Trató de ocultar su expresión facial, que consistía de una boca torcida y hundimiento de globos oculares.
El nerviosismo en su máxima expresión.
-“¿Puedo llamarte mi amor? Porque eso sería genial” Bien, Kamui-san - … realmente era una estúpida. Una estúpida enamorada.
Ni lo miró. No deseaba poner otro rostro extrañamente terrorífico.
-No tengo nada que hacer en toda la tarde. Mi compañera se ha ido a hacer sus cosas, yo vine por mi lado y… - su celular sonó. Era el tono de mensaje.
Dejó su cabello de lado para leer.
Abrió los ojos de golpe. Mucha casualidad…
-Esta noche me han invitado a la discoteca más importante de la ciudad – susurró para sí misma, pero bastante audible para el otro. Cerró el celular de golpe y lo guardó inmediatamente – Disculpa – se aclaró la voz, sin que el sonrojo desapareciera. Lo miró a los ojos , por impulso tal vez y... sintió que su corazón daba un enorme vuelco.