Al llegar a su departamento, Meian hizo lo que dijo y abrió un paquete de galletitas dulces nuevo. Lo sirvió arriba de la mesa. Estaba silenciosa, pero no por nada en especial.
-¿Un traje Maid? ¿Y de donde voy a sacar uno?
-Tengo uno aquí, porque pensaba jugar esto antes de venir y sabía que aceptarías – se lo dio junto con las orejas de gato y la obligó a cambiarse.
Cuando ella salió del baño, se la podía ver con eso puesto, con un escote considerable y el vestido era demasiado corto. Tenía las orejas de neko puestas que la hacía ver adorable.
-Miau… - chilló con mucha vergüenza.
-Los testigos dicen otra cosa. Presentan la acusación de que se acercó a los chicos y los quiso tocar en sus partes. Luego ellos , obviamente , sin poder resistirse a ese juego que supuestamente creó su hija , quisieron seguirle la corriente , pero ella al parecer golpeó a uno de ellos queriendo resistirse.
-Espereme un momento. ¿Piensa que una niñita dulce como lo es ella , que acostumbra a saludar con una sonrisa cada mañana a sus padres , dibuja alas de hada con color rosado con su hermana y aun juega con muñecas es capaz de querer tocarle los genitales a unos grandulotes calenturientos? Mi hija claramente ha dicho que a la única que quisieron tocar es a ella , y por la misma razón que dijo , porque es bonita. Y como se resistió , le dijeron que era fea , nos insultaron a nosotros y a nuestro trabajo y luego la golpearon como lo hicieron.
Tema: La guerra de los vocaloids (Leído 1686791 veces)