Grace puso una silla en frente de la entrada, de cara a la puerta. Se cruzó de brazos y piernas y miró fijamente la cerradura, esperando a que llegara y así reprocharle todo lo que le venía en mente. Averiguando, había descubierto su apellido verdadero. Cuando ella le había preguntado su nombre, él le dio uno falso, obvio. Y ella no era tonta como para no darse cuenta. Lo empezaría a llamar por ese nombre falso que él le había dicho.
Su mirada se tornó filosa.
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— ¿Qué tal todas las playas del mundo? Eso sería muy bonito. El agua cristalina, la arena blanca, nosotros dos, il amore…
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—Kokone-chan es amiga de ella. Aunque tuvo que grabar una canción con Kagamine y perdió contacto… pero gracias por el dato , solo lo extorsionaré cuando sea necesario — sonrió.