Escucha las mejores radios de Anime en tu celular

Autor Tema: [Two Shot +18]-Un Placentero San Valentín-[SasuSaku]  (Leído 11341 veces)

Dresti Desconectado
« en: Febrero 16, 2011, 09:11 am »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
[Two Shot +18]-Un Placentero San Valentín-[SasuSaku]
« en: Febrero 16, 2011, 09:11 am »
Nombre: Un Placentero San Valentín
Autora: Dresti
Género: romance
Clasificación: +18
Pubiclaciones: MundoSasuSaku, imperio-shippuden y anteriormente Fanfic.es

ya dejo los dos capis, a leer :P


1.

-Pero, ¿qué es lo que estoy haciendo?-murmuró la pelirosa al ver que se encontraba a escasos metros de donde cierto pelinegro se encontraba hablando tranquilamente con su amigo Naruto.

Sakura Haruno, una adolescente de dieciséis años, con aspiración a estudiar medicina, era una de las chicas más impopulares del instituto y por su puesto demasiado tímida como para acercarse al chico que le gustaba desde que iban juntos en clase desde el principio del instituto.

Sasuke Uchiha, el chico más popular, más guapo, más sexy, más... más todo, pero claro nunca se fijaría en alguien como ella, la chica que se sentaba dos asientos más atrás de él en clase, a parte Sasuke era el hijo del mayor accionista del colegio, que considerando que era privado, era un hombre bastante rico.

Ella, por su parte, era una simple chica del montón, nadie digno para alguien como Sasuke, y es por eso que no entendía como había conseguido llegar hasta allí.

Claro, todo había sido cosa de Ino.

FLASH BACK

-La semana que viene es San Valentín-dijo la rubia mientras iban de camino a casa.

-Lo sé, no me lo recuerdes.

Sakura odiaba San Valentín, todo el mundo disfrutaba del amor ese día mientras ella tenía que sufrir viendo como Sasuke se corría juergas con las demás chicas.

-Vamos frentona, alégrate.

-¿Ah sí? ¿Por qué debería hacerlo?

La rubia sonrió sospechosamente.

-Porque yo te ayudaré a que Sasuke se fije en ti-contestó como si nada.

Sakura se paró en seco, cuando Ino ponía esa sonrisa tan sospechosa daba que pensar.

-No gracias, prefiero que siga ignorándome a no que me odie.

-Pero si no te odiará-dijo Ino-lo único que tienes que hacer es ir a entregarle un regalito.

-Oh, perdona que fácil, sin darte cuenta que soy incapaz de pronunciar una palabra coherente con solo encontrarme a veinte metros de él.

-Yo te digo que lo harás-confirmó la ojiceleste-es tu única oportunidad.

La pelirosa la miró, algo convencida, de todos modos no perdía nada intentándolo y tal podía ganar mucho y si no se atrevía siempre podía retirarse a tiempo.

-¿Pero qué le regalo?-preguntó.

-Oh bueno, eso ya está solucionado.

-¿Cómo que ya está solucionado?-preguntó atemorizada.

-Yo compré el regalo adecuado por ti.

-¿Qué? dime ya que has comprado Ino.

Conociendo a la rubia era capaz de cualquier cosa.

-Algo sin importancia, ya lo verás.

FIN DEL FLASH BACK

Y allí estaba ella, con un paquete del cual desconocía el contenido, en la mano.

Y delante de ella Sasuke.

Toda la ilusión con la que iba se había esfumado al verlo.

Alto, guapo, con ese sedoso pelo negro, esa piel blanca exquisita, esos brazos...

Era imposible que un chico así, que podía tener a cualquier chica, se fijase en alguien como ella.

-Vaya, vaya, pero mira nomás quien está aquí.

Karin, una chica peliroja que era conocida como la zorra del instituto y que se rumoreaba que a veces le hacía ciertos ''favores'' a Sasuke, estaba al lado de ella mirándola con altanería y una sonrisa malvada.

-Karin, apártate-dijo agarrando inconsciente con más fuerza el paquete.

La peliroja clavó los ojos en el paquete que Sakura sostenía y se lo sacó de una.

La pelirosa agitó los brazos hacia el regalo pero Karin lo puso fuera de su alcance.

-Si tiene una carta, ¿qué pondrá?

Sakura reanudó los esfuerzos por recuperar el regalo, sobre todo la carta, pues en ella le confesaba sus sentimientos a Sasuke.

A medida que Karin la leía en su cara apareció una malvada sonrisa.

-Eres patética pelochicle-le dijo devolviéndole la carta y el regalo-él nunca se fijaría en ti, no hay más que mirarte, no eres nadie, no eres popular, no sobre sales, ¿qué querría él de alguien tan insignificante como tú?

Sakura agachó la cabeza mientras Karin se reía de ella, tenía razón ella no era nadie, Sasuke se reiría de ella.

-Que tengas suerte pelochicle-dio la peliroja con sarcasmo antes de irse.

