Kokone tomó a Song de la mano nuevamente para seguir a Gumi.
--
No pudo contenerse y largó una sonora carcajada con lágrimas y todo.
—Pero que ternura, Don Margaritas. Creo que emanas olores agradables, sino nadie se referiría a eso — se tapó la boca para disimular la risa — Señor con olor a cachorrito ¿Eh? , tal vez le recordaste a un Golden Retriever.
--
—Aunque estuviste ausente un minuto, ella te extrañó y sintió que estabas a un kilometro de distancia — la miró.
—Yo soy adulto y puedo hacer lo que quiera — le tiró el aliento en la cara - Y tu solo un mocoso reprimido que apenas puede hablarle a una señorita.