Lo llamó repetidas veces, aunque sin recibir respuesta alguna.
Decidió no insistir, aunque dejaría el volumen del timbre del celular al máximo por las dudas.
-“Tal vez venga más tarde” – pensó mientras se dirigía a la cocina, tomando de la alacena un recipiente lleno de miel. Con una cuchara comenzó a comer desde allí, sin que le importara nada de nada.
De vez en cuando miraba el reloj, aburrida. Pasaban los minutos… para luego pasarse a horas.
Cuando estaba por quedarse dormida arriba de la mesa, recibió una llamada.
-¡Hola! – contestó rápidamente, en menos de un segundo - ¿Luna...? ¿Como? - tiró la cuchara al suelo - ¿¡Donde has dicho!? - Tomó una cartera que estaba colgada en el perchero de la entrada - ¿Ha salido en la tele...? ¡Demonios! - subió a su furgoneta blanca , rumbo al hospital.
Al llegar , los medios invadían la entrada. Tratando de no atropellar a nadie , y ocultando su presencia , fue hasta el estacionamiento subterráneo. Por suerte , no la reconocieron al amarrarse el cabello y colocarse unos lentes de sol que estaban dando vueltas por ahí.
En la guardia estaba la tele prendida , en el canal de la prensa rosa , informando todo.
-Agh... - murmuró para si misma - Disculpe , ¿Es horario de visita? Busco a Shion Taito.
La enfermera se volteó a verla con cara de muy pocos amigos.
-¿Usted acaso está cieg...? - al reconocerla , cambió de expresión inmediatamente - ¡Lily! - exclamó , llamando la atención de todos. Se controló. No podía gritar en un hospital - Si claro , puede pasar cuando quiera.
Le indicó la habitación , largandola por los pasillos sin siquiera explicarle nada.