Las lágrimas empezaron a surcar la cara de la chica, ¿qué estaba haciendo? aquello era ridículo, ella era ridícula.

Dejó que la carta y el regalo cayesen al suelo y se marchó corriendo.

-------

-¿Y no vas a celebrar el San Valentín?-preguntó Naruto.

Sasuke rodó los ojos.

Siempre igual, cada año lo mismo, Naruto le recriminaba que no se tomase el amor en serio, y más en aquella fecha.

-Hmp.

Naruto era de los típicos romanticones que se la pasaban todo el día babeando por su novia, Hinata.

Él no era de esos, para él el amor no era más que algo inexistente y estúpido, ¿por qué atarse a una sola mujer habiendo tantas dispuestas a complacerle?

Aunque en el fondo de su corazón, aunque él se negase a verlo de esa forma, nunca se había tomado a una chica en serio porque le costaba fiarse de las mujeres.

-Nunca cambiarás teme, si sigues así te quedarás solo-continuó Naruto-bueno, yo ya me tengo que ir, me espera un tarde de San Valentín con Hinata, que la pases bien.

Naruto se marchó dejándolo solo.

Bien, daba igual que ese día fuese como los demás, se encerraría en casa, le irritaba ver a todo el mundo a achuchones por la calle.

Echó a andar hacia clase pero por el camino se encontró con una carta y un paquete tirado en el suelo, al principio no le prestó atención, pero las palabras ''Para Sasuke'' despertaron su curiosidad.

Recogió las dos cosas del suelo.

¿Quién habría dejado eso allí? sonrió de medio lado, seguro que era cualquiera de sus fans y que no se había atrevido a acercarse a él.

Pero había algo en esa carta que lo ponía nervioso así que la abrió y empezó a leer.

''Para Sasuke:

Seguro que al leer esto pensarás que soy una tonta, aunque dudo si quiera que pueda tener el valor de entregarte la carta.

Pero creo que debo contar aquí, aunque solo sea un papel que nadie lea, lo que me pasa.

Soy una chica impopular, del montón y de clase media, alguien que nunca podría alcanzarte.

Y a pesar de ser consciente de esto no puedo evitar sentir lo que siento, desde que te vi, el día que llegamos al instituto y te conocí algo empezó a crecer en mi corazón, un sentimiento que nunca antes había sentido y que aún existe, guardado solo para mí.

Eres tan especial, te comportas extraño pero aún así sé que en el fondo no puedes ser tan frío como aparentas sino no podrías haber despertado algo tan cálido en mí.

No me conoces pero yo siempre he estado pendiente de ti.

Sakura.''

A medida que iba leyendo la carta el corazón se le aceleraba más hasta que leyó el nombre del final.

¿Ella? se lo habría esperado de cualquiera menos de ella.

Sakura, una chica muy callada que iba en su clase y que se sentaba dos mesas detrás de él.

No era como las demás, que se le lanzaban encima a la primera de cambio, ella siempre se había mantenido alejada.

Al principio le molestó el hecho de que lo ignorase y la despreció igual que el resto pero a medida que pasaban los cursos empezó a descubrirse mirándola de reojo, le intrigaba esa chica, tan diferente a las demás.

Creía que eso no lo afectaba en ningún modo pero al leer aquella carta algo en su interior le hizo sonreír de medio lado.

Guardó la carta y el regaló y volvió a entrar al instituto.

------

-¡¿Lo qué?!-exclamó la pelirosa alterada mientras ella e Ino volvían a casa.

La rubia esbozó una sonrisa a modo de disculpa.

-¡Dime que no es cierto Ino, dime que el regalo no eran unos bóxers!-gritó roja como un tomate e histérica.

-baja el volumen o todo el mundo se enterará.

-Dime exactamente como eran-dijo la pelirosa ignorándola.

-Pu-pues...eran verdes y...

-¿y?-preguntó histérica.

-En el paquete ponían: ''cómeme'' y en una nota le puse: ''quiero verte con él puesto''.

Ino miró de reojo a su amiga, Sakura se quedó estática y todo su cuerpo empezó a cubrirse del carmesí más intenso.

Su mirada se ensombreció y se clavó en la pobre Ino.

-Acabas de firmar tu sentencia de muerte-dijo.

-Pe-pero, no pasa nada, no se lo has entregado.

-¡Lo he dejado tirado en el suelo Ino! ¡Con la carta que lleva mi firma! ¡Como alguien lo vea pensarán que soy una pervertida! ¡Por tu culpa!-exclamó mientras la agarraba por el cuello de la camisa del uniforme.

-Pero yo no lo hice con mala intención Sakura-dijo Ino disculpándose.

Sakura bufó varias veces y luego la soltó.

-Ahora mismo regresamos al instituto y me ayudas a buscarlo.

-------

Ya era media tarde cuando regresó a casa.

Su madre lo saludó con una sonrisa pero él subió a su cuarto sin contestar al saludo.

Tiró la mochila encima de su cama y luego se recostó él mientras volvía a leer la carta.

