-De acuerdo - susurró, algo molesta.
Volvieron a la casa, para revolver cajas enteras llenas de ropa de todo tipo.
Había encontrado una especie de bufanda con plumas fucsia... pero eso llamaría aun más la atención. Qué bueno era ser, en parte, famoso.
Se colocó un tapado de gabardina negro, tipo inglés, que le llegaba hasta por debajo de las rodillas. También un sombrero que le hacía juego, junto con un par de anteojos de sol lo suficientemente anchos para tapar alguna de sus facciones.