Sería difícil escaparse, porque en esa escuela donde iban, una privada de mucho renombre, había mucha vigilancia. Y Sakura no estaba acostumbrada a hacer cosas así, es más, sería la primera vez que haría de “rata”.
— ¿Creen que será buena idea? ¿No podemos dejarlo para otro día? — sonrió algo nerviosa, mientras murmuraba en voz baja para que nadie la escuchara.