Por el camino su cabeza no había hecho más que pensar en la pelirosa y en la sorpresa que le había dado.

Incluso casi llegó a chocarse con otro coche por el camino.

Pegó un puñetazo en la cama, su corazón le latía desbocado y se sentía nervioso, odiaba que le pasase eso, y más que le pasase por una chica.

Para distraerse sacó el paquete de regalo y lo miró fijamente.

¿Cómo podía sentirse tan nervioso sin ni siquiera haber abierto el paquete? rasgó el papel rojo y se quedó estupefacto.

Allí dentro había unos bóxers verdes.

Los sacó de la cajita y en ese momento vio una pequeña nota.

La cogió.

-Quiero verte con él puesto.

Y se sorprendió aún más al ver que en la zona de adelante ponía: ''cómeme'' con letras azules y el dibujo de un cocodrilo.

¿De verdad Sakura había sido quién se lo había mandado? aquello sí que no se lo esperaba.

Una sonrisa de medio lado apareció en su rostro.

Bueno, si ella quería verlo con su regalo puesto lo vería.

Cogió su móvil y llamó a Naruto.

-Espero que sea importante teme, acabas de interrumpirme.

-Dile a Hinata que se ponga.

-¿Lo qué?

-¿Qué no oyes dobe? que me pases con Hinata.

Naruto murmuró algo y acto seguido se escuchó la voz de Hinata.

-¿Tú eres amiga de Sakura no?

-Si-contestó ella-¿por?

-Hmp, se olvidó algo en clase y se lo quiero devolver, ¿sabes su dirección? ah, ok, ¿qué está sola en casa? vale.

Apuntó la dirección con una media sonrisa y luego colgó.

La casa estaba cerca por lo que iría andando, pero antes debería estrenar el regalito.

-------

-Ay no-se lamentó la pelirosa de nuevo-me quiero morir, como alguien lo vea juro que mato a Ino, la mato.

Y es que no habían encontrado ni el regalo ni la carta por ninguna parte.

Se moriría, cualquiera que hubiese cogido las dos cosas se estaría riendo ahora de ella.

No quería ni imaginar lo que llegaría a pasar si fuese Sasuke el que lo encontrase.

Por suerte, esa noche estaba sola en casa, sus padres habían ido de viaje por tres días y así ella podría lamentarse de sí misma sin ningún tipo de contención.

Estaba tumbada en el sofá con una enorme tarina de helado de chocolate.

No le importaba engordar, llevaba meses de estricta dieta pero ahora le daba igual, necesitaba el chocolate.

Seguiría lamentándose de sí misma si no fuese porque alguien llamó al timbre.

-¿Y quién me viene a molestar ahora? como sea Ino la reviento.

Dejó el helado encima de la mesa y fue a abrir hecha una furia.

-¡Te voy a matar!-exclamó.

-Hepa, ¿y yo que hice ahora?

Sakura se quedó de piedra.

No podía ser cierto, sus ojos subieron y bajaron por su visitante.

Se pellizcó y entonces se convenció de que era completamente cierto que Sasuke estaba allí, en la puerta de su casa.

-¿Qué haces aquí?-preguntó media desorientada y sonrojada por haberle gritado.

-Encontré tu regalito.

Sonrió divertido al ver como Sakura se encogía y se sonrojaba a más no poder.

Bien, él la haría sonrojar más.

-No pensaba que fueses así Sakurita-dijo susurrándole sensualmente en el oído.

La pelirosa se estremeció en un escalofrío ante tanta proximidad.

Mataría a Ino, si eso haría, pero antes tendría que lidiar con esa situación.

-Verás yo....

Sasuke andaba de un lado a otro de la sala y se sentó en el sofá.

Estaba tan sexy que no fue capaz de seguir hablando.

-¿Tú qué? bueno me sorprendió la nota, pero aquí estoy, he venido para que me veas con el regalo, tal y como pediste.

-N-no...Yo...

Sasuke se levantó y ante los ojos desorbitados de Sakura empezó a desvestirse.

''¡Dios mío! que alguien me recoja, ¿cómo puede ser tan lindo?'' pensó sin poder apartar los ojos.

Sasuke estaba casi desnudo delante de ella, salvo por los bóxers verdes con la inscripción de ''cómeme''

Se sonrojó al ver que la parte del ''cómeme'' estaba medio deformada por la excitación del chico.

-¿Y bien?-preguntó él, divertido.

Se fue acercando a ella, Sakura se mantenía inmóvil, le agarró las manos y se las puso alrededor de su cuello.

Sakura estaba alucinando, no creía posible estar así con la persona que le gustaba, no con él, pero todo pensamiento se esfumó de su cabeza cuando sintió los labios de Sasuke sobre los de ella, en un intenso beso.

Nunca había besado a nadie por lo que al principio le costó seguir a Sasuke, que parecía poseído por una extraña fuerza.

Cuando se dio cuenta estaba tumbada en el sofá con Sasuke encima.

