—No nos dejes solas — le rogó a los gritos entre llantos.
“Te amé ayer, te amo aquí, te amaré después.
Aun con lágrimas en mis ojos
Tomaré tu mano hasta el anochecer.
La-ra,la,la-ra,la , la~
Sentí tu fría mejilla en la yema de mis dedos
Vi como todo se derrumbaba alrededor
Incluso los océanos claman por ti.
La-ra,la,la-ra,la , la~
Nuestro amor eterno no morirá jamás
Aun si la corrupción llega a nuestros cuerpos
La-ra,la,la-ra,la , la~”
Se escuchaba la voz de Meian cantando , como si estuviera en la lejanía.