— ¿Por qué te disculpas? — preguntó con tranquilidad sin mirarlo.
—1000 yenes.
—Oh si, la maternidad es muy hermosa. Cuando me enteré que Sakura venía en camino, Gakupo y yo habíamos vuelto de una separación y nos pusimos muy felices. Y cuando le dije lo de Oyuky, también estábamos en crisis, pero no sabía que responderme. Y luego Sakura vino a salvar el momento diciendo que ella oía a Oyuky en mi vientre y que quería salir a jugar con ella. Fue una completa ternura — cortaba la lechuga para la ensalada.
—Yo no sé… si podré quedar embarazada hermana — estaba algo triste — No pasó nada antes y no sé si ahora.