canales y bombas que controlan específicamente la entrada y la salida de nutrimentos, productos de desecho, iones metálicos, y así por el estilo. Estos canales especializados comprenden proteínas altamente específicas, moléculas que no pudieran haber estado presentes al mismísimo principio de la evolución de la vida.
Más difíciles de obtener que estas son los nucleótidos, las unidades estructurales del ADN (ácido desoxirribonucleico), que lleva el código genético. En el ADN están implicadas cinco histonas (se cree que las histonas tienen que ver con gobernar la actividad de los genes). La probabilidad de formar siquiera la más sencilla de estas histonas se dice que es de uno sobre 20100... y esta cifra de 20100 es otro número enorme, “mayor que el total de todos los átomos de todas las estrellas y galaxias que se pueden ver mediante los mayores telescopios astronómicos.
A pesar de que el código genético es casi universal, el mecanismo necesario para estructurarlo es demasiado complejo para haber surgido de un solo golpe. La teoría evolucionista intenta eliminar la necesidad de lograr lo imposible “de un solo golpe” mediante favorecer un proceso de paso a paso, mediante el cual la selección natural pudiera efectuar su obra gradualmente. Sin embargo, sin el código genético para dar comienzo a la reproducción, no puede haber material para que la selección natural seleccione.
La teoría evolucionista supone que los peces se convirtieron en anfibios, algunos anfibios se transformaron en reptiles, de los reptiles vinieron tanto los mamíferos como las aves, y con el tiempo algunos mamíferos llegaron a ser hombres.
Probabilidades de comprobación: ¡0%! Fósiles.
La laguna entre el pez y el anfibio
El espinazo era lo que distinguía a los peces de los invertebrados. Este espinazo tendría que experimentar grandes modificaciones para que el pez llegara a ser anfibio, es decir, una criatura que pudiera vivir tanto en el agua como en la tierra. Tenía que añadirse una pelvis, pero no se conocen peces fósiles que muestren cómo se desarrolló la pelvis de los anfibios. En algunos anfibios, tales como las ranas y los sapos, todo el espinazo tendría que haber cambiado hasta no ser reconocible. Además, los huesos craneales son diferentes. Adicionalmente, para la formación de los anfibios la evolución exige que las aletas de los peces lleguen a ser extremidades articuladas en que hubiera muñecas y dedos de pies, junto con grandes alteraciones en los músculos y los nervios. Las branquias tendrían que convertirse en pulmones. En los peces, la sangre es bombeada por un corazón de dos cámaras, pero en los anfibios por un corazón de tres cámaras.
Para salvar la laguna que existe entre el pez y el anfibio, el sentido del oído tendría que haber experimentado un cambio radical. En general, los peces reciben el sonido a través de sus cuerpos, pero la mayoría de los sapos y las ranas tienen tímpano. Las lenguas también tendrían que experimentar transformación. Ningún pez tiene una lengua que se pueda extender, pero anfibios como los sapos sí tienen esa clase de lengua. Además, los ojos de los anfibios pueden parpadear, puesto que tienen una membrana que hacen pasar sobre los ojos para mantenerlos limpios.
Se han hecho grandes esfuerzos por conectar a los anfibios con algún antecesor entre los peces, pero no se ha tenido éxito en esto. Un candidato favorito había sido el pez pulmonado, puesto que, además de branquias, tiene una vejiga natatoria que se puede usar para respirar cuando el pez está temporalmente fuera del agua. Dice el libro The Fishes (Los peces): “Es tentador pensar que pudieran tener alguna conexión directa con los anfibios que condujeron a los vertebrados que viven en tierra. Pero no la tienen; son un grupo enteramente separado. Pues bien, se han eliminado tanto el pez pulmonado como el celacanto porque los huesos de sus cráneos son tan diferentes de los de los primeros anfibios fósiles que una forma no puede haberse derivado de la otra
La laguna entre el anfibio y el reptil
El tratar de establecer un puente que salvara la laguna que existe entre el anfibio y el reptil saca a luz otros problemas serios. Uno extremadamente difícil es el del origen del huevo con cascarón. Las criaturas anteriores a los reptiles ponían sus huevos blandos y semejantes a jalea en el agua, donde los huevos eran fertilizados externamente. Los reptiles viven en tierra y colocan sus huevos en tierra, pero, con todo, los embriones en desarrollo dentro de ellos tienen que estar en un ambiente acuoso. El huevo con cascarón era la respuesta. Pero esto también exigía un cambio de gran magnitud en el proceso de fertilización: Exigía fertilización interna, antes que el huevo fuera rodeado por un cascarón. El lograr esto envolvía nuevos órganos sexuales, nuevos procedimientos de cópula y nuevos instintos... todo lo cual constituye una enorme laguna entre el anfibio y el reptil.
