— ¿Casados? — se atrevió a preguntar con curiosidad. Era algo que hasta el momento no había pensado, pues tenía vida para largo rato.
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— ¡Para el nuestro! — lo miró alegre.
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—Siempre me salgo con la mía , quieras o no —se acercó , lo tomó del rostro y le robó un beso de lengua.