-Pa-para...-dijo cuando Sasuke empezó a besarle el cuello.

Él se frenó, medio confundido.

-¿Qué pasa?-preguntó-¿no te gusta?

-Yo...no es eso-contestó apenada-es que yo...quería saber porque...haces esto.

Sasuke se quedó shokeado, ¿qué por qué lo hacía? ¿Eso qué importaba?

Pero por la mirada de Sakura supo que debía decir algo, ella no era como las demás y no se entregaría como una mujer cualquiera.

Sintió una infinita ternura hacia ella y contestó lo primero que se le vino a la cabeza, la pura verdad.

-Porque me gustas.

Sakura abrió los ojos de par en par, ¿de verdad había escuchado bien?

Los labios de Sasuke volvieron a reclamarla y esta vez no se resistió.

Como un poseído empezó a besar con desenfrenó el cuello de la pelirosa.

Se sentía tan bien, era delicioso estar así con él.

Su pulso empezó a acelerarse y la respiración se le entrecortó.

Sasuke le fue retirando la camiseta del pijama que ella llevaba puesta en ese momento y dejó al descubierto unos perfectos senos cubiertos por un sujetador blanco, que poco le iba a durar.

Enterró su cara en el escote de la chica mientras le desabrochaba el sostén.

''Ay no que vergüenza ‘pensó la pelirosa al estar sin el sujetador y con la mirada de él clavada fijo en su cuerpo.

Un gemido escapó de sus labios cuando él llevo sus manos a cada uno de sus senos.

Suave, así era como se sentía la piel de la pelirosa entre sus manos, y escucharla gemir era el mejor sonido del mundo.

Pronto sustituyó una de sus manos por su boca y los gemidos de la chica se hicieron mucho más fuertes.

-¿Sabes una cosa Sakura?-preguntó sobre la piel de ella-te toca a ti cumplir con la otra escritura.

-¿Es-critura?-preguntó desconcentrada.

No sabía de lo que le hablaba, su mente en esos momentos no coordinaba bien.

Sasuke señaló hacia abajo y entonces ella comprendió.

Si estaba sonrojada ahora lo estaba aún más.

¿Cómo le podía pedir eso? apenas era su primera vez ¿y le venía con esa petición?

-Pero...Sasuke yo...

-Cúmpleme el capricho, yo te cumplí el tuyo ¿no?

''En realidad cumpliste lo que Ino te dijo'' pero era cierto que había soñado muchas veces aquello.

-Pero yo no...-dijo apenada.

-Venga, Sakura, sino me voy-dijo divertido, levantándose-¿quieres que me vaya?

-No-de eso si que estaba segura.

Con torpeza dirigió sus manos al borde de los bóxers, tragó grueso y se los bajó.

''Oh, my god'' pensó.

Sasuke tenía los ojos cerrados, sentir el aliento de Sakura en aquella parte tan sensible lo volvía loco.

Agarró la cabeza de la pelirosa y la acercó tanto a su miembro que la distancia entre la boca de la pelirosa y él apenas era de un milímetro.

Indecisa dio una pequeña lamida a la punta haciendo que Sasuke se retorciese de placer.

Se animó un poco más cuando vio las reacciones de Sasuke y se metió el miembro entero en la boca.

-Umm-gruñó el pelinegro.

Se sentía tan bien, se sentía fantástico el leve roce de la lengua de la pelirosa con su hombría, pero él quería más.

La volvió a tumbar en el sofá y la miró a los ojos mientras se colocaba un preservativo.

Nunca hubiera creído posible llegar hasta tanto con Sasuke, era mejor que cualquiera de los sueños que había tenido.

Frunció el ceño cuando sintió la lenta intromisión del pelinegro.

Dolía, pero el dulce beso de Sasuke enterraba los quejidos que escapaban de su garganta.

No era brusco, la trataba muy delicadamente y pudo sentir en cada poro que era cierto lo que él le había dicho, ella le gustaba, realmente la quería.

El miembro de Sasuke se introdujo por completo y el pelinegro se quedó quieto.

-Te quiero, Sasuke-kun-susurró.

Él sonrió cálidamente, tal vez fuese cierto que el amor existía y que era esa cálida sensación que sentía hacia ella.

Sakura le devolvió la sonrisa.

El pelinegro empezó a moverse, primero lento y después más rápido.

No había palabras para describir lo que ambos sentían en ese momento, simplemente se lo demostraban con besos y caricias.

-Sa-sasuke...

-Ummm.

Los dos llegaron al orgasmo al mismo tiempo.

Sasuke se retiró de encima de ella lentamente bajo la mirada sonrojada de ella.

-¿Dónde puedo tirar esto?-dijo por el preservativo.

Sakura le señaló la basura de la cocina y poco después el volvió a reaparecer mientras ella se vestía.

-Yo quería hacerte un regalo-dijo ella-pero en realidad este fue cosa de Ino.

-Bah, que mas da-dijo él-creo que el regalo ha sido lo de después.

