—Bien, esta es la casa. Meian — Le dio las llaves. Esta se quedó extremadamente confundida. No había comprendido nada.
Era una casa enorme, de un piso, al estilo americana, pero conservaba parte de la arquitectura japonesa. Una autentica joya.
Y el vecindario era realmente precioso, bastante pacífico.
--
—Bueno, después de todo, ese columpio ya estaba viejo. Tiene más de veinte años — cerró un ojo del dolor al sentir el pañuelo en su cara.