El encerrar el huevo en un cascarón hacía necesarios otros cambios notables para que fuera posible el desarrollo de un reptil y, finalmente, su liberación desde el cascarón. Por ejemplo, dentro del cascarón se necesitan varias membranas y sacos, tales como el amnios. Esta membrana retiene el fluido en el cual crece el embrión. La obra The Reptiles (Los reptiles) describe otra membrana llamada el alantoides: “El alantoides recibe y almacena los desperdicios embriónicos, al servir a manera de vejiga. También tiene vasos sanguíneos que recogen el oxígeno que pasa a través del cascarón y lo conducen al embrión.
La evolución no ha dado cuenta de otras complejas diferencias implicadas. Los embriones que se hallan en los huevos de los peces y de los anfibios expelen al agua que los rodea sus desperdicios en forma de urea, una sustancia soluble. Pero urea dentro de los huevos con cascarón de los reptiles mataría a los embriones. Por eso, en el huevo con cascarón se efectúa un gran cambio químico: Los desperdicios —ácido úrico insoluble— se almacenan dentro de la membrana alantoides. Considere esto también: La yema del huevo es alimento para el embrión reptil en desarrollo, algo que le permite desarrollarse a plenitud antes de salir del cascarón... a diferencia de los anfibios, que no salen del huevo en la forma adulta. Y para salir del cascarón, el embrión se distingue por tener un “diente” que le es útil para salir de su prisión.
Se necesita mucho más que esto para salvar la laguna que existe entre el anfibio y el reptil, pero estos ejemplos muestran lo imposible que es que el azar sin dirección dé cuenta de todos los muchos y complejos cambios que se necesitan para salvar esa amplia laguna. Se lamentara de este modo: Uno de los rasgos frustráneos del registro fósil relacionado con la historia de los vertebrados es lo poco que muestra acerca de la evolución de los reptiles durante sus mismos primeros días, cuando se estaba desarrollando el huevo con cascarón.
La laguna entre reptil y ave
Los reptiles son animales de sangre fría, lo que quiere decir que su temperatura interna aumenta o disminuye según la temperatura del exterior. Las aves, por otra parte, son de sangre caliente; sus cuerpos mantienen una temperatura interna relativamente constante, prescindiendo de lo que sea la temperatura en el exterior. Para resolver el rompecabezas de cómo se derivaron aves de sangre caliente de reptiles de sangre fría, algunos evolucionistas ahora dicen que algunos de los dinosaurios (que eran reptiles) eran de sangre caliente. Los dinosaurios, como todos los reptiles, eran animales de sangre fría
Las aves tienen “todas las características insatisfactorias de la creación absoluta, insatisfactorias, es decir, para la teoría de la evolución.
Aunque es cierto que tanto los reptiles como las aves ponen huevos, solo las aves tienen que incubar los de ellas. Están diseñadas para ello. Muchas aves tienen una zona de empollar en su pecho, un área que no tiene plumas y que contiene una red de vasos sanguíneos, para suministrar calor para los huevos. Algunas aves no tienen una zona para empollar, pero se arrancan las plumas que tienen en el pecho. Además, para que las aves incubaran los huevos se requeriría que la evolución les suministrara nuevos instintos —para construir el nido, para empollar los huevos y para alimentar la cría— comportamientos muy altruistas que implicarían habilidad, trabajo duro y exposición deliberada al peligro. Todo esto representa un gran vacío entre los reptiles y las aves. Pero hay mucho más.
Las plumas son características singulares de las aves. Se supone que, simplemente por casualidad, las escamas de los reptiles se desarrollaron en estas sorprendentes estructuras. Del cañón de una pluma salen filas de barbas. Cada barba tiene muchas bárbulas, y cada bárbula tiene centenares de barbicelas y ganchitos. Después de un examen microscópico de una pluma de paloma, se reveló que esta tenía “varios centenares de miles de bárbulas y millones de barbicelas y ganchitos. Estos ganchos mantienen juntas todas las partes de una pluma para hacer superficies planas. Nada efectúa mejor labor que la pluma como plano sustentador, y pocas sustancias la igualan como aislador. Un pájaro que tenga el tamaño de un cisne tiene unas 25.000 plumas.