Acabaron de vestirse, eran las diez de la noche.

-¿Quién te dijo dónde vivía?-preguntó la pelirosa.

-Llamé a Naruto y le pregunté a Hinata tu dirección y de paso me dijo que estabas sola así que aproveché-dijo con una media sonrisa-por cierto vete a vestirte.

-¿Por qué?

-Hoy es San Valentín-dijo él-y quiero llevar a mi novia a cenar.

Ella sonrió, feliz.

Se fue a su cuarto y se vistió con la ropa más bonita que encontró.

Unos leggins grises, una minifalda vaquera negra y una camiseta de manga corta rosa chicle, cogió un bolso rosa también y su chaqueta negra.

Era novia de Sasuke, bueno, ahora ya no mataría a Ino.

Sasuke la esperaba en la calle apoyado en su deportivo negro, al final había ido en coche.

-¿A dónde quiere ir, señorita?

-Cualquier sitio está bien-contestó.

Sasuke sonrió y la besó ferozmente antes de dejarla entrar en el coche.

Esa noche sería muy larga y la pasaría entera con ella.

Tal vez el amor fuese para estúpidos y él se había convertido en el estúpido número 1.


2.

-¡Esta vez sí!-exclamó el pelinegro sujetando los mandos con fuerza.

Sakura lo miraba desde dos pasos de distancia con una gotita al estilo anime.

Ambos estaban en un parque de atracciones, era el día de San Valentín, el día que cumplían un año juntos y Sasuke había decidido llevarla allí.

Cuando habían entrado pasaron por delante de una maquinita de juguetes y la pelirosa dijo que le gustaba uno que tenía la forma de un osito.

Sasuke se había ofrecido a conseguírselo y allí seguían, veinte minutos después, con Sasuke intentando conseguir el bendito peluche.

-Ya déjalo Sasuke, puedes comprarme otro en una tienda-insistió la pelirosa.

-Hmp.

Pero el pelinegro no estaba dispuesto a ceder, cada vez que conseguía enganchar algo con las pinzas no era el objeto deseado y bien sabía Dios que cuando a él se le metía algo en la cabeza nadie lograba bajarlo de la burra.

Así que conseguiría ese peluche si o si, aquello se había convertido en algo personal contra la máquina.

La pelirosa seguía observándolo, si un año atrás hubiese visto a Sasuke de aquella forma juraría que era otra persona.

Quien podría pensar que el arrogante y frío Sasuke Uchiha no era más que un niño con cuerpo de adolescente.

Sonrió, tampoco un año atrás se hubiese creído que ella se convertiría en su novia.

Le puso una mano en el hombro y lo empujó un poco para que se apartase.

-¿Qué haces?-preguntó el pelinegro.

-Veo que hasta que no consigas el maldito peluche no saldremos de aquí y yo vine para tener una cita no para pasar el rato viendo a mi novio reñir con una máquina.

La pelirosa agarró los mandos y ante la estupefacción de Sasuke consiguió el peluche a la primera.

-Ya está, ¿quieres que te regale el peluche Sasuke-kun?-preguntó con una sonrisa divertida.

Sasuke se puso rojo de los pies a la cabeza, imposible.

Se giró hacia la máquina y luego otra vez hacia la pelirosa.

-Estaba trucada, seguro.

-Ya claro-dijo la pelirosa con una sonrisa maliciosa-anda vámonos ya.

La pelirosa se echó a andar dejando a Sasuke atrás mirando con ira a la máquina.

-Está trucada, fijo.

Fue al encuentro de Sakura que todavía sonreía por su victoria, que vergüenza.

Pero eso no quedaría así, no quedaría como un idiota delante de ella, no señor.

-¿Y qué haremos Sasuke?-preguntó la chica guindándose de su brazo-tenemos toda la tarde para celebrar.

-Y toda la noche-sonrió él de medio lado.

Era un privilegio tener diecisiete años, que tus padres sean ricos y que tengan que atender negocios fuera de la ciudad esa noche, que tu hermano se haya ido de fiesta a no sé donde y que tus suegros piensen que su hija se va a quedar a dormir en casa de Ino.

-Eres un pervertido-susurró ella sonrojada.

Volvió a sonreír de medio lado.

En ese momento entraron en la zona donde empezaban las atracciones.

A los lejos se oían los gritos provenientes de la montaña rusa y la música de los desfiles de la tarde.

-Podríamos subirnos ahí-dijo la pelirosa señalando a una de las atracciones.

Sasuke siguió la dirección de su dedo y descubrió que la pelirosa se refería a la casa del terror, sonrió.

-Tendrás miedo-dijo convencido.

La pelirosa frunció el ceño, vale, era cierto, siempre que iba a ver películas de miedo se pasaba una semana entera sin dormir, pero no podía permitirse quedar en ridículo frente al pelinegro.

-¿No será que el que tiene miedo eres tú, Sasuke-kun?-sabía que con eso lo irritaría.

Sasuke la agarró de la mano y la arrastró hasta la taquilla.

-Tú lo has querido-susurró divertido.

Entregaron las entradas y se introdujeron en el oscuro interior de la casa.

La atracción estaba montada en una casa antigua de verdad, contaba de tres pisos y estaba hecha de piedra, de modo que cualquier mínimo ruido se veía agrandado por el eco y hacía un fío horrible, sin duda efectos que ayudaban a asustar a la gente.

Sonrió al notar la mano de Sakura apretando con fuerza la suya.

Desde los pisos de arriba llegaban los gritos de los otros que habían entrado.

La pelirosa tragó grueso, no habían pasado ni diez minutos y ya estaba sudando la gota gorda, en cambio Sasuke estaba tranquilo, incluso sonreía de medio lado.

Habían llegado a unas escaleras que no ofrecían un aspecto muy entrañable.

-¿Tenemos que subir por ahí?-preguntó la pelirosa nerviosa.

-No hay otro lugar, ¿tienes miedo acaso?

-No, subamos.

La pelirosa se soltó de la mano del pelinegro y subió ella delante pero un ruido extraño la hizo quedarse quieta y volverse hacia Sasuke.

-Es mejor que vayamos juntos, ya sabes por si nos pasa algo-dijo volviendo a agarrar la mano del pelinegro.

Sasuke volvió a sonreír mientras subían.

Su atención volvió a clavarse en ella, la chica cada día estaba más guapa, su figura se había estilizado más en ese último año y el pelo le había crecido hasta el comienzo de la cintura.

Ese día estaba especialmente guapa, ella no se lo había dicho pero él sabía que la pelirosa se había pasado toda la mañana arreglándose para él y eso le inflaba el ego.

Y vaya si lo había conseguido, llevaba puesta una camiseta color salmón con capucha que ponía ''Girl Power'' en letritas rosas brillantes, después se había puesto una falda corta negra de vuelo con unos leggins de rayas blancas y salmón con unos botines negros.

Y el pelo lo llevaba ligeramente ondulado, menos el flequillo que lo mantenía liso y sujeto con dos horquillas.

Sinceramente desentonaban, él no era ningún experto en cuanto a que ropa quedaba mejor en cada ocasión, por lo que llevaba unos vaqueros desgastados y una camiseta de color azul oscuro.

Volvió al mundo real cuando llegaron al borde de las escaleras y se quedaron en un pasillo totalmente a oscuras del cual provenían gritos del fondo.

Vale, a la mierda hacerse la valiente, pegó la vuelta pero la entrada a las escaleras se había cerrado.

-Tenemos que avanzar-dijo Sasuke.

Le sorprendía que en una situación así él estuviese tan tranquilo cuando ella estaba tan muerta de miedo.

-No, Sasuke, volvamos.

-Pero ¿no eras tú la que decía que no tenía miedo y que quería entrar?

-Olvídalo, quiero salir-dijo dando golpes a la puerta.

Él la agarró por la cintura y la arrimó a él.

-No te va a pasar nada, solo es una atracción y yo estoy contigo-dijo.

Sakura se apegó con todas sus fuerzas a su novio y ambos siguieron caminando.

Todo estaba en silencio, no se oía absolutamente nada, los gritos habían cesado de golpe y ambos andaban en medio del silencio.

-¡Ua, muajajajaja!

Un encapuchado con una guadaña les salió de repente al camino, Sasuke, que ya se veía venir eso, apenas se inmutó pero Sakura pegó un grito tremendo y se lanzó a los brazos de Sasuke haciendo que este perdiese el equilibrio y cayese al suelo llevando un golpe en la cabeza.

--------

-Lo siento, ¿de verdad que ya no te duele?-se disculpó avergonzada.

Ya habían salido de la atracción.

El hombre que se había disfrazado de muerte tuvo que calmar a una histérica Sakura y acompañar al pelinegro hasta la enfermería ya que se había hecho un buen chichón.

-Hmp, sabes que no.

La pelirosa lo abrazó, había sido una tonta miedica y por su culpa Sasuke casi se abría una brecha en la cabeza.

Él rodeó su cintura con ambos brazos y apoyó la cabeza en el hombro de la chica.

-¿Y a ti ya se te pasó el ataque?-preguntó.

Todavía recordaba a Sakura gritando cuando el hombre quiso arrimarse a ayudarles.

-Era tan real...creí que nos iba a hacer algo-dijo ella avergonzada-me dio una impresión muy fuerte.

-Si se notaba que lo que llevaba puesto era un vulgar disfraz de mercadillo, no la capa de la muerte-dijo divertido.

Ella se separó de él y puso un puchero.

-Deja de reírte de mí.

Él sonrió de medio lado y la atrajo hacia si para unir sus labios en un corto pero dulce beso.

Habían pasado mucho tiempo en la enfermería, ya que había costado relajar a la pelirosa, y la tarde se les había pasado.

-Se nos pasó la tarde por mi culpa-dijo ella cuando salieron del parque.

-No importa podemos irnos ya a mi casa-dijo divertido.