Si las barbas de estas plumas llegan a separarse, el ave las peina con el pico. El pico aplica presión a medida que las barbas pasan por él, y los ganchos de las bárbulas se unen como los dientes de una cremallera. La mayoría de las aves tienen a la base de la cola una glándula que produce aceite, y de esta sacan aceite para mantener en buena condición cada pluma. Algunos pájaros no tienen una glándula de aceite, sino plumas especiales que se desgastan en la punta y producen un polvo fino semejante a talco para mantener en buena condición las plumas. Y por lo general las plumas son mudadas una vez al año.
Seguro ya sabías todo esto, pues ahora considera este sorprendente esfuerzo para explicar su desarrollo: “¿Cómo evolucionó esta maravilla estructural? No se necesita mucha imaginación para visualizar la pluma como una escama modificada, básicamente como la de un reptil... una escama alargada adherida sin gran firmeza, cuyas orillas externas se desgastaron y se extendieron hasta que evolucionó en la altamente compleja estructura que es hoy. Pero ¿crees que tal explicación es verdaderamente científica, o más parece ciencia ficción?
Considera, además, el diseño del ave para volar. Los huesos de un pájaro son delgados y huecos, a diferencia de los huesos sólidos del reptil. Sin embargo, se requiere fortaleza para el vuelo, de modo que dentro de los huesos del ave hay estructuras de refuerzo, como las costillas dentro de las alas de un avión. Este diseño de los huesos cumple con otro propósito: Ayuda a explicar otra maravilla exclusiva de las aves... su sistema respiratorio.
Alas musculares que batan por horas o hasta días en el vuelo generan mucho calor, y sin embargo, sin glándulas segregadoras de sudor que lo refresquen, el pájaro resuelve este problema... tiene un “motor” refrigerado por aire. Un sistema de bolsas de aire llega a casi toda parte importante del cuerpo, hasta dentro de los huesos huecos, y se alivia el problema del calor corporal mediante esta circulación interna del aire. Además, debido a estas bolsas de aire, los pájaros extraen el oxígeno del aire con mucho mayor eficacia que cualquier otro vertebrado.
En los reptiles y los mamíferos los pulmones inhalan y exhalan aire, como fuelles que se llenaran y se vaciaran en alternación. Pero en las aves hay un fluir constante de aire fresco que pasa por los pulmones, tanto durante el inhalar como durante el exhalar. Expresado sencillamente, el sistema funciona de este modo: Cuando el ave inhala, el aire va a ciertas bolsas de aire; estas sirven de fuelles para empujar el aire a los pulmones. Desde los pulmones el aire pasa a otras bolsas de aire, y estas, con el tiempo, lo expelen. Esto significa que hay una corriente de aire fresco pasando constantemente a través de los pulmones en una sola dirección, muy parecido a como el agua fluye a través de una esponja. La sangre que se halla en los capilares de los pulmones fluye en la dirección opuesta. Es este fluir del aire y la sangre, cada uno contra el otro, lo que hace que el sistema respiratorio del ave sea excepcional. Debido a él, las aves pueden respirar el aire enrarecido de las grandes altitudes, y volar a una altura de más de 6.100 metros (20.000 pies) día tras día en su migración por distancias de miles de kilómetros.
Otros rasgos ensanchan la laguna que existe entre ave y reptil. La vista es uno de esos rasgos. Desde las águilas hasta las currucas, hay ojos como telescopios y ojos como lupas. Las aves tienen en sus ojos más células sensorias que cualquier otro tipo de organismo vivo. Además, los pies de las aves son diferentes. Cuando se posan para descansar, unos tendones cierran automáticamente los dedos alrededor de la rama. Y tienen solo cuatro dedos en vez de los cinco del reptil. Además, no tienen cuerdas vocales, sino que tienen una siringe desde la cual salen canciones melodiosas como las del ruiseñor y el sinsonte. Considere, también, que los reptiles tienen un corazón de tres cámaras; el corazón del ave tiene cuatro cámaras. Los picos también distinguen a los pájaros de los reptiles. Picos que sirven de cascanueces, picos que actúan como filtros para sacar alimento de agua lodosa, picos que abren agujeros en los árboles, picos de piquituerto que sacan piñones de los pinos... parece interminable la variedad. Sin embargo, del pico, cuyo diseño es tan especializado, ¡se dice que evolucionó al azar de la nariz de un reptil! ¿Te parece creíble tal explicación?
Hubo un tiempo en que los evolucionistas creían que arqueópteris (Archaeopteryx), que significa “ala antigua” o “ave antigua”, era un eslabón entre el reptil y el ave. Pero ahora hay muchos que no creen eso. Los restos fosilizados de arqueópteris revelan plumas perfectamente formadas sobre alas de diseño aerodinámico que hacían posible el vuelo. Los huesos de sus alas y de sus piernas eran delgados y huecos. Sus supuestos rasgos de reptil se hallan en aves de hoy. Y no antecede a las aves, porque se han hallado fósiles de otros pájaros en rocas del mismo período que arqueópteris
La laguna entre reptil y mamífero
Diferencias de gran importancia dejan un amplio vacío entre reptiles y mamíferos. El mismo nombre “mamífero” señala a una gran diferencia: la existencia de glándulas mamarias que dan leche para la cría, que nace como fetos bien desarrollados. Theodosius Dobzhansky sugirió que estas glándulas que dan leche “quizás sean glándulas sudoríparas modificadas. Pero los reptiles ni siquiera tienen glándulas sudoríparas, o que segreguen sudor. Además, de las glándulas sudoríparas salen productos de desecho, no alimento. Y a diferencia de los hijuelos de los reptiles, la cría de los mamíferos tiene tanto los instintos como los músculos necesarios para mamar la leche de su madre.
En los mamíferos existen otros rasgos que no se hallan en los reptiles. Entre los mamíferos las madres tienen placentas altamente complejas para la nutrición y el desarrollo de su cría no nacida. Los reptiles no tienen tal cosa. No hay diafragma en los reptiles, pero los mamíferos tienen un diafragma que separa el tórax, o cavidad del pecho, del abdomen o vientre. El órgano de Corti se encuentra en los oídos de los mamíferos, pero no se halla en los oídos de los reptiles. Este complejo y diminuto órgano tiene veinte mil bastoncillos y treinta mil terminaciones nerviosas. Los mamíferos mantienen una temperatura corporal constante, mientras que los reptiles no.
También sucede que los mamíferos tienen tres huesos en sus oídos, mientras que los reptiles tienen uno solo. ¿De dónde vinieron los dos huesos “extras? La teoría evolucionista intenta explicar esto del siguiente modo: Los reptiles tienen por lo menos cuatro huesos en la quijada inferior, mientras que los mamíferos tienen uno solo; por eso, cuando los reptiles se convirtieron en mamíferos, supuestamente hubo un reajuste de huesos; algunos de la quijada inferior del reptil se movieron al oído medio del mamífero para componer los tres huesos que hay allí, y, mientras hacían eso, dejaron uno solo para la quijada inferior del mamífero. Sin embargo, el problema, en esta línea de razonamiento, es que no hay ninguna evidencia fósil que la apoye. Es simplemente conjetura ilusoria.
He aquí otro problema que tiene que ver con los huesos: Las piernas de los reptiles están colocadas a los lados del cuerpo, de modo que el vientre queda sobre el suelo o muy cerca de éste. Pero en los mamíferos las piernas están debajo del cuerpo y lo elevan del suelo. Este cambio, aunque parezca menor, ha necesitado extensas alteraciones del esqueleto y de la musculatura Los mamíferos han elaborado en gran manera sus dientes. En vez de los dientes sencillos como clavijas del reptil, hay una gran variedad de dientes mamíferos adaptados para punzar, agarrar, atravesar, cortar, golpear o moler el alimento.
Un punto final: Cuando el anfibio supuestamente evolucionó para formar un reptil, se notó que los desechos eliminados habían cambiado de urea a ácido úrico. Pero cuando el reptil se hizo mamífero, el proceso fue al revés. Los mamíferos regresaron a la costumbre del anfibio y eliminaron los desechos como urea. En efecto, la evolución retrocedió... algo que, teóricamente, no se supone que haga.
La más grande laguna de todas
Físicamente, el hombre encaja en la definición general de un mamífero. Sin embargo, un evolucionista declaró: “No pudiera cometerse un error más trágico que el de considerar al hombre como ‘simplemente un animal’. El hombre es singular; difiere de todos los demás animales en muchas propiedades, tales como el habla, la tradición, la cultura y un período enormemente largo
de desarrollo y de cuidado por sus padres.