-Pero dijiste que en tu casa no queda nada para cenar.

-Pediremos algo por teléfono.

Los dos cogieron el bus y media hora después se bajaron cerca de la casa de Sasuke.

Sakura pasó al salón mientras el pelinegro fue a la cocina a llamar a un burguer.

La casa de Sasuke seguía impresionándola cada vez que entraba, era enorme y bonita, no por nada pertenecía a una de las familias más ricas.

Recordó el día que Sasuke la había llevado para presentarla a sus padres y a su hermano Itachi, ella estaba muy nerviosa pero se sintió muy cómoda al ver que la familia la recibía con los brazos abiertos, incluso ahora consideraba a Mikoto como su segunda madre y se llevaba muy bien con su cuñado, a Fugaku no lo había tratado mucho porque siempre estaba ocupado.

Sasuke entró en el salón e inmediatamente la abrazó por la cintura.

-Tardarán en traer la cena, podríamos aprovechar el tiempo-le susurró en la oreja.

Sakura sonrió antes de que él cubriese sus labios en un demandante beso.

La cogió a horcajadas y la pelirosa enredó las piernas alrededor de sus caderas.

A tientas el pelinegro llegó al sofá y la tendió suavemente mientras él quedaba encima de ella.

Como cada vez que hacían el amor sintió como su corazón se aceleraba al triple de velocidad y todo eso causado por la dueña de aquellos ojos jade que lo miraban desde abajo.

Las manos de la pelirosa se enredaron en el pelo de él.

-Te quiero tanto...-susurró ella.

Volvieron a juntar sus labios en un beso muy exigente.

Las manos del pelinegro bajaron desde los hombros de la pelirosa por todo su cuerpo hasta el borde de la camiseta.

Deslizó sus manos por dentro de la prenda y acarició los senos de la chica por encima del sujetador.

Se sentía tan suave y placentero sentir las manos de Sasuke por su cuerpo que los jadeos y suspiros comenzaron a salir de su boca.

Los labios del pelinegro descendieron por su quijada hasta el cuello donde mordió y lamió toda la extensión de piel.

Sakura había bajado las manos del pelo del chico hacia el borde de la camiseta, la cual le quitó, dejando la estupenda anatomía del chico al descubierto.

Sasuke hizo lo propio con la camiseta de ella, mandándola bien lejos.

Nunca, nunca se cansaría de mirarla, de tocarla, de besarla, Sakura siempre sería su eterna tentación.

Se pegó más a ella, estableciendo contacto con sus intimidades a través de la ropa, haciendo que un ronco gemido se escapase de sus bocas.

Hundió su cara en el escote de la pelirosa por donde repartió besos y lamidas mientras acariciaba su cintura y espalda con los dedos.

Las manos de Sakura volaban desde su ancha espalda hasta su firme trasero haciendo presión ahí de forma que sus intimidades establecían más contacto aún.

Se sentía delirar cada vez que el miembro de Sasuke rozaba con su intimidad, quería sentirlo dentro de ella, quería que la hiciese suya ya o si no se volvería loca.

Pero la tortura apenas acababa de empezar.

Sasuke le quitó el cierre del sujetador dejando sus senos al descubierto.

El aliento del ojinegro rozó sus ya erectos pezones, haciendo que se retorciese de placer.

Sasuke sonrió de medio lado, él también estaba desesperado por volver a hacerla suya pero antes quería disfrutar un poco con ella y, por supuesto, de ella.

Envolvió uno de los pezones con su boca y empezó a jugar con él mediante succiones, mordisquitos y lamidas que volvían loca a Sakura que ya gemía fuertemente.

De su boca escapó otro gemido cuando la chica volvió a apretarle el trasero y rozar de nuevo sus intimidades.

El fuego los invadía a ambos.

Sin dejar los senos de la chica el pelinegro comenzó a retirarle la falda y los leggins, dejándola en braguitas.

Sakura hizo lo mismo con él, llevó sus temblorosas manos al cinturón de los pantalones para después, con ayuda de Sasuke, quitárselos.

Ambos quedaron en ropa interior y mientras Sasuke seguía su labor con los pezones de ella, Sakura adentró su mano en el bóxer del chico y le envolvió el miembro con sus dedos.

Sasuke ahogó el gemido contra la piel de la pelirosa.

La mano de la pelirosa y la lengua de Sasuke se movían ambas al mismo compás proporcionándoles un placer exquisito.

La mano de Sasuke, que se había mantenido ocupada en otro pezón, bajó hasta las braguitas de la pelirosa, donde comenzó a masturbarla.

Así, ambos satisfaciéndose el uno al otro con las manos, Sakura alcanzó el primer orgasmo.

Sasuke retiró su mano impregnada de líquido de ella y lo lamió todo.

No aguantaba más, necesitaba sentirla ya.

-Por favor Sasuke...-rogó ella en la semi inconsciencia.

El pelinegro retiró la poca ropa que les quedaba a ambos y se puso un preservativo.