Lo que separa al hombre de toda otra criatura en la Tierra es su cerebro. ¡La información que se almacena en unos cien mil millones de neuronas del cerebro humano llenaría aproximadamente veinte millones de volúmenes! La facultad del pensamiento abstracto y del habla separa al hombre de todo animal, y el que el hombre pueda registrar conocimiento que se acumula es una de las características más notables del hombre. El uso de este conocimiento le ha permitido sobrepasar a todos los demás géneros de criaturas vivas en la Tierra... hasta el punto de haber podido ir a la Luna y regresar. Verdaderamente, como dijo cierto científico, el cerebro del hombre “es diferente e inconmensurablemente más complicado que toda otra cosa en el universo conocido.
Otro rasgo que hace de la laguna que existe entre el hombre y el animal la mayor de todas es el de los valores morales y espirituales del hombre, que se derivan de tales cualidades como el amor, la justicia, la sabiduría, el poder, la misericordia. A esto se alude en Génesis cuando se dice que el hombre está hecho ‘a la imagen y semejanza de Dios’. Y la laguna que existe entre el hombre y el animal es el abismo más grande de todos. (Génesis 1:26.)
Como se ve, existen vastas diferencias entre las grandes divisiones de la vida. Las separan muchas nuevas estructuras, instintos programados y cualidades. ¿Es razonable pensar que estas cosas pudieran haberse originado mediante acontecimientos aleatorios, sin dirección? Como hemos visto, la prueba fósil no apoya tal punto de vista. No se pueden hallar los fósiles que salven las lagunas. Las formas intermedias faltan en el registro fósil. Ahora vemos por qué... esencialmente porque no había formas intermedias. Para las personas cuyos oídos están abiertos para oír, el registro fósil está diciendo: “Creación especial”
Y Ryuku, sobre las mutaciones, quizás estés enterado que a los científicos les preocupa mucho el hecho de que el genoma humano se está deteriorando debido a la acumulación de mutaciones o imperfecciones y la estadística mencionada de que este hecho arroja más a tierra la veracidad de la evolución, es bastante alta, pues no estamos mejorando, sino todo lo contrario. La mutación parece ser un proceso destructivo, más bien que constructivo. Además de que hablando de estadísticas, si en un solo espécimen se combinaran mil mutaciones, todavía no habría una nueva especie.
Ah, Ryuku, DarkHime jamás ha dejado de creer en ese libro que tanto desprecias y mucho menos ha dejado de creer que fue inspirado por Dios. Así de amplia es mi mente, tanto como para comprobar por mí misma los hechos, los diretes y las diferentes creencias, quedándome por supuesto con la que mejor respuesta me da y sí, la Biblia, hasta el momento, ha respondido todas esas preguntas que he hecho y que has criticado, pero que de ninguna manera has respondido.
Saludos. ¿Irientes los comentarios de Azat? Sí. ¿Qué podía esperarse de una persona llevada por el prejuicio? Me recordó a alguien que también me llamó malvada, aunque esa persona me dijo más bien perversa, pero supongo que es lo mismo xDDDD
Afortunadamente me conozco muy bien y sé quien, qué y cómo soy xDDD Así que en realidad no me afecta lo que piensen o digan.
Saludos, que sigan mejor xDD
PD: Oh, y hablando del CERN, aqui les dejo la receta para que hagan una vaca:
Receta para hacer una vaca
“No es complicado hacer una vaca. Solo se necesita una gran cantidad de los componentes básicos: cuarks u y d y electrones. Ante todo, prepare los protones. Va a necesitar dos cuarks u y uno d; luego haga algunos neutrones, usando un cuark u y dos d. Ahora podrá componer los átomos. Para una vaca, va a necesitar principalmente átomos de carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno [...] La receta para hacer un átomo de hidrógeno es muy fácil: un protón con un electrón que gire a su alrededor. El carbono ya es más complicado [...]
”Ahora deben reunirse los átomos para formar moléculas. El agua es fácil de hacer. Mezcle un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno. Pero para otras moléculas, se necesitan cientos o incluso miles de átomos. Por último, utilice estos átomos para formar unas cuantas decenas de miles de millones de células vivas y reúnalas cuidadosamente para hacer la vaca.
”Esa es la receta que suministra el CERN. Es sumamente precisa si toma en consideración el factor tiempo y el misterioso diseño original que resultó en la formación de una vaca.” (L’Express, semanario francés.)
Pero ¿quién pudo idear este “misterioso diseño original”? Solo un Ser de inteligencia suprema, el que la Biblia identifica como el Creador, Dios. (Salmo 104:24.)