Luego con urgencia y sin previo aviso hundió toda la extensión de su miembro en ella.

-Ah-gimió la pelirosa.

-Umm.

Tan bien como siempre, Sakura lo envolvía tan cálidamente como siempre, volviéndolo loco y desatando a la fiera que llevaba dentro.

-Sigue onegai...-rogó la pelirosa empezando a mover las caderas.

El pelinegro comenzó a moverse en su interior.

-Oh, si...Sasuke...kun-deliraba.

El pelinegro se sentó en el sofá y la colocó en su regazo, buscando una nueva postura.

La penetró con más fuerza haciéndola gritar de placer desenfrenadamente.

Los dos habían perdido el control en aquella muestra de amor y pasión.

Se besaron con ferocidad pegando sus cuerpos lo máximo posible y acariciando cada trozo de piel que sus manos encontraban por el camino.

Las embestidas alcanzaron una velocidad e intensidad mareantes tanto que Sakura creyó que perdería el control con tanto placer, no podía controlarlo más y gritó bien alto el nombre de Sasuke cuando llegó al orgasmo.

El pelinegro también sintió un cosquilleo recorrer su columna vertebral y el bajo vientre y con otra embestida más él también alcanzó el clímax.

La pelirosa dejó caer su cabeza sobre el hombro del chico y cerró los ojos.

-Es-estoy molida-susurró.

Sasuke se rio, aunque la verdad era que él también estaba muy cansado, sentía como si hubiese corrido una maratón.

Le dio un beso en la cabeza y se irguió, dejándola de pie en el suelo.

-¿Te apetece un baño?-preguntó.

La pelirosa asintió, desde luego le venía bien algo relajante, aunque tratándose de un baño con Sasuke una no sabía a lo que se enfrentaba.

Media hora después, tras una sesión de ''baño relajante'' los dos bajaron vestidos al salón donde esperaron charlando a que llegase la cena.

Cenaron tranquilos en la cocina y después volvieron al salón, donde pusieron la tele.

Sakura cogió la bolsita donde había guardado su pequeño peluche y lo contempló mientras se sentaba en el regazo de Sasuke y este le pasaba un brazo por la cintura.

-Le pondré Sasuke.

-¿Por qué?-preguntó alzando una ceja.

-Porque es lindo, como tú-contestó acurrucándose más-aunque tú eres mucho más lindo.

Estuvieron un rato en silencio, mirando la televisión.

-Hay una cosa que nunca me has contado Sasuke-dijo ella-¿por qué aquel día viniste hasta mi casa? nunca antes te habías interesado en mí.

El pelinegro pasó una mano inconscientemente por el pelo de la chica haciéndole cerrar los ojos.

-Siempre he sentido mucha curiosidad por ti-empezó-no eras como las demás y yo quería saber por qué, era muy frustrante saber que el tonto que te miraba a todas horas era yo y no al revés, por eso cuando leí tu carta decidí no desaprovechar la oportunidad.

Ella sonrió, no esperaba otra respuesta.

-Ha sido un desastre de tarde-dijo la pelirosa-pero aún así ha sido un bonito San Valentín.

Sasuke sonrió.

-Sí, un placentero San Valentín.
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Osaki Ivii Desconectado
« Respuesta #1 en: Febrero 19, 2011, 04:57 pm »

  • ...En la lluvia de estrellas, puedo ver tus ojos llorando por lo que has perdido...
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 44
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
  • No te acerques a la oscuridad de sus ojos...
    • Awards
Re: [Two Shot +18]-Un Placentero San Valentín-[SasuSaku]
« Respuesta #1 en: Febrero 19, 2011, 04:57 pm »
Ohayo...
Que buen Fic, hehehe  :D algo inusual en Sasuke (-Está trucada, fijo) me reí mucho con esa escena.
Mis felicitaciones, me agrado la historia ^-^
Sayonara  :D

Sakuramin20 Desconectado
« Respuesta #2 en: Febrero 28, 2011, 03:45 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 73
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Awards
Re: [Two Shot +18]-Un Placentero San Valentín-[SasuSaku]
« Respuesta #2 en: Febrero 28, 2011, 03:45 pm »
jajaja.. creo que es la tercera vez que me lo leo, pero  no me canso de el, es un muy bueno two-shot, con un sasuke que no se lo esperaba, en verdad es un chico dulce, por cualquier lado que s lo vea ^^

Nos vemos

Sakuramin20 :P

Dresti Desconectado
« Respuesta #3 en: Enero 15, 2012, 07:05 am »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
Re:[Two Shot +18]-Un Placentero San Valentín-[SasuSaku]
« Respuesta #3 en: Enero 15, 2012, 07:05 am »
Hola, a quien le interese agregarme me he creado una cuenta en twitter donde procurare ir subiendo nuevas noticias y novedades sobre mis fanfics y responder a todas las dudas que pueda, así que aquí la dejo para los interesados.

Cuenta en twitter: DrestiChan
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Tags: